Por temor a ser estigmatizados, personas evitan pedir ayuda en casos de rickettsia

ESPECIAL, SEP. 12.- La problemática de la rickettsia sigue latente en Sonora, pues la estadística señala que seis de cada 10 casos confirmados terminan en defunción, lo que representa una letalidad del 57%. De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud en Sonora, en lo que va del 2023 se contabilizan 44 defunciones, de un total de 77 casos registrados.

Mucho se habla sobre el peligro de esta enfermedad, pero poco se analiza, pues especialistas en salud señalan que esta problemática se presenta con mayor incidencia debido a un descuido social, es decir, la comunidad no toma las medidas preventivas ni realiza las acciones necesarias para que la situación mejore.

El municipio con más defunciones a causa de rickettsiosis en el Estado es Hermosillo, con un total de 30 personas que han perdido la vida por no recibir el tratamiento correspondiente en el tiempo requerido.

Universo Ortiz Arvallo, director de epidemiología compartió para El Sol de Hermosillo por qué esta enfermedad sigue siendo tan letal para la población sonorense.

“El perro juega un papel importante en esta problemática porque entre más perros tengamos en nuestra comunidad, los cuales no sean atendidos como debe de ser, estos van a estar ectoparasitados, es decir van a tener más cantidad de garrapatas y obviamente se van a reproducir más, lo que va a generar un círculo”, mencionó.

Para frenar esta situación, dijo, se requiere especial atención en tres enfoques distintos: salud animal, salud ambiental y salud humana, elementos que deben ser conjuntados para que sean entendidos como una sola salud, pues mientras se enfoque sólo en uno de ellos, la problemática pública seguirá presente, sin lograr tener un control adecuado.

Apuntó que es importante hablar sobre cómo las condiciones ambientales y geográficas son pieza clave para la reproducción de la garrapata transmisora de Rickettsia Rickettsii, como es su nombre científico, pues el clima de Sonora hace que estos animales tengan una mayor proliferación.

José Luis Alomía, secretario de Salud en el Estado, reconoció que aún no se tiene una situación controlada, pues basta con revisar la estadística de los últimos 10 a 12 años, sin embargo, dijo, el hecho de que Sonora siempre se mantenga en los primeros lugares de las estadísticas a nivel nacional tiene que ver también con el sistema de vigilancia epidemiológica de la enfermedad que se aplica.

“Eso es debido al sistema de vigilancia epidemiológica que se tiene en Sonora, que no se tiene en otras entidades federativas; en dónde tenemos el marco analítico, específico y correspondiente para identificar la presencia de Rickettsia Rickettsii, que es la que produce la enfermedad”, puntualizó.

Tabú en la sociedad provoca una desatención médica

Recientemente se atendió en la ciudad de Hermosillo a una señora mayor de 80 años que contaba con una gran cantidad de garrapatas en su cuerpo, por lo que comenzó a presentar síntomas que fueron atendidos con inmediatez, así como un correcto seguimiento del caso por parte de Secretaría de Salud, dónde descubrieron que la casa de la afectada, ubicada en la colonia El Mariachi, al Oriente de la ciudad, se encontraba en condiciones muy deplorables para que pudiera ser habitada.

En este sentido, se habla de un “tabú” que sigue presente en la sociedad, lo que provoca un temor al aceptar o comunicar que, ya sean sus perros o su casa, cuentan con estos animales (garrapatas) y en consecuencia no reciben una atención oportuna hasta que la enfermedad ya ha avanzado.

Asimismo, es importante entender que esta afección no respeta grupos de edad y esto se puede comprobar en las defunciones que se han registrado hasta hoy, donde se incluyen, desde niños hasta adultos mayores, por lo que es fundamental dirigir las estrategias en la mejora del problema hacia todo lo que tenga que ver con un mejoramiento en la situación ambiental.

Otra de las problemáticas que influyen en el aumento de casos de rickettsia, señalada por la médica Kenia Siari Yocupicio, consiste en la cantidad de perros callejeros que hay en los diferentes municipios del Estado, ya que, al primer contacto con un perro de casa, la garrapata rápidamente puede cambiar de huésped y comenzar a esparcir la enfermedad en una zona considerada higiénica.

Es aquí donde se debe aplicar al pie de la letra la nueva Ley de Bienestar Animal que está en vigor en Sonora, donde Universo Ortiz Arvallo señala que la Secretaría está en proceso de reforzar las capacidades técnicas y operativas de las instituciones de bienestar animal para poder generar estrategias de atención hacia perros callejeros, sin llegar al punto de quitarles la vida.

“Lo mínimo sería la cuestión de la esterilización para garantizar que estos animales ya no se sigan reproduciendo y que en el lapso de una o dos generaciones podamos tener bajo control esta fauna callejera, esto sumado a la conciencia de la sociedad, ya que mientras que sigamos teniendo personas a las que no les importen o abandonen a los perros, por más campañas que se hagan va a seguir presente el problema”, finalizó.

Para hablar de una solución se tendría que aplicar conciencia en la totalidad de sonorenses respecto al cuidado de sus mascotas, pues, aunque parezca algo sencillo, este aspecto es punto clave para que la rickettsia pueda ser considerada bajo control absoluto, ya que, a pesar de que existe una disminución de padecimientos en comparación a otros años, la letalidad va en aumento.

Por Roxana Izaguirre | El Sol de Hermosillo

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