Cómo cuidar nuestro corazón si padecemos obesidad
• México ocupó el quinto lugar en obesidad en el mundo y se estima que para el 2030, la cifra llegue a 35 millones de adultos.
• La obesidad aumenta el riesgo de parecer afecciones cardiacas, como los infartos.
ESPECIAL, nov. 1 (ESP/NPN).- La salud cardiaca es un tema de interés y preocupación para todos, en especial en países como México donde la cultura de la prevención ha ido tomando fuerza, debido a la magnitud de las complicaciones que giran en torno a ésta. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el primer semestre de 2022 fallecieron cerca de 105 mil personas por enfermedades cardiovasculares, la mayoría por infarto. Este tipo de casos, si bien se presentan en adultos mayores, como efectos derivados por la edad, también se hacen latentes en jóvenes, debido a malos hábitos y padecimientos como la obesidad.
Tan solo en dicho año, nuestro país ocupó el quinto lugar en obesidad en el mundo y se estima que para el 2030, la cifra llegue a 35 millones de adultos, de acuerdo con la Federación Mundial de Obesidad; y a nivel global, se alcancen 250 millones de casos, conforme a lo referido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A su vez, esta enfermedad trae consigo diversas consecuencias en la salud física y emocional, como diabetes, depresión, osteoartritis, colesterol alto e hipertensión, siendo esta última la más constante y peligrosa, pues aumenta la posibilidad de padecer un problema cardiaco. Es por ello que BIB System, programa de pérdida de peso diseñado en 2 partes para ayudar a alcanzar los objetivos de pérdida de peso, te comparte algunas recomendaciones a tomar en cuenta para cuidar tu corazón, especialmente si tienes obesidad.
• Mantén una dieta saludable: Llevar una alimentación balanceada es una de las mejores maneras de cuidar nuestra salud, especialmente si tenemos obesidad, ya que nos ayudará a regular los niveles de colesterol, eliminar toxinas del cuerpo y bajar de peso. Recuerda que no se trata de comer menos, sino de comer bien. Para ello, lo ideal es que te acerques con un nutriólogo para establecer una dieta apropiada para ti.
• Evita el consumo de sustancias tóxicas: Uno de los factores que incrementan el riesgo de tener un evento cardiaco es consumir sustancias nocivas, como el tabaco, alcohol y estupefacientes, por ello los especialistas recomiendan eliminarlos. Actualmente existen muchos métodos validados para dejar de fumar o beber, a los cuales puedes tener acceso mediante instituciones de salud.
• Baja de peso: Esta medida es una de las más cruciales para reducir la carga sobre el corazón, y una de las más difíciles de sobrellevar por el desafío que implican. No obstante, existen alternativas que cuentan con planes completos para ayudarte, un ejemplo es el Sistema BIB: 4 Pilares para la pérdida de peso, el cual consta de acompañamiento psicológico, nutricional, un asesor de actividad física y la colocación de un balón intragástrico, logrando 3.1 veces más la pérdida de peso, de una forma segura, en comparación con otros métodos, como dietas extremas.
• Chécate con frecuencia: Una de las mejores formas de controlar tu cuerpo es conociéndolo. Monitorear tus niveles de azúcar, presión arterial, peso, medidas y los niveles de colesterol, te ayudará a saber si te encuentras en riesgo de padecer otras enfermedades, así como qué tipo de acciones debes implementar para tratarlos.
• Acude al médico ante cualquier señal de alarma: Si en algún momento presentas síntomas de malestar como náuseas, mareos, dolor intenso en el pecho, espalda o brazo izquierdo, no dudes en acudir al doctor ya que pueden ser señales de un infarto o afección cardiaca. Lo mejor es no esperar al último momento, sino actuar desde la primera molestia.
México es uno de los primeros lugares a nivel mundial en obesidad y las enfermedades cardiacas son de las principales causas de muerte, por ello no podemos darnos el lujo de ignorar las medidas. Si bien, las instituciones de salud pública están implementando programas de información, prevención y atención, la parte más importante nos corresponde a nosotros de manera individual. Si tienes dudas de lo que puedes hacer, acércate a un especialista, no estás solo.