Abuso infantil en Sonora: En 10 años, de 5 mil 71 denuncias por abusos sexuales solo 20% terminaron en sentencia
HERMOSILLO, Sonora, jun. 24.- “Me decía que era nuestro secreto mientras me tocaba y me daba miedo”. “Me tocaba cuando mi abuela no estaba, cuando les conté no me creyeron y me sentí triste”.
Estas frases fueron dichas por niños al personal de psicología de DIF Hermosillo y son testimonios comunes entre quienes fueron víctimas de abuso sexual, delito que registra un incremento en todo el estado de Sonora.
Este aumento se refleja tanto en las llamadas que ingresan al 911, en las denuncias formales que se interponen en el Ministerio Públicos y en los reportes internos de escuelas públicas y privadas.
Entre 2014 y 2024, se registraron 5 mil 71 denuncias en los Ministerios Públicos de Sonora. En el mismo lapso, solo 920 personas recibieron sentencia condenatoria por delitos sexuales contra menores de edad en la entidad.
Pese al incremento de casos, el número de personas que van a prisión por cometer estos delitos no refleja un alza, así lo arroja este análisis con datos de 2014 a mayo de 2024 sobre abusos y violaciones donde las víctimas eran bebés, niños y jóvenes desde uno hasta 17 años.
Las cifras oficiales fueron proporcionadas por la Fiscalía General de Justicia del Estado, el Supremo Tribunal de Justicia y por la Secretaría de Seguridad Pública de Sonora, mediante solicitudes de acceso a la información pública.
Además, la Secretaría de Educación y Cultura confirmó llevar una estadística que también muestra un alza de denuncias por conductas de “connotación sexual” ocurridas en planteles educativos de Sonora, siendo 2023 el año con más casos.
Un enfoque preventivo
¿Cómo prevenir el abuso sexual en menores de edad? ¿Cómo identificar los riesgos? ¿Cuáles son las claves que los padres y madres de familia deben de tener para evitar que sus hijos sean víctimas de este delito?
Mediante esta investigación en Proyecto Puente, presentamos los datos de la última década en Sonora, así como las recomendaciones de expertos para prevenir, identificar y atender la incidencia de estos delitos.
“Estos datos deben forzar el desarrollo de políticas públicas que puedan prevenir y atender de manera inmediata y oportuna, y por supuesto el acceso a la justicia y la reparación integral”, señaló Juan Martín Pérez García, coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe (TRILAC).
Denuncias ante el Ministerio Público en aumento
En Sonora se reciben casi 600 denuncias anuales por delitos sexuales contra menores, ¿qué significa? Que diariamente más de una persona acude al Ministerio Público a buscar justicia por estos delitos.
Entre 2014 y hasta el mes de mayo de 2024, en Sonora fueron denunciados 5 mil 71 casos de delitos sexuales en menores de edad. De estos casos, un total de 4 mil 475 de las víctimas fueron mujeres y 596 eran hombres.
Con 519 denuncias recibidas hace una década, el 2014 parecía ser uno de los años con más expedientes, sin embargo, en 2021 se denunciaron 684 casos y 2023 cerró con 593 carpetas de investigación.
De enero a mayo del presente año, suman 152 denuncias por violaciones, abusos deshonestos o abusos sexuales contra menores de edad en el estado.
De acuerdo con los datos que proporcionó la Fiscalía General de Justicia del Estado, un total de mil 688 de los casos ocurrieron en casas, mientras que 276 tuvieron lugar en la vía pública y 46 en escuelas.
En la mayoría de los casos, los abusadores eran cercanos a la víctima, pues figuras como padrastro, padre, tío, abuelo, o hermano aparecen con alta incidencia en las cifras oficiales.
“El 80% de los casos es con alguien cercano y la mayor afectación son las niñas, tenemos que estar atentos con quien dejamos a cuidar a nuestros hijos porque la mayoría de las veces los abusos están en las casas y vienen de un familiar directo o un amigo que va a la casa”, señaló Lizeth Salazar López, procuradora del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
La psicoterapeuta Mayra Leyva Nieblas coincide en que estos delitos son cometidos por conocidos.
“Se podría decir que los hogares son donde suceden, en sus casas y en casas de algún vecino, de algún amiguito o de alguien que conocen, inclusive en las escuelas”, indicó la especialista.
