Rosca de Reyes: ¿Desde cuándo existe esta tradición en México?
¿Tus bisabuelos ya comían rosca de Reyes? La historia de este pan de temporada no es tan antigua como podría pensarse, aunque se acomodó muy bien en las mesas mexicanas.
ESPECIAL, ene. 6.- En los primeros días de enero, por las calles mexicanas se puede ver un desfile de enormes cajas de pan que viajan con roscas de Reyes, las cuales corren presurosas para sumergirse en una taza de chocolate, pero ¿desde cuándo este pan de temporada acompaña las mesas en México?
Este bizcocho marca el fin del llamado maratón Guadalupe-Reyes, ha tenido ingredientes y formas que entran y salen de sus mezclas y decoración, como el acitrón, un dulce de biznaga confitada cuyo consumo poco sustentable las ha colocado en la lista de especies protegidas.
En las panaderías han surgido todo tipo de creaciones, desde las de personajes temáticos como Bad Bunny, Pokemón, incluso las del presidente Andrés Manuel López Obrador; hay algunas que se forman con tacos, tuétanos y hasta chicharrón.
¿Desde cuándo se consume la rosca de Reyes en México?
El pan comenzó a hacerse en el actual territorio mexicano con la llegada del trigo y para el siglo XVI ya había producción en panaderías de la Nueva España; sin embargo, las roscas de Reyes tardaron mucho tiempo en aparecer en los hornos.
En el artículo Panadería mexicana: formas con sabor, los investigadores Cristina Barros y Marcos Buenrostro explican que la costumbre de hacer roscas tiene su origen en la Edad Media en Europa, pero a México fue traída por los españoles y su costumbre se arraigó primero en el centro del país para luego difundirse por todo el territorio.
“Quien se saca el niño que lleva adentro, se hace responsable de compartir tamales, nuestro pan de maíz, el 2 de febrero, día de la Candelaria”, agregan.
De acuerdo con el investigador Alberto Peralta de Legarreta, tiene relativamente muy poco tiempo de hacerse en México.
En el artículo Rosca de Reyes de principio a fin, el doctor Peralta expone que ni su receta ni su decorado actual son descritos en los recetarios antiguos de México, “esto no quiere decir que la tradición no estuviera presente durante el siglo XIX o antes… probablemente no se encontraba aún arraigada en nuestra cultura”.
El investigador considera que la popularidad de las roscas de Reyes en México comenzó en la década de los 30 del siglo XX, cuando se registró una migración de personas españolas que huyeron de la Guerra Civil en su país.
Las recetas han cambiado bastante, en algunas se usaba zumo de limón verde en lugar del toque de naranja, anteriormente tenían habas, ‘muñecos’ de porcelana y hasta anillos.
Mientras en otros países como España solo hay un muñeco y quien lo encuentra paga el roscón, en México este pan enlaza a la festividad de la Candelaria.
Antes, la persona que hallaba en su interior la figura que representa al niño Jesús se convertía simbólicamente en su padrino, por lo que debía vestir la tradicional figura, llevarlo a bendecir a misa y además invitar todo el almuerzo a quienes le acompañaron a partir la rosca. Hoy solo se ponen los tamales.
“La rosca de reyes es un pan que nació para compartir (y por ello las versiones individuales carecen absolutamente de sentido), algo que suele suceder en familia o rodeado de seres medianamente amados. Pan y chocolate constituyen una importante aportación de carbohidratos y calorías en un momento del año en que el frío es inclemente, y para muchos, eso es suficiente para conferirles a ambos el valor de lo práctico, lo entrañable y lo amoroso”, concluye Peralta de Legarreta.
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