La noche es realmente el mejor momento para trabajar

La noche es realmente el mejor momento para trabajar. Todas las ideas están ahí para ser tuyas porque todos duermen. (Catherine O’hara)

Master Laura Lorena Velarde A.

Amanece un nuevo día,  y saboreamos el  rico  pan recién horneado por la mañana a temprana hora en la panadería más cercana , acompañarlo  con un cafecito caliente recién tostado, leer el periódico o las noticias en redes con la nota del día a antes de iniciar nuestras actividades.  Salir a la calle y que se encuentren barridas y limpias, llegar a la tortillería para la realizar la compra de los que consumiremos en el  desayuno y que ya estén listas, calientitas y suavecitas.  Pensando en todo ello; reflexionemos si  alguna vez nos hemos preguntado ¿Quién hace la guardia y cuida la salud si nos sucede algo por la noche?, o bien  mantiene la alegría  por la radio con su voz o cuidando la programación musical en alguna radiofusora, que algún desvelado o trabajador nocturno sintoniza y  escucha,  ¿Quién  cuida y vigila la seguridad a través las autoridades policiacas en sus rondas por las calles?,  podemos imaginar la presencia de aquel taxista o uber que esperando pasaje, cualquiera que fueran las circunstancias de este último,  la jornada de  aquellos obreros cubriendo el turno nocturno en una maquiladora o fabrica, aquel  reportero cubriendo la nota de la noche por más difícil que sea para informar oportunamente a la mañana ,  la guardia de los Bomberos y Cruz Roja esperando el llamado de emergencia o auxilio de algún ciudadano, en alguna tienda de conveniencia la presencia del vigilante de seguridad dando sus recorridos por las instalaciones,  el despachador de gasolina atendiendo a un cliente aun en días lluviosos, el  personal de restaurant o venta de tacos para esos hambrientos trasnochados, el encargado del lobby en un hotel para quien busca hospedaje para pasar la noche y descansar,  el operador de un autobús atravesando un ciudad con su pasaje en busca de su ciudad destino, entre otros trabajos que se realizan por la noche  que quizás no pudiera recordar y mencionar en este artículo, pero  que estoy segura que usted apreciable lector podrá complementar en su pensamiento a través de un recuerdo o experiencia vivida.

¿Alguna vez nos hemos puesto a pensar que todos estos servicios o productos se producen mientas la ciudad duerme?

Hay oficios y profesiones ejercidos  por personas, llámense  hombres o mujeres anónimos o conocidos  que se comprometen con la sociedad y con ellos mismos para sacar adelante sus trabajos, por necesidad, por gusto, por rotación laboral,  porque tienen que estudiar durante el día, porque hay que cuidar a sus pequeños en el caso de algunas madres solteras, aún cuando el cansancio o el sueño toque a su puerta, entre otras tantas razones tan personales como obligatorias para desarrollarse en estos horarios tan complejos, pero tan ineludibles.

Incluso con todas estas cargas de trabajo y cansancio, por una agenda diferente,  a la hora de trabajar se concentran más, lo hacen  con calidad, entusiasmo sabiendo que se encuentra comprometido en su responsabilidad , suele suceder que  muchos de ellos valoran sus relaciones de trabajo con sus compañeros, cuando los tienen,   puesto que saben que la jornada no es nada común en relación al horario, se vuelven como una familia entre colaboradores, generan mayor confianza entre sí, lo que puede generar una armonía laboral satisfactoria, visto desde un perfil psicológico, pudiéramos agregar que  durante el desarrollo de sus tareas ellos  saben  que el resultado de este habrá de satisfacer significativamente  a  alguien, el cual será usuario de lo que produce en su labor nocturna , consumidor del mismo a primera hora del día, o inclusive su tarea en  ocasiones tendrá continuidad por otro compañero del siguiente turno, en muchas de las ocasiones la satisfacción es durante la misma noche como el caso de los comensales, o los que quieren hospedarse, etc.

Motivo por el cual considero que es importantísimo reconocer y resaltar el gran valor  de estos trabajos nocturnos  pero sobretodo  de las personas mismas que lo realizan,  noche tras noche, ya que las jornadas a esta hora son más agotadoras, desgastantes y en ocasiones peligrosas, pueden ser también  más frías que las diurnas en temporadas invernales.

Todo este gran esfuerzo en  muchísimas de las ocasiones no lo apreciamos o no lo percibimos, nos es que seamos tan indiferentes o groseros, es que quizás la causa sea,  porque la mayoría de nosotros descansamos plácidamente en nuestra cama después de haber concluido el día, que por supuesto es bien a mencionar que no es menos importante, ya que también nosotros debimos de haber realizado alguna actividad importante y agotadora para finalmente acostarnos y dormir profundamente mientras la noche transcurre con el paso de las horas para dar inicio a un nuevo día.

El trabajo nocturno es parte de la vida y sus leyes correspondientes relacionadas  al trabajo, es parte de las necesidades  de las familias y gustos de los consumidores, es elemental, es necesario, en ocasiones obligatorio u opcional según la situación de cada caso, lo que no podemos negar es que alguien lo realiza cada noche, en los archivos de la historia  desde hace ya algunos años se tiene conocimiento de ellos y es innegable que se seguirá desarrollando  por los años siguientes de manera interminable,  por aquellos hombres y mujeres valientes, comprometidos y entusiastas de nuestra  sociedad, que trabajan para engrandecer su comunidad, su ciudad y su país,  donde quiera que estos acudan a laborar o habiten.

El presente artículo de opinión se inspira en esos hombres y mujeres antes mencionados, que le dan vida al trabajo nocturno valerosamente,  a los que con mucho respeto y admiración en esta ocasión  se los Dedico.

“Gracias a todos aquellos que realizan un trabajo noche tras noche, mientras el resto de  la Ciudad duerme”.

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