Colocan tapancos en las casas de integrantes de la etnia Mayo
NAVOJOA, Sonora, oct. 26 (NPN).- Cada 24 de octubre en los patios de sus casas integrantes de la etnia Mayo instalan tapancos, una tradición ancestral con la que reciben a las “ánimas”, es decir a sus fieles difuntos, reveló Francisco Borbón Morales.
“Es una tradición que data de antes de la llegada de los españoles y se coloca el 24 de octubre que es cuando inicia la novena y hasta el 2 de noviembre cuando se van las ánimas”, agregó el promotor cultural de la etnia Mayo.
El director de la Casa de la Cultura de Pueblo Viejo, resaltó que el tapanco consta de cuatro horcones que pueden ser de mezquite o guacaporo a los que se les retira la cáscara para que el aroma atraiga a las ánimas.
“El mezquite es el árbol sagrado de la etnia, tienen mucho aroma, en la parte de arriba lleva una cama de carrizo que es donde se colocan las ofrendas que es la comida o bebida que más le gustaba al difunto”, abundó.
Borbón Morales agregó que además lleva dos cruces con la cara a la salida del sol, una en la parte de arriba del tapanco que es la que recibe los primeros rayos del alba y otra que va en la parte de abajo y simboliza la bendición así como el camino del espíritu.
“Algo fundamental que nos marcaron nuestros antepasados es que el tapanco debe estar a una altura de 1.75 a 1.80 metros.
De acuerdo al Centro Cultural Indígena ‘Yolem Tekia’ (El quehacer del yoreme), el tapanco se coloca los días 24 de octubre, como parte del novenario para el próximo dos de noviembre.
El tapanco está elaborado con palos de mezquite o guacaporo, mientras que el techo debe ser de carrizo. En cuanto a su altura, debe de ser de 1.80 metros, o del tamaño del miembro más alto de la familia. Esto no es para que los perros o los niños no alcancen las ofrendas, sino que según la creencia, el alma de los fieles difuntos no puede bajar a determinado nivel o la tierra lo jalará y si lo jala, para poder retirarse al otro mundo se lleva a un miembro de la casa”, confesó.
Como parte de la ofrenda, dijo quiere se tiene que colocar el alimento y la bebida preferida de sus fieles difuntos, para que su alma regrese momentáneamente con su familia.
«También veladoras, flores de papel que tienen que ser elaboradas por los mismos familiares para que su aroma y esencia se queden impregnadas y guíen el espíritu de sus difuntos al mundo terrenal», puntualizó.