La marcha del domingo, un parteaguas para los navojoenses, seguimos arrodillados o protestamos en defensa de nuestros intereses
ESCENARIO POLÍTICO
José René Rosas
Históricamente, los ciudadanos navojoenses no son muy afectos a la empatía, al reclamo social y a la movilización organizada, mucho menos a la resistencia civil ante embates y abusos de los gobiernos en turno, más bien el antecedente registra una marcada apatía relativa a conductas de rebeldía y emancipación. Tal vez esta singularidad del pueblo de Navojoa sea la constante para que las autoridades municipales que se han sucedido en el ayuntamiento en épocas recientes, hayan hecho del presupuesto y los recursos del erario, una fuente inagotable para el desvío de recursos públicos que ha derivado en prácticas de corrupción cada vez más evidentes y por añadidura, en el enriquecimiento ilícito de los alcaldes en turno y las camarillas de ladrones que los rodean.
En este contexto, el marcado desdén ciudadano será puesto a prueba el próximo domingo 9 de febrero, fecha en que diversos actores, líderes sociales, políticos y empresariales, están convocando a una amplia manifestación en protesta por el incremento en los índices del impuesto predial y el alza en las tarifas del servicio de agua potable a la población, ubicados en rangos de hasta un 300 por ciento en los valores catastrales y el 20 por ciento de aumento al recibo mensual de Oomapasn, el organismo operador del agua en Navojoa.
Al respecto, contrario a lo que el presidente Jorge Alberto Elías Retes viene pregonando, en relación a que el gobierno local está abierto al diálogo para realizar ajustes al tema en discusión, el munícipe no está dispuesto a echar atrás la decisión del incremento impositivo, al menos no en este año fiscal 2025, confirmando el adagio popular que “palo dado, ni Dios lo quita”. Por consiguiente, en los sucesivos períodos anuales el predial y el gasto de agua seguirán su tendencia alcista, jamás un impuesto ya aplicado disminuye sino a la inversa, se indexa a la inflación y la espiral hacia arriba no se detiene; necesariamente, un incremento fiscal arrastra a otro y esto apenas es el comienzo.
En otras palabras, valga la expresión, “el garrotazo” está dado y la duda es si en verdad los navojoenses seguirán, como siempre, poniendo la otra mejilla, soportando golpe tras golpe. Por lo pronto, en las redes sociales y en medios de comunicación comienzan a aparecer sesgos de la inconformidad creciente, gradualmente, organismos y liderazgos diversos ponen sobre la mesa la coyuntura del rechazo generalizado a la medida fiscal, para que esta se traduzca en franca desobediencia civil, prendiendo la mecha de la insurrección este domingo 9 de febrero. Será ésto posible en mi querida Navojoa o seguiremos arrodillados ante el nefasto abuso de poder?.