Animales venenosos más comunes en Sonora
Conoce a estos animales que te tienen tanto miedo como tú a ellos, pero no dudarían en defenderse con su veneno
ESPECIAL, abr. 22.- En un buen día, la naturaleza de Sonora puede ser agradable, hermosa y darnos incontables aventuras, pero en otros, puede ser un verdadero peligro para nuestra vida.
No solo es el calor del desierto y el frío de las montañas nevadas de la sierra lo que puede arruinarte el día en el estado, también habitan aquí especies venenosas que te conviene evitar tanto, como ellas nos evitan a nosotros. Te presentamos una lista con (solo algunos) de los animales venenosos que puedes encontrar en el estado:
Serpientes de cascabel
¿Has escuchado su sonido en la vida real? Aunque por la televisión ese cascabel ya es intimidante, en la realidad puede llegar a serlo mucho más. Y no es para menos, la serpiente de cascabel de cola negra (Crotalus molossus nigrescens) y la diamante occidental (Crotalus atrox) pueden ser verdaderamente peligrosas para los humanos.
Afortunadamente estas serpientes, como muchos animales de esta lista, prefieren vivir alejadas de las personas, pero en ocasiones se les puede encontrar bajo escombros, en construcciones poco frecuentadas u otras partes de asentamientos humanos, especialmente en zonas rurales.
En caso de encontrar una, lo más recomendable es llamar a personal capacitado para que se encargue de su reubicación, una mordedura puede poner la vida en riesgo y requiere atención médica inmediata.
Alacranes y escorpiones
El alacrán de Sonora (Centruroides sculpturatus) es uno de los más venenosos de Sonora. Su picadura es sumamente dolorosa y puede llegar a causar la muerte en algunas personas, especialmente niños o personas con reacciones alérgicas.
El escorpión gigante de Sonora (Hadrurus arizonensis, conocido por su característico color, puede encontrarse en muchas partes del estado y tiene un potente veneno, además de su gran tamaño en comparación con otras especies.
Arañas violinistas y viudas negras
Aunque la mayoría de las especies de arañas tienen veneno, son pocas las que tienen la capacidad de afectar a las personas. Entre ellas están dos que son comunes en sonora, y que puedes encontrar incluso viviendo en tu propia casa:
La araña violinista (Loxosceles spp.), conocidas también como “arañas de rincón”, gustan de vivir en lugares estrechos y oscuros, como detrás de muebles o en sótanos. Su mordedura causa daños en la piel y los tejidos circundantes, pudiendo causar heridas de consideración si se deja desatendida.
La viuda negra (latrodectus mactans), sin duda la más conocida de las arañas venenosas de Sonora, se caracteriza por esa marca en forma de reloj de arena en el abdomen. En personas sensibles al veneno la picadura puede causar reacciones graves, por lo que requiere atención médica inmediata. El encuentro con estas arañas es uno de los incidentes relacionados con insectos más comunes que llegan a los centros médicos de Sonora.
Abejas africanizadas
Estas, como su nombre lo indica, no son nativas de Sonora. Las famosas abejas africanas también tienen nidos en nuestro estado. Al igual que en otras partes de México, es conveniente evitar acercarse a estas abejas dado que tienden a ser más agresivas que sus parientes americanas.
Aunque una picadura de abeja puede parecer inofensiva, existen personas que pueden desarrollar reacciones alérgicas, especialmente peligrosas si más de una ocurre al mismo tiempo.
Lagarto de gila
El lagarto de Gila es una de las especies venenosas más conocidas del norte de México. Cuando el lagarto muerde a su presa o en defensa propia, inyecta sustancias como neurotoxinas y péptidos, que pueden causar daño al organismo.
Para los humanos un encuentro con el lagarto de gila puede ser sumamente doloroso. Afortunadamente se trata también de un animal tímido que evitará el contacto con las personas.
Raya redonda
Uno de los animales más incomprendidos del mar sonorense, la cola de las rayas tiene una espina que usa para defenderse de los depredadores, como tiburones pequeños o lobos marinos. Su veneno contiene toxinas que causan dolor, inflamación y calambres en el área afectada.
Al contrario de lo que se piensa, esta picadura no representa peligro para la vida humana en la mayoría de los casos, a menos que se trate de una persona con alergia.
Por Jesús Félix
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