Contratos leoninos
El término leonino proviene de una alegoría sobre un león que, en su lucha por una presa, se queda con la mayor parte, dejando solo las sobras a otras criaturas. Este término se utiliza comúnmente para referirse al contenido de un contrato que resulta injusto o desequilibrado.
Este desequilibrio surge debido a compromisos, cargas u obligaciones que una de las partes asume al momento de celebrar un contrato, cuando estas condiciones pueden considerarse desproporcionadas o injustas en relación con las obligaciones de la otra parte.
En estos casos, es fundamental verificar si el consentimiento o la voluntad de la parte contratante está libre de cualquier vicio, es decir, si la persona, al momento de celebrar el acuerdo, era plenamente consciente de los compromisos asumidos o no se encontraba en error respecto a las condiciones pactadas. Asimismo, debe analizarse si los compromisos u obligaciones asumidas por una de las partes se ajustan al objeto del contrato o si van más allá, lo que podría convertirlo en un acuerdo injusto.
En ambos casos, ya sea por vicio en el consentimiento o por incumplimiento del objeto del contrato, podría declararse la nulidad del mismo, lo que implica que las obligaciones inequitativas o injustas quedarían sin efecto.
Es importante considerar que solo una Autoridad Jurisdiccional tiene la facultad de declarar la validez o nulidad de un contrato con estas características, ya que su cumplimiento no puede quedar a la discrecionalidad o voluntad de una de las partes. En otras palabras, si consideramos que somos parte de un contrato leonino, debemos acudir ante un juez para que este lo declare como tal y nos libere de su cumplimiento.
En diversas ocasiones y foros, la Autoridad Municipal en funciones ha manifestado abiertamente que considera al Contrato Colectivo de Trabajo celebrado entre el Ayuntamiento de Navojoa y el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio como leonino. Por esta razón, ha decidido de manera discrecional y unilateral dejar de cumplirlo, sin que exista una resolución judicial que lo respalde.
Frente a esta postura de la Autoridad Municipal, es probable que los trabajadores recurran a los tribunales para exigir el cumplimiento del contrato. Será entonces cuando un juez resolverá sobre su validez. En caso de que lo declare válido, el Ayuntamiento será condenado a pagar las prestaciones que dejó de cumplir de manera discrecional.
Si el juez determina que algunas cláusulas del Contrato Colectivo son inequitativas o injustas, probablemente autorizará al Ayuntamiento a dejar de cumplirlas, pero únicamente a partir de que la sentencia cause ejecutoria. Es decir, el juez podría obligar al Municipio a cumplir el contrato de forma retroactiva, incluso si este es declarado leonino, ya que la Autoridad Municipal no tiene facultades para hacerse justicia por su propia mano.
Por ello, cuando seamos parte de un contrato que consideremos injusto o leonino, debemos actuar con absoluta responsabilidad, asesorarnos debidamente y presentar nuestra controversia ante un juez, dejando en manos de esta Autoridad Jurisdiccional la decisión sobre lo que proceda legalmente en cada caso en particular. De lo contrario, un actuar irresponsable y arbitrario podría acarrear consecuencias aún mayores que simplemente cumplir con las obligaciones de un contrato.
LIC. JUAN MANUEL ESCALANTE TORRES