Cosas que odiamos los sonorenses
El “tiempo de calor” no solo es en la temporada de verano, por eso, los habitantes del desierto heredamos estos miedos
ESPECIAL, jul. 17.- Cada lugar del país tiene costumbres, productos regionales y aspectos que lo caracterizan; en Sonora, obviamente, tenemos los propios y algunos tienen que ver con la temporada de calor, y también con el verano, que no son la misma cosa.
De inicio, hay que aclarar que el verano inicia en junio, pero muchas veces, es noviembre, temporada de otoño, y los sonorenses seguimos en la lucha con días de altas temperaturas.
Sobre estos fenómenos, Alan López, quien en Tiktok es Cuadrangular99, revela tres de los miedos que experimentamos los sonorenses. Veamos.
¿Cuáles son los peores miedos de los sonorenses?
Alan López revela que cuando los sonorenses vamos a comer carne asada, es un sacrilegio que alguien saque las Tortillinas Tía Rosa.
Esto no es porque sea un producto comercial, sino porque uno de los elementos regionales que nos caracterizan en México, en algunos puntos del sur de Estados Unidos y hasta en otros países donde haya un connacional, es el sabor de las tortillas de harina de trigo, independientemente del tamaño que sean.
Quien saca las tortillinas, no nos representa, señala el influencer. Y es cierto; esto lo pueden comprobar quienes reciben como visitante a algún sonorense, porque en su equipaje siempre lleva -entre otras cosas- un paquete de tortillas de harina.
“Un sonorense, jamás te ofrecerá Tortillinas Tía Rosa”, declara contundente.
Cheve fría, sí o sí
Otro de los temores de los sonorenses es la cerveza caliente, haga frío o calor, consumimos la cheve bien helada.
Para beberla, generalmente pasa por el ritual de sacarla de la vitrina de algún establecimiento, transportarla en hielera o dentro de una bolsa con hielos, meterla al congelador (o en más hielo) y luego tomarla “helaaaaaaaada”.
Como complemento del ritual anterior, hay quienes congelan el tarrito o vaso en el que la van a servir para luego disfrutar de unos buenos tragos. Los sonorenses consideran que así se mitiga el calor.
Metales, asientos… ¡Nooooo!
Otro temor de los sonorenses, relacionado con los días calurosos, son los objetos que hay al interior de un carro. Esté o no esté la unidad en el sol, hay partes de esta que nos recuerdan dónde vivimos.
Ejemplos de lo anterior son los asientos, las partes metálicas del cinturón de seguridad, el volante (tenga o no tenga “forro”), a veces también la palanca de los cambios y ni se diga de los vidrios.
Cabe recordar que es común encontrar puestos y ambulantes que venden parasoles, lentes o “la cosa”, que se pone -al menos- en “el vidrio de adelante”, con lo que pensamos que se protegerá el interior del carro y que, quizás, sí aísla, pero no nos lo deja como en nuestros mejores sueños. Todo quema cuando hay altas temperaturas.
Otros temores o cosas que odiamos en Sonora
Entre otros miedos que heredamos los sonorenses en la temporada de calor están también:
– Cuando llega el recibo de la luz
– Que se vaya la luz
– Las inundaciones que se hacen cuando llueve
– El calor y la sensación térmica posterior a las lluvias
Por Judith Teresita León
www.elsoldehermosillo.com.mx