“Inclusive las personas que pueden dejar a sus hijos al cuidado con un familiar ni siquiera sospechan que esa persona puede abusar o hacerles daño a sus hijos, porque es alguien conocido, dan por hecho que no sucede”, explicó la psicoterapeuta.
Juan Martín Pérez García, coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe (TRILAC), reafirmó el tema de la cercanía entre la víctima y el agresor.
“Ocho de cada diez casos de abuso sexual sucede en contextos familiares, por eso hay tantos que no conocemos y que muchos años después las mujeres empiezan a denunciar al tío, al abuelo, al primo y demás que muchas veces no tiene efecto legal pero sí un proceso de reestructuración personal”, señaló el coordinador de TRILAC.
Llamadas al 911 para reportar abuso de menores al alza
Respecto a personas que reportan al 911 delitos sexuales contra menores, la Secretaría de Seguridad Pública informó haber recibido 3 mil 906 llamadas de 2016 a 2024.
La dependencia señaló que no contaban con datos correspondientes a los años 2014 y 2015, sin embargo, presentaron un listado de todas las llamadas ingresadas donde alguien reportó violación, abuso sexual, abuso deshonesto, acoso, hostigamiento y estupro donde las víctimas eran de 0 a 17 años de edad.
Según la estadística entregada por el C5, los sonorenses pasaron de 329 llamadas en 2016 a un total de 704 durante 2023, siendo el año pasado el que acumuló más casos.
Casos en escuelas públicas y privadas se incrementan
La Secretaría de Educación y Cultura de Sonora confirmó que desde 2019 llevan un registro de 366 denuncias por “conductas de connotación sexual” reportadas en planteles educativos públicos y privados.
La estadística muestra cifras al alza, pues en 2019 se recibieron 71 quejas y durante el 2020 —pese a la suspensión de clases presenciales por la pandemia—hubo un total de 20 expedientes por este motivo y 24 en 2021.
En 2022 fueron denunciados 65 casos y en 2023 se recibieron 147 reportes por estos motivos. Hasta el mes de mayo del presente año, Servicios Educativos de Sonora ha recibido 39 casos.
Sentencias no reflejan el incremento de denuncias y reportes
Entre el 1 de enero de 2014 y el 1 de mayo de 2024 se recibieron 5 mil 71 denuncias por delitos sexuales contra menores de edad; en ese lapso, a un total de 920 personas se le dictó una sentencia condenatoria por estos motivos.
Según la información entregada por el Supremo Tribunal de Justicia del Estado ha bajado el número de personas encarceladas por abuso sexual, violación, abusos deshonestos y hostigamiento sexual a niños o adolescentes en Sonora.
Los datos de la última década muestran que en 2014 se dictaron 139 sentencias condenatorias por estos delitos y que en los años siguientes las cifras fueron a la baja, siendo 2018 el año con menos casos, con un total de 43 personas declaradas culpables.
Para complementar esta información, Proyecto Puente solicitó entrevista con el Poder Judicial de Sonora, pero no se obtuvo respuesta.
Juan Martín Pérez García, coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe (TRILAC), afirma que el repunte en las denuncias responde a que hoy es más fácil hablar del tema dado que hay una mayor normalización de que estos delitos existen.
“Afortunadamente la lucha por los derechos de las mujeres, las acciones de política pública y las leyes han avanzado en el cambio cultural, hay muchos llamados a denunciar, aunque esto no signifique que se denuncia todo lo que sucede pero ya es más fácil hablar del tema”, recalcó.
Hay que educar a padres, maestros y niños sobre el tema
De acuerdo con Lizeth Salazar López, procuradora del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia, para prevenir el abuso sexual en menores es importante educar tanto a los niños como a los padres y maestros pueden han identificado mucho desconocimiento sobre el tema.
“La mayor denuncia que nosotros recibimos es abuso sexual, es decir que hubo tocamientos en alguna parte del cuerpo de los niños como glúteos, pene, vagina, el busto, las piernas y todo esto son tocamientos y no violación, pero la afectación emocional que tiene en el niño es similar y hay que darle la importancia y atención a eso”, señaló la abogada.
Salazar López explicó que actualmente en el DIF Hermosillo realizan una campaña en escuelas que se llama “Abusados con el abuso sexual”, cuya publicidad lleva impresa las frases más comunes que repiten los niños que son víctimas de este delito para que lo identifiquen y puedan hablar al respecto.
