¡¡El Uber Caballo roba miradas en Navojoa!!

– El Aventón Más Ecológico y Especial de Navojoa»

NAVOJOA, Sonora (NPN).- En las calles de Navojoa circula un transporte muy particular que se ha ganado la simpatía de muchos. No contamina, es económico y ofrece una experiencia inolvidable. Se trata de la carreta jalada por «Tranza», un caballo que, junto a su dueña Ramona Barreras Borbón, se ha convertido en un verdadero «Uber» de tracción animal.

Ramona, originaria de la comunidad de Buena Vista, ha encontrado en este peculiar medio de transporte una forma de ganarse la vida. Con su carreta, recorre las calles juntando cartón, plástico y cualquier material reciclable que pueda vender, además de cargar escombro o dar un «aventón» a quien lo necesite, siempre a cambio de una módica cantidad.

Pero detrás de esta labor hay una historia de lucha. Ramona es el principal sostén de su hogar, pues su esposo no puede trabajar debido a que ha sufrido tres infartos. Con esfuerzo y dedicación, se levanta cada mañana para recorrer la ciudad y llevar el sustento a su familia junto a su fiel amigo “Tranza”.

A diferencia de un Uber tradicional, el «servicio» de Ramona no se solicita mediante una aplicación, sino con un simple llamado en la calle: “Si alguien necesita un raite, le damos el servicio sin problema», comenta con una sonrisa.

A pesar de las dificultades o circunstancias que pueden afectarle como la nueva ley de protección animal en Sonora, Ramona no se rinde. Con su carreta y «Tranza», demuestra que el ingenio y la voluntad pueden abrir caminos, incluso cuando las oportunidades parecen escasas.

«Uno hace lo que puede con lo que tiene, lo importante es salir adelante; entiendo la ley pero yo cuido a mi caballo, trabajo para él también, siempre lo tengo muy bien”, dijo.

En tiempos donde los autos y la tecnología dominan el transporte, Ramona y «Tranza» nos recuerdan una forma más simple, ecológica y humana de moverse por la ciudad. Un viaje con ellos no solo ayuda al medio ambiente, sino que también deja una enseñanza de vida.

Mientras los motores rugen y las tarifas de los taxis suben, este «Uber equino» sigue avanzando con paso firme, demostrando que aún hay espacio para lo auténtico, lo sencillo y lo entrañable en la rutina diaria.