¿Por qué no se debe ingerir alcohol cuando se toman antibióticos?

ESPECIAL, mar. 24.- El consumo de bebidas alcohólicas y su impacto sobre la salud humana ha sido un tema ampliamente estudiado por la ciencia, debido principalmente a que su ingesta es una práctica muy común en muchas culturas del mundo y a que, al ser un producto elaborado a base de diferentes tipos de cereales y alimentos, se presume que pudiera tener determinados beneficios para el organismo.

Sin embargo, a pesar de las propiedades nutricionales que pudiera tener una bebida alcohólica, los beneficios pudieran ser insignificantes cuando no se consume de forma moderada; es decir, cuando la ingesta es en mucha y con demasiada frecuencia. Entre otras, una manifestación de esta condición es cuando una persona se encuentra en un tratamiento médico con base en antibióticos.

Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para tratar infecciones bacterianas, y si bien son efectivos para combatir dichos padecimientos, existe una clara indicación médica de que consumir alcohol durante el tratamiento con antibióticos puede tener consecuencias en la salud o provocar efectos secundarios negativos.

Fernando Ayala Zavala, investigador del Laboratorio de Tecnologías Emergentes del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), comentó que si se ingiere alcohol mientras se está bajo tratamiento con antibióticos, el hígado tendrá que realizar un mayor esfuerzo para procesar ambos compuestos. Esto afecta la respuesta de nuestro cuerpo ante la infección, lo que a su vez podría retrasar la recuperación y aumentar el riesgo de complicaciones adicionales.

En ese sentido, agregó que la combinación de alcohol y antibióticos puede provocar efectos secundarios importantes como mareos, náuseas, vómitos, dolor abdominal, sudores fríos, palpitaciones y cambios en la presión arterial. También puede aumentar el riesgo de daño hepático y disminuir la capacidad del cuerpo para combatir la infección, reiteró.

El académico resaltó que es indispensable seguir las instrucciones de profesionales de la salud en cuanto a la dosis y la duración del tratamiento, y abstenerse de consumir alcohol durante este período. Asimismo, señaló que se debe esperar al menos veinticuatro horas después de finalizar el tratamiento antes de consumir alcohol, ya que el fármaco puede permanecer en el sistema durante varias horas después de haber sido tomado.

Por último, subrayó que la recuperación de la salud es lo más importante; priorizar el bienestar y resistir la tentación del alcohol mientras se toman antibióticos es esencial para evitar complicaciones y garantizar una recuperación rápida y efectiva.

¡Hazle un favor a tu cuerpo y dile “hasta luego” al alcohol mientras te recuperas!

www.ciad.mx

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