Benito… Un mundo de amigos y conocidos, ´imposible pasar desapercibido´
Tiene 33 años dando lo mejor de sí en Desnitacos. Una historia y trabajador ejemplar que llegó y conquistó Navojoa y a los clientes.
Por Rosario A. Delgado V.
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NAVOJOA, Sonora, feb. 09 (NPN). – Servicial, atento y educado, siempre positivo y siempre amigo, así se puede describir a ´Benito´ Cota, un elemento insignia, ‘franquicia’ en la taquería Desnitacos.
Dar lo mejor de sí para ‘Benito’ no es complicado. Lo basa en la atención y servicio al cliente que tanto disfruta, pero le pone dos toques fundamentales que le caracterizan y catapultan, lo hace con amor y correcta comunicación.
Efrén Cota Inzunza es su nombre en el acta de nacimiento, así lo registró su madre biológica, pero es ‘Benito’ por deseo de su madre que le dio la crianza.
Nació en Guamúchil, Sinaloa un 18 de junio de 1969. Llegó a Sonora en un momento difícil de su vida, pues una enfermedad de su mamá le obligó a radicar en Ciudad Obregón, donde estaban atendiendo a su eterna protectora.
Así como cientos de clientes no podrán olvidar el trato, sonrisa y carácter de ´Benito´; la historia de Desnitacos (una taquería emblemática de Navojoa), siempre recordarán el 1 de mayo de 1991, fecha en que Benito llegó y laboró por primera vez para doña Silvia y don Héctor (fundadores de la taquería del pueblo).
Su filosofía a la hora de chambear lo convierte en un utility de inmensa valía. “Un buen trabajador debe saber hacer de todo en su trabajo”. Lo dice y lo hace.
Para ‘Benito’, Desnitacos es como una familia, por eso [cree él] fue que se quedó en la taquería, donde se le ha visto cumplir todos los roles por casi 33 años.
Con esa sencillez, amor y respeto que ha tratado a tantas generaciones le ha llevado a tener una ‘numerosa familia’. Al gran ‘Benito’ no le faltan los ‘nietos, sobrinos y ahijados’ y por supuesto sus ‘hijos’.
Con más alegría que nostalgia recuerda los amigos que ha sumado en el paso de los años y las familias con quien ha compartido hermosos momentos y vida por más de tres décadas. Orgulloso de ellos, contento de estar con y para ellos.
Si pudiera retroceder el tiempo, volvería a empezar, lo volvería a hacer en Desnitacos y con todos sus compañeros. Sin faltar doña Silvia y don Héctor por quienes a diario hace oración para que se mantengan saludables, ellos le abrieron la puerta de Navojoa y la supo aprovechar.
Mucho puedo querer contarles del entrevistado de hoy, pero son pues los navojoenses, los que tienen la mejor opinión y versión de ‘Benito’.
“Me resulta imposible pasar desapercibido, le gente me quiere mucho, en Navojoa en otras ciudades como Álamos y Ciudad Obregón”, comenta con su gran sonrisa que irradia orgullo y transparencia al platicar.
Héctor, Silvia, Desnitacos y sus vecinos nunca podrían olvidar a un gran ser humano dispuesto siempre a dar lo mejor de sí. Tampoco muchos, pero muchos clientes podrán olvidarlos. Pero, sean felices, ´Benito´ les lleva en su corazón y tampoco les olvida.