Hay en Sonora casi 10 mil enfermeros, profesión que requiere “vocación y paciencia”: trabajadora de la salud

HERMOSILLO, SONORA, ene. 5.- Cada 6 de enero desde 1931 —hace 93 años— se celebra en México el Día del personal de enfermería, por lo que en Sonora estarán de fiesta casi 10 mil profesionales de la salud que trabajan como enfermeros y enfermeras generales, especialistas, pasantes y auxiliares de estas labores.

Con jornadas laborales que pueden ir desde las ocho, 12 y hasta 48 horas seguidas, tanto en hospitales como en domicilios particulares, se les conoce como “ángeles blancos” y hay en Sonora 3.4 personas dedicadas a ello por cada mil habitantes, según cifras del Inegi.

Su edad promedio es de 42 a 45 años y cuentan con un sueldo de entre 26 mil y 28 mil pesos mensuales, entre quienes laboran en centros de salud.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, en Hermosillo hay unas mil 634 personas que se dedican a ello, tanto en la rama de enfermero especialista como general y auxiliar.

Para Luizana Guadalupe Medina, la enfermería es una profesión que requiere vocación y ganas de estar aprendiendo constantemente.

“No sólo es la carrera o licenciatura, sino prepararte todos los días, no dejarle todo a los maestros, buscar información por ti misma y siempre preguntar”, asegura.

La joven de 25 años actualmente trabaja como enfermera particular, profesión que estudió dos veces en distintas modalidades, pues primero se graduó de auxiliar de enfermera en la escuela CECATI 69 y posteriormente estudió una licenciatura en enfermería en Unidep.

“Desde primero de prepa me llamaba la atención, así que primero estudié la carrera técnica y me gustó y así empecé a trabajar para pagarme la licenciatura”, comentó.

Luizana explicó que hoy en día lo más común es que todo enfermero tiene más de un trabajo, tanto en hospitales como de manera particular, por lo que uno de los retos más grandes es saber administrar bien los tiempos para dar lo mejor de sí en cada lugar.

“Muchas desde que estudiamos empezamos a trabajar jornadas nocturnas o nos dividimos, entonces desde que estamos en la escuela nos hacemos a la idea de que habrá jornadas de ocho, 12 y hasta 24 horas”, indicó la enfermera.

Hay temporadas de más trabajo que otras, asegura la joven, quien recuerda que fue durante la pandemia cuando hubo una mayor demanda tanto en hospitales públicos o particulares como entre quienes solicitaban apoyo en el cuidado de adultos mayores o enfermos en casas.

“Yo cuidaba a una adulta mayor y también me ofrecieron trabajo en la Clínica del Noroeste ante la falta de personal”, recordó.

En ese mismo contexto Luizana también platicó de situaciones que se llegaron a presentar, como cuando la veían en la calle de forma “rara”, como si fuese a contagiar el virus, o incidentes que vivieron compañeros suyos de enfermería.

“A un conocido lo desalojaron de su departamento y le sacaron todas sus cosas solo porque trabajaba en hospital”.

Como mensaje para quienes tengan interés en la enfermería, la joven dijo que hay que tener mucha vocación y paciencia, así como hacerse a la idea sobre la importancia de estar siempre preparándose.

“Hay muchos que se quedan a la mitad de la carrera. No es en el primero o segundo semestre cuando te vas a dar cuenta si es lo tuyo, es más adelante cuando entiendes que es algo de todos los días y que es 50 por ciento de tu parte y 50 por ciento los maestros que te brindan sus conocimientos”.

Por Priscila Cárdenas

Información de: proyectopuente.com.mx

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