Día de la Candelaria: los tamales, un alimento popular de los mayas y mexicas

ESPECIAL, feb. 2.- Como cualquier platillo tradicional basado en el maíz, es bien sabido que los tamales tienen su origen en el México prehispánico, pero ¿qué importancia se le daba y cómo se convirtió en el alimento protagonista del día de La Candelaria cada 2 de febrero?

Los registros arqueológicos más antiguos que se tienen hasta ahora evidencian que, para los mayas, era un platillo importante, pues llegaban a considerarlo como ofrenda para sus dioses.

Así lo demuestra, por ejemplo, la imagen de una mujer arrodillada ofrendando una vasija de tamales al dios del maíz en un mural del sitio arqueológico de San Bartolo, en Petén, Guatemala. Esta pintura, que data de hace poco más de 2 000 años, es considerada el testimonio arqueológico más antiguo de los tamales.

En el sitio de Calakmul, Campeche, también hay evidencia iconográfica de la presencia de este alimento en la cultura maya. Ahí, en un mural se aprecia a una mujer ofreciendo un plato con tamales a otra persona. Una leyenda que acompaña la escena la describe como “persona de los tamales”.

Un tamal para cada cultura prehispánica

Según el arqueólogo Enrique Vela, los registros iconográficos y epigráficos sobre su consumo en la época prehispánica abundan, por lo que “es posible suponer que la manera común de preparar el maíz, en muchas regiones, y desde épocas remotas, fue lo que conocemos como tamal, es decir, una porción de masa de maíz –mezclada o rellenada con otros ingredientes–, envuelta en hoja y cocida al vapor”.

En un artículo publicado en 2017 en la revista Arqueología mexicana, el arqueólogo asegura que, además de los mayas, los mexicas y otros pueblos indígenas del México antiguo también consumían tamales, posiblemente con sus propias características e ingredientes, tal como sucede en la actualidad.

Enrique Vela asegura que en su Códice Florentino, Fray Bernardino de Sahagún también dio cuenta de la diversidad de tamales que existían en el siglo XV, en la época de la Conquista.

El antiguo cronista da cuenta en ese documento los tipos, usos, las ocasiones que se consumían, hasta cómo se preparaban.

Esas referencias demuestran que el tamal ha traspasado distintas épocas y que se ha mantenido como un alimento fundamental en la gastronomía mexicana.

Los tamales de La Candelaria

Sobre su relación con la festividad de La Candelaria, que se celebra cada 2 de febrero, no hay datos duros que indiquen cuándo inició exactamente esta tradición, pero sí se puede pensar que se trata de un ritual prehispánico que, como muchas otras festividades, evolucionó, se adaptó, se fusionó con elementos de otras tradiciones y obtuvo el rostro actual.

Hoy, en México, es una festividad que marca el cierre del ciclo navideño y en la que se comparte tamales, especialmente entre aquellos que hallaron el Niño Dios en la Rosca de Reyes del 6 de enero.

El profesor-investigador del Colegio de Gastronomía de la Universidad del Claustro de Sor Juana, Gustavo Romero Ramírez, refiere que en la época prehispánica existía una repartición de tamales de amaranto con quelites llamada Huauhquiltamalqualiztli, celebrada a fin del año náhuatl. Este festejo coincidía con el actual mes de febrero.

Según el investigador, hay otras dos festividades que tienen relación con la fecha en que se celebra La Candelaria en México: Las lupercales, -en referencia a Luperca, la loba que, según la leyenda, alimentó a Rómulo y Remo-, que se celebraban en la Antigua Roma cada 15 de febrero para promover la salud y la fertilidad; y una celebración de Oriente, relacionada con la luz, que después fue adoptada por el cristianismo al relacionarla con la vida de Jesús y los 40 días posteriores a su nacimiento, cuando se presentó en el templo, y que hoy corresponde al 2 de febrero.

“Si bien se sabe que estos son los antecedentes de La Candelaria en México, no se sabe con certeza cuándo (los tamales) quedaron incrustados en esta celebración”, afirma el investigador.

¿Dónde degustar tamales?

Lo que sí se sabe es que, en la actualidad, en México hay tantas variantes de tamales como culturas y tradiciones. Una muestra de esa riqueza culinaria se puede ver y degustar en la XXXI edición de la Feria del Tamal en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP), que reúne a 50 expositores provenientes de 10 entidades de la República Mexicana y cinco países de América Latina, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela.

Ahí se podrán degustar tamales de diversas formas y sabores hasta este 2 de febrero.

Información de www.reporteindigo.com

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