Insabi, una copia mala del Seguro Popular
ESPECIAL, may. 3.- Llevamos casi dos décadas experimentando tener un sistema nacional de salud que garantice la atención médica, principalmente de la población más pobre y marginada del país, y no se ha logrado. Ni el PRI ni el PAN y ahora ni Morena han podido dar con el modelo de salud que lleve a los mexicanos a tener un servicio de salud universal, accesible, gratuito, equitativo y de calidad. Primero fue el Seguro Popular, después el Instituto de Salud para el Bienestar y ahora el OPD IMSS-Bienestar.
En la práctica, desde hace más de un año, el IMSS-Bienestar, bajo la batuta de Zoé Robledo, comenzó a sustituir las tareas del Insabi, a cargo de Juan Antonio Ferrer, quien fracasó en concretar los deseos del Presidente de tener un sistema de salud mexicano parecido al de Dinamarca.
El Insabi fue una copia muy mala del Seguro Popular, que nunca se pudo desmarcar de este modelo y que fue creado al vapor, pese a todas las advertencias que expertos en salud le hacían al equipo de salud, encabezados por el secretario del ramo, Jorge Alcocer.
Por tercos y necios les pasó esto y, aun sabiendo que fracasó el Insabi, hay autoridades y legisladores que aseguran que la desaparición del mismo no es porque no funcionó este modelo, sino por un cambio de estrategia. Qué bien, pero entre el ensayo y el error se llevaron a millones de pacientes, cuya atención médica, con el cambio de modelos de salud, sí se vio deteriorada. Ahora se da paso al OPD IMSS-Bienestar, el cual es la apuesta más grande de la presente administración para alcanzar la anhelada cobertura universal de salud.
De entrada, sí tiene grandes diferencias con el Seguro Popular y el Insabi. La primera a destacar es que ofrece gratuidad en todos los servicios y hasta en las medicinas; los pacientes ya no pagan cuotas de recuperación en los hospitales donde son atendidos. Tampoco hay listas de enfermedades prioritarias, todas son “atendidas” por igual y la nómina del personal de salud y los recursos para los hospitales ahora son controlados desde la Federación, lo que evita que haya desvíos en los estados para compras o contratación de personal que no sea el indicado para el sector salud.
Este organismo tiene autonomía, presupuesto y personalidad jurídica propia, y sólo le faltaban los recursos que ahora los tendrá del Insabi y de los estados. Tiene una dirección general a cargo de Gisela Juliana Lara Saldaña y una Junta de Gobierno, que preside Zoé Robledo, director general del IMSS.
Ya veremos en el mediano plazo si este nuevo sistema se consolida y se convierte en el tercer brazo de salud de los mexicanos, sobre todo de quienes no tienen seguridad social. Por el momento, a esta administración ya no le alcanzará el tiempo para ver los resultados de esta nueva estrategia que, seguramente, tendrá cambios cuando entre el nuevo gobierno.
ABATELENGUAS
Que alguien le diga a Víctor Villalobos, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), que su subdelegado administrativo en Oaxaca, Luis Manuel Carmona, lo está dejando muy mal parado debido a que este funcionario estatal ha sido denunciado por los trabajadores de acoso y malos tratos. Encima de esto, designó a su esposa como jefa del Centro de Apoyo al Desarrollo Rural, en Santos Reyes Nopala. En su currículum vitae, Carmona destaca que cuenta con una certificación de capacidades profesionales con fines de permanencia en el puesto. ¿Será que le aplicó examen a su esposa para que se quedara con dicho puesto?
BAJO EL MICROSCOPIO
Después de que el Senado avalará desaparecer al Insabi, muchos se han preguntado qué pasará con Juan Antonio Ferrer, director de este organismo, quien es amigo del presidente Andrés Manuel López Obrador. Y, a diferencia del resto de los trabajadores, quienes tienen dudas sobre su futuro laboral, al director del Insabi ya le buscan un espacio dentro de la Secretaría de Salud y podría ser subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud. Sí, la misma subsecretaria a la que renunció Asa Cristina Laurell, quien se quejó de que el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y Juan Antonio Ferrer querían desaparecer su área por cuestiones de austeridad, situación que ocurrió. Actualmente, dentro de la Ssa se está pensando en volver a restablecerla para colocar a Ferrer. ¡Qué bueno es tener amigos así!
Por Ruth Rodríguez
www.excelsior.com.mx