Influencers vs. Nutriólogos: la lucha por la educación alimentaria responsable
El acceso masivo a la información también ha generado un problema: la proliferación de contenidos engañosos, promovidos por influencers sin formación académica en nutrición.
Ene. 26.- La educación alimentaria ha experimentado una transformación radical en los últimos años. Lo que antes se limitaba a consultas en consultorios y recomendaciones en hospitales, hoy está al alcance de un clic en redes sociales como Instagram, TikTok y YouTube.
Las plataformas digitales permitieron que los nutriólogos lleguen a una audiencia mucho más amplia, ofreciendo consejos basados en evidencia científica y desmintiendo mitos alimentarios. «Las redes sociales han transformado la forma en que se difunde la información nutricional. Hay contenido valioso, pero también proliferan mitos y dietas milagro sin fundamento científico», señaló en entrevista para El Economista el Luis Ortiz Hernández, docente en la Licenciatura en Nutrición Humana e investigador de la Universidad Autónoma de México (UAM).
Sin embargo, el acceso masivo a la información también ha generado un problema: la proliferación de contenidos engañosos, promovidos por influencers sin formación académica en nutrición.
Desinformación en redes: entre dietas milagro y mitos nutricionales
Aunque el contenido nutricional en redes puede ser valioso, también hay una creciente ola de desinformación. Las dietas «milagrosas», los retos detox y las recomendaciones sin base científica han puesto en riesgo la salud de muchas personas.
«Un consejo de TikTok o Instagram no puede sustituir una consulta personalizada. Un nutriólogo debe hacer una evaluación integral antes de sugerir cualquier estrategia», advierte Ortiz Hernández.
Por su parte, Ximena Atilano Carsi, investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y docente en la UNAM, destaca que «muchos influencers promueven productos y dietas sin fundamento científico. Es crucial que los pacientes verifiquen la formación de quienes dan consejos de nutrición en redes sociales».
Otro problema frecuente es la promoción de suplementos sin evidencia médica. «La venta de suplementos en esquemas piramidales, donde personas sin formación venden productos con promesas irreales, puede afectar gravemente la salud de las personas», explica Atilano Carsi.
Cómo identificar consejos nutricionales confiables en redes sociales
Ante la desinformación, es fundamental aprender a diferenciar entre información confiable y contenido engañoso. Los expecialistas recomiendan:
- Verificar la formación del profesional. Un nutriólogo certificado debe contar con título universitario y cédula profesional.
- Dudar de promesas extremas. «Si un influencer promete pérdida de peso rápida con métodos milagrosos, es mejor desconfiar», advierte el doctor Ortiz Hernández.
- Evitar recomendaciones sin personalización. Cada persona tiene necesidades específicas, y lo que funciona para una, no necesariamente sirve para otra.
- Revisar si el profesional prescribe medicamentos. «Un nutriólogo no debe recetar medicamentos, ya que no es parte de nuestras competencias», destaca la doctora Atilano Carsi. De ser necesario, pueden sugerir suplementación, pero igualmente, solo con pruebas.
- Además, instituciones como el Colegio Mexicano de Nutriólogos ofrecen listados de profesionales certificados para garantizar una atención adecuada.
Día nacional del nutriólogo
El 27 de enero se celebra en México el Día Nacional del Nutriólogo, una fecha para destacar la importancia de estos profesionales en la salud pública. No obstante, la realidad laboral del gremio enfrenta desafíos significativos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el tercer trimestre de 2024, la fuerza laboral de nutriólogos en México alcanzó las 9.83 mil personas, con un salario promedio de 12,900 pesos mensuales. Sin embargo, existe una disparidad salarial considerable: los hombres perciben en promedio 20,200 pesos mientras que las mujeres ganan 8,740 pesos.
Además, según la Norma Ramos Ibáñez, docente también en la Licenciatura en Nutrición Humana e investigadora de la UAM: «no todos los centros de salud cuentan con un nutriólogo, y muchas veces la atención depende de pasantes en servicio social». Esto limita el acceso a una atención nutricional de calidad, empujando a muchos profesionales a ejercer en consultorios privados, donde no todos pueden pagar el servicio.
A pesar de estos desafíos, los nutriólogos continúan desempeñando un papel clave en la salud pública. «Si logramos mejorar el acceso a la atención nutricional, podremos prevenir muchas enfermedades antes de que se conviertan en problemas graves», enfatizó Ramos Ibáñez.
La nutrición como herramienta de salud y prevención
El impacto de una buena alimentación en la salud es innegable. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2023 (ENSANUT) reveló que el 76.3% de la población adulta en México tiene sobrepeso u obesidad, condiciones que aumentan el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión.
«Los cambios en la alimentación pueden generar mejoras inmediatas. Por ejemplo, una persona con gastritis que deja de consumir irritantes verá una mejoría rápida», explicó la doctora Ramos Ibáñez. Pequeños ajustes en la dieta, como aumentar el consumo de frutas y verduras y reducir el azúcar refinado, pueden marcar una gran diferencia en la salud cardiovascular y metabólica.
Compromiso de los nutriólogos en la era digital
El doctor Manuel López Cabanillas Lomelí, presidente de la Asociación Mexicana de Miembros de Facultades y Escuelas de Nutrición A.C. (AMMFEN), resalta la necesidad de que los nutriólogos asuman su papel como comunicadores de salud en un entorno donde la información es accesible, pero no siempre verificada.
«La tecnología y el avance científico nos han dado nuevas herramientas de comunicación, pero también han abierto la puerta a la desinformación. Como nutriólogos, debemos adaptarnos a la sociedad y responder a sus demandas con mensajes claros, fundamentados en evidencia científica y transmitidos con ética,» afirma López Cabanillas.
En un mundo digital donde la rapidez y la viralidad muchas veces superan a la veracidad, los profesionales de la nutrición tienen la oportunidad de convertirse en referentes confiables. «Las redes sociales deben ser un canal de educación, pero con responsabilidad. Cada recomendación que hacemos puede impactar la salud de las personas, por eso es esencial que cada consejo tenga sustento científico y no sea solo una tendencia pasajera,» enfatiza el especialista.
Para garantizar que la información sobre nutrición en redes sea confiable, es esencial que los nutriólogos continúen capacitándose y que el público aprenda a filtrar las fuentes de información coinciden los especialistas consultados. Solo así, la revolución digital en nutrición podrá ser una herramienta eficaz para mejorar la salud pública y el bienestar de la población.
Información de: www.eleconomista.com.mx