Nearshoring y vehículos eléctricos, oportunidades para el cobre de Sonora

A pesar de las buenas condiciones del mercado y la alta demanda de minerales, el sector enfrenta desafíos significativos, especialmente en el ámbito legal y de regulación.

ESPECIAL, mayo 31.- Para la producción de un automóvil eléctrico promedio se requiere casi 100 kilos de cobre, en comparación con los 25 kilos necesarios para uno regular, dato que destaca la creciente demanda de cobre, impulsada por la transición energética hacia vehículos eléctricos y energías limpias, dijo David Ramos Félix, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas Metalurgistas y Geólogos de México en Sonora.

“Sonora produce más de 70% del cobre a nivel nacional, consolidándose como uno de los principales actores en la industria minera del país”, explicó a El Economista, en el marco del foro Retos de la Minería Mexicana.

El cobre es crucial en la transición hacia energías más limpias debido a su alta demanda en la generación de energía solar, eólica y bioenergía. Además, la creciente producción de vehículos eléctricos, que requiere significativamente más cobre que los vehículos de combustión interna, está impulsando aún más esta demanda.

Ramos Félix refirió que con la transición hacia energías limpias y el incremento en la producción de autos eléctricos la demanda de cobre seguirá en ascenso, lo cual representa una oportunidad para Sonora.

La entidad cuenta con importantes operaciones minero-metalúrgicas, entre las que destacan Buenavista del Cobre, La Caridad, Pilares y Piedras Verdes. Estas minas son esenciales no sólo para la producción de cobre, sino también para la economía regional y nacional.

En el 2023, el cobre aportó 27.7% del valor de la producción total de la minería no petrolera en México, posicionándose como el segundo mineral más valioso después del oro, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

Desafíos y riesgos

A pesar de las buenas condiciones del mercado y la alta demanda de minerales, la minería en Sonora enfrenta desafíos significativos, especialmente en el ámbito legal y de regulación.

La incertidumbre legislativa y la falta de claridad en las políticas gubernamentales están frenando el avance de nuevos proyectos y la inversión extranjera, “la certeza jurídica y las condiciones favorables son cruciales para atraer inversiones y desarrollar la cadena de valor del cobre y otros minerales en el estado”.

La relocalización de empresas y el nearshoring presentan oportunidades para la minería. Aunque ha habido acercamientos y reuniones con el gobierno y asociaciones, aún no se ha visto una transición concreta hacia nuevos proyectos. “Estamos trabajando con el sector educativo, empresarial y gremial para buscar soluciones y promover la minería en Sonora”, afirmó David Ramos.

Respecto a la iniciativa legislativa para prohibir la minería a cielo abierto, señaló que Sonora depende significativamente de este tipo de minería, que constituye alrededor de 90% de la actividad en la región y sostiene 146,000 empleos directos e indirectos. “El cierre o prohibición de la minería a cielo abierto tendría un impacto devastador en la economía y el empleo de la región”, alertó Ramos Félix.

La minería de cobre en Sonora es esencial no sólo para la economía del estado, sino también para la economía nacional y la transición hacia energías limpias.

Las políticas y estrategias adecuadas pueden impulsar su desarrollo sostenible, asegurando que Sonora siga siendo un líder en la producción de cobre y un pilar económico clave para México.

“La demanda creciente de cobre, especialmente por la industria de vehículos eléctricos, ofrece grandes oportunidades para el futuro de la minería en Sonora”, concluyó Ramos Félix.

La minería de cobre en Sonora es esencial para la economía del estado.

Información de: www.eleconomista.com.mx

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