“Tenemos que entender que en la mente de un niño él no puede conceptualizar que la persona que lo cuidaba le causaba este abuso. Hay una confusión porque el niño no tiene la madurez para poderlo externar”, expresó.
A raíz de que comenzaron con estas labores preventivas en el DIF de Hermosillo, han recibido 250 denuncias, la mayoría entre los años 2022 y 2023.
“Lo importante es fortalecer la prevención. Que estas pláticas lleguen desde temprana edad, que desde el kínder sepan que deben compartirlo inmediatamente a su maestra o a sus padres, pero si el niño no conoce esa información se va a dar cuenta hasta cuando ya es adolescente”, recalcó la procuradora.
Poner en primer lugar los derechos de los niños
Para Carmen Lucia Munguía Gallegos, secretaría ejecutiva del Sistema Estatal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes en Sonora, uno de los grandes problemas que hay en el combate de la violencia hacia menores de edad es el adultocentrismo, que es minimizar sus derechos.
“Es invisibilizar, invalidar a las niñas, niños y adolescentes, sus opiniones y pensar que todo lo que importa es lo que viene de las personas adultas y creer que ellos sólo tienen derechos hasta los 18 años que pueden votar”.
La maestra explicó que el abuso sexual infantil es un tema que escandaliza y que lamentablemente la violencia contra menores está normalizada muchas veces desde la crianza en muchos contextos sociales.
“De alguna forma está permitido que cada mamá, papá, madrastra, padrastro o persona al cuidado del menor eduque como mejor le parezca, sin embargo, la violencia tiene sus repercusiones en el cerebro, afecta el funcionamiento y desarrollo de las neuronas porque produce en los niños un estrés tóxico”, agregó Munguía Gallegos.
Claves para prevenir abuso sexual en menores
La psicoterapeuta Mayra Leyva Nieblas señaló que hay formas de educar sobre estos temas según la edad que tenga el menor de edad.
“De los 3 a los 5 años podemos comenzar hablándoles sobre las partes del cuerpo, ponerle nombre a cada parte como realmente se conoce y enseñarles a distinguir que hay tocamientos buenos como cuando van al baño y los limpian o una atención médica y tocamientos malos”, destacó la psicoterapeuta.
“Entre 6 y 11 años podemos ampliar el tema, hablarles sobre la privacidad y los límites, explicarles que su cuerpo les pertenece, que nadie deberá de tocarlos y también hablarles sobre los secretos, que deben de compartir todo lo que los hace sentir incómodos o amenazado”, recalcó.
Comunicación y confianza para lograr prevención
Juan Martín Pérez García, coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe (TRILAC) también recalcó que la prevención comienza desde el momento que se habla con los niños, niñas y adolescentes sobre el tema.
“La mejor forma de proteger a cualquier niño, niña o adolescente es hablar de educación sexual integral desde pequeñitos, obviamente con los pequeños no se habla de genitales o coito, sino de zonas privadas que nadie tiene que tocarles, se trabaja con ellos el consentimiento”, dijo Pérez García.
“Entre los 8 y 12 años se tiene que hablar de violencia sexual o antes si hay antecedentes en los contextos familiares y es importante acompañarlos y decirles que siempre les van a creer, que no van a dudar del testimonio o reclamo”, aseguró el coordinador de TRILAC.
¿Cómo identificar el abuso sexual en niños y niñas?
La psicoterapeuta Mayra Leyva detalló que hay indicadores que advierten que un menor de edad fue o ha sido víctima de abuso sexual.
“Problemas de sueño, pesadillas, cambio de hábitos alimenticios, hay un retroceso dependiendo de la edad, por ejemplo, se vuelven a hacer pipí o popó, eso es algo clásico a nivel físico y a largo plazo dolores crónicos como de estómago, bulimia nerviosa, entre otras cosas”, destacó Mayra Leyva.
También dijo que hay aspectos sociales como niños que se vuelven retraídos, que no quieren jugar con otros o se rehúsan a ir a un lugar en específico.
Cuando son mayores, señaló la psicoterapeuta, estos síntomas pueden llegar a manifestarse en “conductas como consumo de drogas, irse de casa, consumir alcohol, conductas autodestructivas como el “cutting”, puede haber lesiones como jalarse el cabello o ideas suicidas e hiperactividad y bajo rendimiento académico”, recalcó Leyva Nieblas.
Información tomada de proyectopuente.com.mx