Sobre el Beisbol en México

Un primer acercamiento al negocio detrás de un deporte que sigue ganando popularidad en México

ESPECIAL, jun. 23.- “Nosotros tenemos claro que estamos en la industria del entretenimiento y competimos con el fútbol, con el basquetbol, con el fútbol americano, pero también competimos con Netflix, con el restaurante, con el cine, con las vacaciones. Competimos con todas las otras alternativas que tú tienes en lugar de dedicarle 3 o 4 horas al estadio”.

Luis Alberto González es el director general de Charros de Jalisco, uno de los 10 equipos de beisbol que juegan en la Liga Mexicana del Pacífico.

“El beisbol es un deporte, pero detrás de eso hay un negocio que implica una responsabilidad como cualquier otra empresa”, señaló en entrevista con Whitepaper.

El fútbol es, sin duda, el deporte con mayor impacto cultural en México. Pero esto no quita que el beisbol se mantiene también como un deporte muy relevante en el país, y especialmente en algunas regiones.

En EUA, los partidos de la Major League Baseball registraron casi 62 millones de asistentes en la última temporada. En México el beisbol profesional tuvo más de 11 millones de asistentes. Pero en EUA hay más juegos y la población es mucho más grande; controlando estos factores, en EUA la asistencia por juego por cada millón de habitantes sería de 79, mientras que en México alcanza los 100. Pareciera tener más peso aquí.

Por otro lado, una reciente encuesta a personas de entre 16 y 69 años encontró que, de una lista de 36 países, México es donde hay más interés tanto en la Major League Baseball, como también en el campeonato World Baseball Classic — por encima de países como Japón, Corea y Colombia.

El presidente de la Liga Mexicana del Pacífico, Carlos Manrique, explicó que cada equipo tiene básicamente cuatro fuentes propias de ingresos: la taquilla, alimentos y bebidas, patrocinios, y merchandising. Además, la liga comercializa de manera centralizada los derechos de televisión y los patrocinios más grandes, y los remanentes — después de cubrir los costos administrativos y de operación del torneo — se distribuyen de manera equitativa entre todos los equipos.

Toda proporción guardada, es un esquema similar al de la NFL y que busca cuidar el nivel de competitividad entre equipos grandes y chicos. Algunos, como Tomateros de Culiacán o Sultanes de Monterrey son respaldados por empresas grandes (Casa Ley y Multimedios, respectivamente) y por lo tanto tienen acceso a más recursos. Otros, como Algodoneros de Guasave o Mayos de Navojoa son más bien equipos familiares. En este sentido, el peso de los ingresos generados por los derechos de transmisión y por los patrocinios centrales son más, o menos, importantes.

Por Rene Lankenau y José Perales

www.whitepaper.mx

Botón volver arriba