El Santo: 40 años de su partida

ESPECIAL, feb. 5.- Un 5 de febrero de 1984 el hidalguense Rodolfo Guzmán Huerta, conocido internacionalmente como El Santo, partió de este plano terrenal para comenzar su leyenda en la lucha libre.

Tras decir adiós a los encordados, El Santo comenzó una breve faceta con actos de escapismo en el Teatro Blanquita. Justamente su muerte sucedió después de haber hecho un espectáculo, cuando sufrió un infarto en el miocardio.

El gladiador hidalguense fue enterrado en el Mausoleos del Ángel, acompañado de miles de aficionados y decenas de sus compañeros de profesión.

Rodolfo Guzmán Huerta, quien nació en Tulancingo, fue el quinto de siete hijos de Josefina Huerta Márquez y Jesús Guzmán Campuzano.

Aunque desde joven, el destino lo llevó a Ciudad de México, donde practicó varios deportes, como beisbol, futbol americano, jiu jitsu y lucha grecorromana, que fue la plataforma que lo llevó a la lucha libre, la cual entrenó en la Arena Peralvillo, en 1934, desde los 16 años.

Antes de alcanzar su fama como El Santo, utilizó nombres como El Hombre Rojo, el Enmascarado, el Murciélago Enmascarado II y el Demonio Negro, pero fue en 1942 cuando tomó el nombre que lo llevó al estrellato.

Una de sus más grandes rivalidades fue ante el también mítico Black Shadow, a quien desenmascaró en 1952, siendo uno de los máximos galardones en sus vitrinas, junto a las tapas de El Gladiador, La Momia, el Espanto, Dick Angelo, Bobby Lee, entre otros, además de las cabelleras del Perro Aguayo, René Guajardo, Enrique Llanes, Bobby Bonales y el Cavernario Galindo, por mencionar algunas.

En cuanto a los títulos que conquistó, se proclamó Campeonato Nacional Welter, el Nacional Medio, el Mundial Welter de la NWA, el Mundial Medio de NWA, el Campeonato de Parejas (con el Rayo de Jalisco) y el Nacional Semicompleto.

El Enmascarado de Plata, como también se le conocía, nunca perdió su máscara en el cuadrilátero hasta que terminó su carrera en la lucha libre, en 1982.

La gira del adiós de El Santo tuvo tres grandes funciones en el Palacio de los Deportes, en la Arena México y en el Toreo de Cuatro Caminos, en una función donde estuvieron Gori Guerrero, el Huracán Ramírez y el Solitario frente al Texano, Signo, Negro Navarro y el Perro Aguayo.

Además de su legado en los cuadriláteros, El Santo se convirtió en un ícono de la cultura popular mexicana, pues su imagen se proyectó en radio, revistas y el cine, realizando 52 películas.

Por Alejandro Velázquez

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