Nueva ministra, lo mismo pero más barato
ESPECIAL, dic. 15.- La designación de la nueva ministra de la SCJN terminó en un fiasco. El presidente López Obrador ejerció su facultad constitucional y designó a la morenista más radical: Lenia Batres Guadarrama.
Fue su modo de decirle a la Suprema Corte que la embestida emprendida en contra del Poder Judicial apenas comienza y que el eje Yasmín-Loretta se fortalece en el pleno de la Sala Superior.
El desenlace pudo ser diferente si López Obrador no fuera tan testarudo. Tenemos confirmado que le dijo “no” a la elección de los dos magistrados que le faltan al sacudido Tribunal Electoral.
Su postura echó por la borda la avanzada negociación que traían los senadores de Morena Eduardo Ramírez y Ricardo Monreal, con el líder real de MC, Dante Delgado.
El partido naranja estaba dispuesto a darle al oficialismo los votos que necesitaba para que la nueva ministra se eligiera con el aval de la Cámara alta.
A cambio, pedía un “acuerdo integral” que implicaba, además de los nombramientos señalados, la designación de magistraturas en las salas regionales del citado tribunal.
Pero también de los integrantes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, y las magistraturas de Sala Regional del TFJA.
Pedía igualmente una opinión jurídica de la situación del Tribunal Electoral, después de la obligada renuncia de su presidente, Reyes Rodríguez, por “pérdida de confianza” de tres de sus cinco magistrados en funciones.
Los siete puntos fueron llevados la semana pasada por el senador Eduardo Ramírez, presidente de la Jucopo, a la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde. Después de consultarlos con YSQ, la respuesta fue un “no” contundente.
Así está la “división de Poderes” que vivimos en México con los que presumen de “diferentes”. Hacen lo mismo que el viejo PRI, pero más barato.
* La designación de Lenia es una pésima señal para los contrapesos al Ejecutivo y la impartición de justicia libre de presiones políticas.
La hermana del jefe de Gobierno de la CDMX no sólo es una rabiosa militante de Morena, sino que además no tiene carrera judicial. Les va a dar mucha lata a los ministros independientes.
Batres fue rechazada por el Senado en las cuatro votaciones —dos por cada terna— que realizó el pleno. En la primera ronda quedó en último lugar, con sólo dos votos.
En su comparecencia, la nueva ministra —ya rindió protesta— dio color: acusó a los ministros de invadir facultades del Poder Legislativo y violentar el principio de actuación democrática que ha dispuesto que sólo el Poder Legislativo, en tanto representación del pueblo, produzca las normas.
También es partidaria de la propuesta de López Obrador de elegir en urna a los ministros, magistrados y jueces de la Suprema Corte. ¿Cómo imagina usted que actuaría el crimen organizado en una coyuntura así?
* El Consejo Nacional del PAN define este sábado las propuestas de los estados para el Senado. Es una oportunidad para ponderar los perfiles que mejor se apeguen a lo que otrora era tradición del azul: buenos legisladores.
Conocemos el caso del tabasqueño Juan José Rodríguez Prats. Fue excluido de las listas por no ser afín a la dirigencia nacional del azul.
No se da por vencido. Pretende ser diputado en su tierra. Quiere ayudar a que el Congreso local se posicione como verdadero contrapeso, siguiendo el ejemplo de Nuevo León, Morelos y la CDMX.
* No quiero cerrar la columna sin antes mencionar el emotivo homenaje póstumo que el Senado le rindió ayer Juan Pablo Adame Alemán, senador por un día, suplente de Miguel Ángel Mancera.
Su memoria logró lo que es deseable en un recinto legislativo polarizado: la aprobación unánime de las bancadas.
De izquierda a derecha, los oradores hablaron bien de Juan Pablo, esposo de Eli, papá de Mateo, María, Rodrigo e Inés. Hijo de mi amigo Marco Adame y de su esposa Mayela. Eso habla de lo que era Juan Pablo: un hombre de sólo 38 años, que cultivó amistades, sin importar los colores. Descansa en paz.
Por Francisco Garfias
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