Elección en Junio
El Paisaje Urbano
Jorge I Guevara
El 03 de junio es la fecha del efecto, un día después de la elección que de acuerdo a los resultados ratifica la gran aceptación que tiene el gobierno del llamado por sus siglas iniciales -AMLO- y aun presidente de México. Cuando este prócer de la perseverancia gano la elección en su tercer intento, el juicio general estableció la sentencia de que el resultado fue por el hartazgo de la población, aceptando en esta aseveración lo deteriorado que estaba el sistema llamado neoliberalismo -pero minimizando la persistencia del presidente electo por una aplastante mayoría- ante ello, conceptos como corrupción, oportunismo, compadrazgo, mercantilismo con el dinero público, congresos comprados para las reformas que destruyeron pilares de la gesta revolucionaria como El Ejido, solo por mencionar un ejemplo, prevalecieron en este largo periodo que inicio con Miguel de La Madrid y termino con Peña Nieto. No es la intención de este texto, analizar la época ya tan referida, es propósito partir de una pregunta que merodea en mi mente; si López Obrador gano por el hartazgo y cansancio de los mexicanos, ¿por qué los votantes del día de ayer, votaron con contundencia a favor de la hoy presumiblemente presidenta electa -con 35 millones de votos-, la Dra. Claudia Sheinbaum a través de un contundente triunfo?
La respuesta es muy sencilla, una gran aceptación de las políticas establecidas bajo el concepto de La Revolución las Conciencias, que presume una transformación en paz, sin asaltos y armas, junto con ello el establecimiento de políticas sociales que voltearon a ver a la población menos atendidas, bajo la premisa de “primero los pobres”.
La candidata electa, puso muy claras sus propuestas y aunque se le prejuzgo como el alfil del presidente, supo poner su sello en la proyección de su imagen aparentemente parca y falta de carisma sobre todo anunciando la continuidad de los programas establecidos con su genial eslogan “Vamos por el segundo piso de la transformación” y la promoción del plan C que anunciaba abiertamente la mayoría absoluta para establecer las reformas anunciadas que pretenden fortalecer a la clase social más desprotegida, la autonomía y soberanía del estado. Cabe mencionar que en los anteriores gobiernos no se consensuaron nunca las reformas, un gran ejemplo, la reforma energética de Peña Nieto.
Esta histórica elección pone de manifiesto la flaqueza de la propuesta opositora que en principio acaba por reconocer que los partidos son uno mismo con el bautizo también genial de López Obrador, así la fusionada expresión PRIAN, fue contundente, más la adhesión del casi desaparecido PRD, y siendo muy generoso al decir que la propuesta era flaca, es mejor dejarlo claro, no había propuesta.
Hoy queda -después de la elección histórica que como referéndum establece un reconocimiento de las mayorías a la gestión y políticas del presidente- un gran compromiso para la que será la primera mujer presidenta en la importante región geográfica denominada Norteamérica. Hoy la elección nos deja una presidenta con una gran aceptación y que ha proyectado un carácter recio y prudente ante los embates de una contienda que recurrió a la llamada guerra sucia, aun así, el gran ganador es el pueblo, demostrando su madurez y con base en los óptimos resultados para hacer su consenso a la hora de emitir el voto. Hoy queda un panorama de difícil construcción, pero con una gran y sólida base para darle continuidad a la política obradorista para construir el segundo piso de la transformación.
Otra vez el recurso de la estadística, aceptación del 80% a la gestión de AMLO, es quizá la obra más importante del casi sexenio la pavimentación al rancho emblemático ubicado en algún lugar específico del suroeste mexicano, si, el denominado coloquialmente La Chingada, en donde el personaje se aislara mientras se ufana de sus propósitos logrados. El tiempo es el mejor aliado de la historia para juzgar al presidente disímil, cuento que ocupaba la crónica de un país que pretende transformarse.