NAVIDAD… Una época para atesorar siempre

“HONRARE LA NAVIDAD EN MI CORAZÓN Y PROCURARE MANTENERLA TODO EL AÑO“(Charles Dickens)

Master Laura Lorena Velarde A.

No cabe duda que  la alegría de la Navidad se refleja en los ojos de un niño pequeño, basta ver su sonrisa inocente y entusiasta cuando se avecina esa fecha tan significativa en todo el mundo. Si cerramos los ojos  y nos viajamos al pasado probablemente esos mismos sean los recuerdos de navidades pasadas en nuestra vida, de cuando éramos pequeños la nostalgia, la alegría y el entusiasmo, vuelven a nuestras mentes  al recordar la reunión con la familia, la cena independientemente el platillo que nos ofrecieron o los regalos obtenidos.

El recuerdo de Navidad de cuando niños la relacionamos con el hoy, y trabajamos o contribuimos en la decoración de nuestros hogares de brillantes y contentos  colores, las lucecitas del arbolito, los chocolates, el olor a canela o ponche,  a galletas recién horneadas, a elotes cocidos o bien a buñuelos,  la presencia del nacimiento del niñito Dios al pie del árbol o bien en un rincón de la casa, los regalos por más sencillos que sean siempre habrán de llevar un mensaje de amor, amistad y principalmente cooperar con algo que nos nace con esas personas que amamos o estimamos.

Navidad nos brinda la oportunidad de compartir y convivir más cercanamente con nuestros seres queridos, de perdonar y buscar el perdón con aquellos que ofendimos o que nos ofendieron, qué más da lo que haya sucedido,  de ser mejores seres humanos,  más cálidos, respetuosos, comprensivos y amorosos, de colaborar con una familia una cena de navidad, o con una despensa, un abrigo o un juguete a un niño de escasos recursos.

La época decembrina nos compromete a generar bellos recuerdos en la vida de los demás y de nosotros mismos, como sonrisas, suspiros, abrazos, etc. No siempre debe ser material lo que ofrecemos.

Entre más cercano este el festejo del 25 de diciembre mas actividad e inquietud hay en las personas, un pasaje lindo es ver las tiendas decoradas y encendidas con las típicas lucecitas navideñas, la música navideña ya sea de villancicos o alusiva a las fechas ,  el papel de regalo brillante o de grandes Nochebuenas siempre a la mano, los moños grandes radiantes , elegantes y de colores hermosos esperando decorar ese detalle que alguien querrá guardar en anonimato temporalmente  para después  compartir con ese ser querido , en casa las madres, esposas estarán planeando que habrán de servir a la mesa que  deleite los paladares en una noche tan especial y que además pueda otro día servir de recalentado, la presencia de los buñuelos, los tamalitos, la pierna o lomo , el pavo o pollo relleno, el olor a pan, es inevitable como tradición, ya sea como plato principal para algunas familias acá del norte, o complemento para otras después de su platillo de carne en diferentes preparados según el gusto y presupuesto.

Navidad nos lleva a experimentar cambios emocionales importantes, como el amor, la armonía, es ese sentir del espíritu navideño, pero también a veces la nostalgia o tristeza de aquel ser que ya se adelanto a la muerte sobretodo en estas fechas, y más fuertemente si sucedió el 25 de diciembre como a muchos nos ha ocurrido. Sin embargo hay que salir adelante, ser felices y optimistas. Hay que vestirnos con los colores de la navidad el rojo, azul, verde, dorado o cualquier color que nos agrade, pero también hay que vestir el alma de pureza, de bondad, de cordialidad, ilusión,  alegría y perdón, tal cual lo hacen los niños con sonrisas, gritos y festejos por este bello día de Natividad, el nacimiento del niño Jesús.

Navidad nos invita a visitar o a comunicarnos con amigos que hace tiempo no veíamos y que sin embargo son importantes en nuestra vida, o bien habrá quien nos haga una llamada de felicitación o para saber si estaremos en casa para recibirlos y convivir ese día en armonía a veces de fiesta y relajo, como quiera que sea solo hacerlo con responsabilidad y respeto a nuestros semejantes.

Una oración será importante si no podemos asistir a la casa de Dios en cualquiera de la Religión o creencia que tengamos.

“Vivamos pues” la Navidad con alegría en nuestros corazones agradeciendo  la oportunidad que nos da la vida de disfrutarla una vez más en el calendario de  nuestra existencia terrenal. Sé feliz y haz feliz a quienes te rodean ya sea familia o seres cercanos.

Y a pasar una muy, ¡Muy Feliz Navidad!

Sinceramente: Laura Velarde.

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