Una historia crujiente y deliciosa

-Germán Rafael Portillo: Guardián del Legado Familiar en la Venta de Churros y Banderillas

NAVOJOA, Son. Dic 20 (NPN).- Un legado crujiente y delicioso es el que guarda Germán Rafael Portillo quien continuó con la venta de churros que inició su abuelo hace casi medio siglo.

Siguiendo los pasos de su abuelo Manuel Portillo Mendívil quien era mejor conocido como «Don Pit”, Germán ha mantenido viva la centenaria tradición de la venta de churros y ahora agregó banderillas, un oficio que ha perdurado a lo largo de tres generaciones en su familia.

“Inició mi abuelo que era originario de Los Tanques, Álamos; empezó con los churros en rosca y luego el siguió mi papá Mario Portillo Contreras que él ya le metió maquinaria para su elaboración y ahora continúo yo con el negocio”, comentó.

Ubicado en la Plaza 5 de Mayo o en ocasiones en diferentes puntos de la ciudad Germán, ahora a la cabeza del negocio familiar, ha mantenido la esencia y calidad de los churros y banderillas que han deleitado a la comunidad durante años. Su puesto se ha convertido en un punto de encuentro para los amantes de estas delicias tradicionales.

La dedicación de Germán a su oficio es evidente en la calidad de sus productos. Desde los crujientes y azucarados churros, hasta las deliciosas banderillas envueltas acompañadas con distintos aderezos, recetas del abuelo.

El joven comerciante mira hacia el futuro con la firme convicción de preservar y fortalecer el legado que le fue confiado. Con la esperanza de que sus hijos, la cuarta generación en la línea de los Portillo, continúe con la tradición y herencia de su abuelo.

Su abuelo inició con el negocio que ha pasado por tres generaciones.
Además de ser su negocio, lo hace con amor pues es la herencia de su abuelo.
Su abuelo, su padre y ahora Germán continúa con la venta de churros tradicionales.

Por Quetza Valenzuela

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