Javier Corral, la fabricación de pruebas en el caso Miroslava

Periodista asesinada de 8 disparos, cuando salía a llevar a su hijo a la escuela, en Chihuahua.

ESPECIAL, abr. 23.- Desde prisión, donde purga condena por el homicidio de la periodista Miroslava Breach, el exalcalde de Chínipas, Hugo Amed Schultz, expone la red que lo incriminó “con pruebas falsas”, un entramado ligado a Alfredo Piñera, exvocero del PAN en Chihuahua, y al exgobernador Javier Corral.

Un cabo suelto en la investigación

Javier Corral se hizo cargo de la investigación criminal, acompañado de su fiscal. Era la única persona que tenía acceso a toda la información sin restricción de ningún tipo. Entrevistas, testimonios, evidencia forense, dispositivos electrónicos de las víctimas y de los acusados, entre otras informaciones.

Dos meses después de la muerte de Miroslava, el sábado 27 de mayo de 2017, Hugo Amed Schultz Alcaraz, expresidente municipal de Chínipas, Chihuahua, fue convocado a una reunión a las seis de la tarde en el Palacio de Gobierno por Javier Corral. Lo acompañaban otros funcionarios estatales: el fiscal general César Augusto Peniche, el fiscal de Distrito Zona Centro Carlos Mario Jiménez Holguín, el ministerio público de la Unidad Especializada en la Investigación del Delito de Homicidio Erick Alejandro Rangel Ríos, quien a su vez era el encargado de la carpeta de investigación sobre el asesinato de Miroslava Breach, y había un quinto agente, José Roberto Frías Aguayo, entonces coordinador de la Unidad Especializada en la Investigación del Delito de Narcomenudeo.

Al llegar a la oficina, Schultz fue recibido por Corral, quien le ofreció una cerveza y le informó que la reunión tenía como objetivo evitarle la presión mediática y protegerlo. Cuando preguntó Schultz de qué se trataba, el gobernador respondió que era por el asesinato de Miroslava Breach.

Durante las siguientes seis horas, Schultz fue interrogado intensamente, instándolo a mencionar el nombre de Los Salazar en relación con la muerte de Miroslava.

“Me empezaron a interrogar, presionándome a que yo dijera el nombre de Los Salazar”, relató Schultz a esta periodista, destacando a Corral, Peniche y Jiménez Holguín, a quienes repetidamente les respondía: “Pero de ellos no sé nada”.

Incluso, el fiscal de Homicidios, Rangel Ríos, insistió un tanto molesto:

– ¡No nos está diciendo nada, profe!

– ¡Cómo se los demuestro, si yo no sé nada! -respondió Schultz en el mismo tono a Rangel.

“Me instaban a señalar a esa familia, Los Salazar. Rangel escribía en la computadora mientras me interrogaba, y yo iba leyendo en la pantalla, que apenas alcanzaba a ver porque uso lentes para leer”, explicó Schultz sobre cómo el fiscal tomaba su declaración en la oficina del gobernador Corral. Mientras Rangel tecleaba, preguntaba a Schultz: “¿Así, profe?”. Y Schultz se defendía: “No, yo no estoy diciendo eso. Quíteselo, por favor”. Rangel volvía a leer rápidamente en la pantalla las respuestas del entrevistado y preguntaba de nuevo: “¿Esto sí, profe?”.

Schultz reiteró que fueron muy insistentes en hacer referencia al apellido Salazar en sus declaraciones, mientras él continuaba negándolo. Corral también insistía en ofrecerle cervezas cuando la tensión entre ellos aumentaba.

“Pero yo estaba muy cansado y estresado, y no sabía nada de lo que ellos me preguntaban. Corral y Peniche distorsionaban mis palabras, y cuando les corregía, volvían a preguntarme lo mismo. Fueron seis horas de mucha presión, hasta las 12 de la noche estuvieron con preguntas, escribiendo, borrando y volviendo a escribir”, detalló Schultz Alcaraz.

“Imprimieron el documento final y me lo dieron para que lo firmara sin volverlo a leer. Después de firmarlo, me despedí de todos. Estaba muy nervioso, pero no desconfiaba del gobernador, además, no tenía nada que temer –explicó–, pero después leí cosas que ellos habían agregado y que yo no había dicho”.

Schultz fue convocado por el gobernador como invitado, no en calidad de testigo –acotó su abogado Manuel Norberto Cortez Vázquez durante la entrevista en la prisión de Aquiles Serdán, Chihuahua–, “no se le podía coaccionar a declarar contra sí mismo o contra otras personas”. El abogado puntualizó: “No tiene valor jurídico”.

Sin embargo, esa declaración fue alterada e incorporada en la carpeta de investigación bajo la rúbrica del agente del Ministerio Público José Roberto Frías Aguayo, seguida por la leyenda: “Constancia: En la misma hora y fecha se hace constar que por separado se recabaron los datos de identidad del testigo, los cuales se guardan en sobre cerrado y lacrado”. La fecha inscrita fue 27 de mayo de 2017 a las 15:30 horas. Según el documento, al testigo se le tomó protesta para que se condujera con la verdad, en cumplimiento del artículo 49 del Código Nacional de Procedimientos Penales, y se le informaron los artículos 307 y 308 del Código Penal respecto de las consecuencias de declarar con falsedad ante la autoridad. Schultz también desmintió que le hubieran tomado esta declaración.

“La grabación”, la fabricación de la prueba maestra.

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