Lo que se viene
Septiembre es un mes muy especial para todos los mexicanos, además de la celebración del aniversario de la Independencia de nuestro país, es la época de los Informes de Gobierno y, cada tres años, la renovación de las Legislaturas Locales y Federales, lo cual genera muchas expectativas y algunos datos para su análisis. Pero este Septiembre de 2024 será especial.
El mes que está por iniciar nos traerá el inicio de una nueva etapa en la vida democrática de los Estados Unidos Mexicanos, una en la que, nuestra Legislación, nuestros Sistemas de Justicia, la forma en la que concebimos a la Administración Pública, la integración del Legislativo, la Tributación y la materia Electoral, serán radicalmente cambiados de manera discrecional por una sola persona.
Las reformas Constitucionales presentadas por el Ejecutivo en febrero de este año, en su gran mayoría se encuentran listas para ser aprobadas en unas semanas más, algunos han dicho que esas 15 iniciativas son la punta del iceberg del paquete de reformas que serán aprobadas en los próximos tres años, serán tantas las modificaciones a nuestra Constitución que prácticamente será una nueva, dictada discrecionalmente por una sola persona.
A partir de cada reforma Constitucional se tendrán que hacer sendas modificaciones a las leyes secundarias que se derivan de la misma, por lo que, la próxima legislatura tendrá una gran cantidad de trabajo.
Apenas nos estamos acostumbrando al nuevo sistema de justicia basado en la oralidad, dejando atrás los procedimientos tradicionales donde el Juez no participaba en las audiencias y pocas veces las partes lo veían. Pero ahora, se anuncian cambios radicales, tanto a nivel federal como local, relajando lo más posible a la figura de la Autoridad Jurisdiccional, en la que se parte de la premisa de que cualquier persona puede ser Juez, cualquiera, veremos cómo nos va.
Existe un principio jurídico, que quizá también vaya a modificarse, que establece que la Autoridad únicamente puede hacer lo que expresamente la ley le permite, es decir, si la ley no dice que lo puede hacer la Autoridad no lo debe hacer. Para muchos funcionarios públicos cuesta mucho cumplir con dicho principio y más hoy, donde pareciera que la ley pasa a un segundo término.
Sin embargo, para curarse en salud las Autoridades entrantes están por aprobar modificaciones sustanciales al aparato gubernamental, desapareciendo Organismos, Instituciones, Dependencias, Puestos de Gobierno, Funciones y demás. Será un nuevo reto conocer que le corresponde hacer a cada quien, o quizá la idea sea que el ciudadano no sepa quién será el funcionario responsable de determinadas tareas y así evitar la rendición cuentas, total ya no existirán los Institutos de Transparencias en todo el país.
Es muy probable también que exista una reforma en materia fiscal, mucho se habla de crear una nueva distribución de la riqueza en México, combatiendo la disparidad existente entre una clase alta privilegiada y un gran sector de la población que aún vive en pobreza extrema. Para ello se necesitan crear los mecanismos que permitan exigir el pago de contribuciones a todas las personas que generen cualquier tipo de riqueza a partir de una clase media, para seguir otorgando los apoyos sociales a la gente que lo necesita.
Por último y no menos importante, se aprobará una reforma en materia electoral en la que se eliminan los Plurinominales, desaparece el INE, cambia la forma de votar y se generan los mecanismos para garantizar la permanencia del grupo del Gobierno Actual y la total erradicación de la oposición.
Hay que tomar un buen asiento y presenciar lo que se viene, seguir participando con la esperanza de ser escuchado para ver si algún día se entiende que la discrecionalidad en las decisiones gubernamentales siempre traerá resultados negativos, hay que estar atentos y preparados.
LIC. JUAN MANUEL ESCALANTE TORRES