La Sociedad de la Nieve: Lecciones de un sobreviviente para crear empresas sólidas

ESPECIAL, ene. 12.- La Sociedad de la Nieve, de Netflix, retrata la historia de los sobrevivientes de los Andes, una tragedia aérea en la que se vieron involucradas 45 personas y sólo 16 sobrevivieron. La organización, el trabajo en equipo y el liderazgo fueron claves para sobrevivir, técnicas que las empresas han desarrollado al interior de las organizaciones.

La tragedia de los Andes ocurrió en 1972, cuando el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya transportaba al equipo de rugby y familiares a Chile, pero las condiciones climáticas extremas evitaron que el vuelo siguiera su rumbo, generando que se estrellara a más de 4,2000 metros de altura.

A lo largo de los días los sobrevivientes se enfrentaron a temperaturas de 40 grados bajo cero, para sobrevivir se tuvieron que organizar. El liderazgo lo tomó Marcelo Pérez, capitán del equipo, quien coordinó a los jóvenes para acondicionar los restos del avión a fin de que funcionara como refugio para pasar las noches.

Cada persona tomó un rol, que lo volvió indispensable para que sobrevivieran, por ejemplo, quienes tenían formación en medicina estaban a cargo de curar las heridas de los lesionados, otros se encargaban de convertir la nieve en agua o crear zapatos y lentes para caminar en la nieve.

Sin embargo, a los 10 días escucharon por radio que el rescate había terminado; el alimento se había terminado hace días y para sobrevivir tuvieron que alimentarse de los cuerpos de los tripulantes.

“Recibí una noticia por radio de que no nos buscaban más, de que iban a venir a buscar nuestros restos en febrero, cuando llegaran los deshielos”, platicó en entrevista Carlitos Páez, sobreviviente que en ese entonces tenía 18 años.

En ese momento, las jóvenes supieron que dependía de ellos permanecer con vida, pues nadie acudiría a buscarlos. A pesar del pronóstico, los jóvenes sobrevivieron 72 días en la cordillera de los Andes.

Inspiración para empresas

La experiencia de los sobrevivientes de la cordillera de los Andes ha servido de inspiración a las empresas, pues el éxito o fracaso de la organización está en sus decisiones y en cómo se enfrenta al día a día.

“En la vida siempre hay que pelear por algo, no hay que pensar mucho, hay que hacer cosas … si algo cambiaría de esa experiencia, sería tomar acciones antes, no esperar al décimo día”, precisó Páez.

Por ello, a las empresas Páez les dice que sean el “timón de su propio destino” y que no se queden esperando. “Siempre hablo del sobreviviente y el viviente, nosotros en el día a día dejamos de sobrevivir, pero empezamos a vivir. El sobreviviente es el que está en una isla esperando a que lo vengan a buscar, pero cuando te conviertes en el timonel de tu propio destino te conviertes en otra cosa, como yo digo, en viviente”.

Resiliencia

Páez comentó que el gran mérito de su historia fue la actitud, buscar el sí cuando todo les decía que no. Por ejemplo, si el clima estaba enconta, los jóvenes buscaban como cubrirse y enfrentar las tormentas, o si caminaban hacia una dirección sin obtener resultados, se dirigían hacia el otro lado.

“La decisión que tomamos para salir fue equivocada, pero como lo hicimos con tanta pasión, no importó, llegamos a la civilización. Es eso de lo que se trata, no de historias perfectas, sino historias con actitud y perseverancia”.

Lo mismo pasa en las empresas, por la premura se suelen tomar decisiones equivocadas, lo importante es darse cuenta lo antes posible y aprender de ello, sino la sobrevivencia de la organización se puede ver impactada.

Trabajo en equipo

La resiliencia y el trabajo en equipo también fueron importantes, y aunque no siempre se tenían aciertos y había discusiones, lograron pasar las adversidades.

“La que nos hizo trabajar en equipo, no tanto por ser un equipo de rugby, sino porque creo que el ser humano está diseñado para trabajar en equipo”. Pero también se necesita humildad, porque la arrogancia rompe la armonía.

Ser respetuosos en los roles era fundamental, Por ejemplo, Adolfo Strauch, uno de los sobrevivientes inventó una forma de caminar sobre la nieve haciendo zapatos con los almohadones, también creó lentes negros y la forma de hacer agua derritiendo nieve que ponía en unas latas plateadas y por el efecto del sol comenzaba a derretirse.

“A mí me tocaba tapar el avión para que no entrara viento, nadie se metía en mi rol y yo no me metía en el de los otros”, dice Páez.

En las organizaciones siempre existen roles, y cada miembro es importante, respetar su función y trabajar en equipo puede ser la clave del éxito de la organización.

Información de www.eleconomista.com.mx

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