El Árbol Centenario del Parque El Rebote en Pueblo Viejo
Por Quetza Valenzuela
NAVOJOA , Sonora; Julio 31 (NPN).- En el corazón del Parque El Rebote, en el pintoresco Pueblo Viejo, a orillas del sereno Río Mayo, se alza majestuoso un árbol centenario que ha sido testigo silencioso del paso del tiempo. Con más de cien años de vida, este árbol no solo es un símbolo de la fortaleza de la naturaleza, sino también un punto de encuentro para los habitantes de la región y los visitantes que llegan desde lugares lejanos para admirarlo.
Lo que distingue a este árbol de otros es la singularidad de sus raíces, que se han entrelazado y retorcido a lo largo de las décadas, formando caprichosas figuras que evocan las arrugas de un anciano sabio. Estas raíces, que parecen contar historias del pasado, han transformado el suelo circundante en un mosaico natural que atrae a quienes buscan un momento de contemplación y paz.
Bajo su frondosa copa, el árbol ofrece una sombra refrescante que invita a sentarse y dejarse llevar por el murmullo del río y el canto de las aves. No es raro ver a familias y grupos de amigos disfrutar de un picnic a su sombra, o a solitarios visitantes sumergidos en un libro o simplemente en sus pensamientos.
El árbol centenario del Parque El Rebote es más que un monumento natural; es un testimonio viviente de la historia de Pueblo Viejo y un refugio para el alma. Aquellos que lo visitan, sin importar la frecuencia, siempre se llevan consigo un pedacito de la serenidad y la sabiduría que emana de este gigante verde. Así, el árbol continúa siendo un punto de referencia, un lugar donde las raíces no solo se hunden en la tierra, sino también en la memoria colectiva de todos los que han tenido el privilegio de conocerlo.