Jóvenes de Sonora sufren estrés y depresión ante su ingreso a la universidad
El detonante es la incertidumbre de su educación superior, y el temor a ser juzgados por las decisiones que tomen
ESPECIAL, ago. 18.- Elegir una carrera universitaria que abrirá paso al futuro laboral es la principal razón por la que los adolescentes en Sonora presentan un problema en su salud mental; experimentan ansiedad, depresión y estrés… Como consecuencia de la presión social, especialmente la que viene de familiares.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), define la salud mental como “el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el entorno sociocultural que los rodea; incluye el bienestar emocional, psíquico y social e influye en cómo piensa, siente, actúa y reacciona una persona ante momentos de estrés”, por lo que se resume en que, es la base para el bienestar y el funcionamiento efectivo de una persona y su entorno.
Diana Cuéllar Ballesteros, maestra en terapia familiar sistémica y directora del Centro de Apoyo y Desarrollo Integral, comparte para El Sol de Hermosillo que de cada 10 adolescentes que estudian el último año de preparatoria, al menos siete presentan estrés o depresión, debido la incertidumbre de lo que le espera a corto plazo una vez que comience con su educación superior.
“Este año han sido más los casos de depresión, pero he visto más involucramiento de las familias; hace cuatro años dejaban al adolescente en recepción y se iban, pero ahora los papás se quedan y participan en dinámicas de las sesiones, que han incrementado considerablemente, se podría decir que se han dobleteado los casos”, mencionó.
Asimismo, detalla que el principal factor que influye en que estas emociones se manifiesten en el adolescente, es que se le exige pasar a la etapa de adulto mientras aún no se encuentra preparado para hacerse responsable de decisiones y acciones propias para su bienestar.
Familias acompañan a jóvenes a terapia
La Universidad Latina (Unila) señala que la relación mente-cuerpo, ha sido un tema muy presente entre docentes y padres de familia en los últimos años, debido a que cada vez es más común presenciar casos de estudiantes que se enfrentan a estos desequilibrios emocionales y que, lamentablemente, dejan estragos en su vida personal mientras afectan su rendimiento escolar.
Si bien, quienes se encuentran en el último año de preparatoria son más propensos de tener estrés, muchos de los estudiantes que presentan algún problema de salud mental prefieren evitar hablar sobre sus emociones pues temen ser juzgados en la etapa universitaria, por lo que la Unila, considera necesario incorporar un modelo de educación para salud mental basado en el diseño de actividades educativas y estrategias didácticas que favorezcan el bienestar emocional del alumnado.
“Muchos jóvenes se dan cuenta que no era la carrera que ellos querían y por no defraudar a sus familiares se enfrentan a un momento de estrés, ansiedad e incluso depresión, al no manifestar sus emociones por miedo a lo que van a pensar de él”, explicó Diana Cuéllar.
Un estudio realizado en 2002 por Reinhard Pekrun, científico psicológico e investigador educativo, señala que los estudiantes experimentan una amplia variedad de emociones en su entorno académico, mismas que se relacionan con la motivación y la personalidad de cada uno de ellos, además habla sobre cómo las emociones académicas han sido descuidadas en gran medida por la psicología educativa.
Para combatir esta problemática, la Secretaría de Salud Sonora implementa un programa de atención a la salud mental que tiene como objetivo principal otorgar servicios de prevención y promoción con un enfoque de equidad e inclusión, pues esta problemática se presenta de manera más constante durante este año, donde especialistas en atención psicológica aseguran que los casos de estrés y depresión en los estudiantes se han dobleteado en comparación al año pasado (2022).
La salud mental se afectada desde la infancia
Al entender que la salud mental se trata de un equilibrio en todas las áreas de desarrollo personal, se puede identificar cómo desde la infancia pueden presentarse señales de estrés o ansiedad, al perder rápidamente el interés a diversas actividades que deben realizar los niños o niñas, debido al exceso de pantallas y videojuegos.
Los comportamientos más comunes que presenta un pequeño es tener poca paciencia y manejar en menor medida la tolerancia ante cualquier situación que se le presente, por lo que se considera de gran importancia atender la salud mental desde una temprana edad.
Por Roxana Izaguirre
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