El círculo del olfato
Mons. Sigifredo Noriega Barceló
El buen pastor da la vida por sus ovejas Juan 10, 11-18
Falta poco tiempo para los 500 años de las apariciones de nuestra Señora de Guadalupe y los 2000 años de nuestra redención. Nos estamos preparando para celebrar con fruto y trascendencia tales acontecimientos. La semana pascual que termina y la que sigue son un momento de gracia para celebrar y proyectar nuestra fe hacia los años y siglos que siguen. Hoy toca a nosotros ser los testigos y portavoces actualizados de tales acontecimientos.
La Iglesia en México, a través de sus organismos y medios, ha preparado y echado a andar un itinerario evangelizador y vocacional para que la fiesta se convierta en fiestas continuas de la fe, en oportunidad permanente para sembrar y cultivar lo asombroso del llamado que Dios hace a todos (todos es todos) para que se sumen en una respuesta alegre y comprometida en la misión.
Hoy, cuarto domingo de Pascua, el Resucitado sale a nuestro encuentro y asegura que Él es el buen pastor, el único, el guía y maestro que va delante de todos, que ha entregado su vida para que todos tengamos vida en Él y entendamos nuestra vida como llamados a hacer otro tanto… Nos encuentra en tiempos convulsos y, al mismo tiempo, llenos de oportunidades para aceptar el reto de la misión.
La Palabra que escuchamos nos invita también a examinar nuestras formas de responder como cristianos de a pie y como servidores guías, como ovejas y pastores. El Papa Francisco nos ha recordado que los pastores deben ‘oler a oveja’ y las ovejas deben ‘oler a sus pastores’ que, a su vez, deben irradiar al Buen Pastor. Cercanía, empatía, conocimiento, respeto, entrega, solidaridad, acompañamiento, apertura… son expresiones del amor mutuo que originan, mueven y transforman relaciones y esperanzas. ¿El círculo necesario del olfato pastoral?
El domingo del Buen Pastor suscita cuestiones a responder con clara responsabilidad y compromiso eclesial y social. Aplica a todo tipo de personas, mujeres y varones, que ejercen algún liderazgo en la Iglesia y en la sociedad… En el tiempo electoral que vivimos sería oportuno que, quienes aspiran a un servicio público, hicieran un examen serio y profundo para ver si cumplen con el perfil de ser ovejas y pastores.
La Iglesia nos invita este domingo a orar y trabajar por las vocaciones. La semana que ha terminado y la que inicia, son espacio oportuno para reflexionar sobre la vida como un llamado al bien para construir la paz. La Iglesia y el mundo necesitan artesanos comprometidos en la búsqueda de caminos que nos conduzcan a una vida ‘vivida’ en la dignidad de los hijos de Dios. No olvidemos que en el camino pueden aparecer lobos con piel de oveja que -con astucia y artimañas mentirosas- buscan acabar con los valores del Evangelio del Resucitado.
Oremos y actuemos. Oremos y participemos. Pido al Señor Resucitado, el único Buen Pastor, nos abrace con la guía de su bastón amoroso. De mi parte, los bendigo con el deseo de ser mejor oveja y mejor pastor.
Originario de Granados. Sonora.
Obispo de/en Zacatecas