Científicos logran crear un implante cerebral que puede ayudar a recuperar daños cognitivos
ESPECIAL, dic. 10.- Una revolucionaria técnica de estimulación cerebral profunda diseñada específicamente para cada paciente ha superado las expectativas de los investigadores en el tratamiento de deterioros cognitivos derivados de lesiones cerebrales traumáticas de moderadas a graves.
Desarrollada por expertos de Stanford Medicine y publicada en Nature Medicine y colaboradores de diversas instituciones, esta nueva técnica ha demostrado ser prometedora en la restauración de capacidades cognitivas perdidas, ofreciendo esperanza a más de 5 millones de estadounidenses que viven con los efectos duraderos de tales lesiones.
Gina Arata, una participante en el estudio, experimentó una transformación notable después de recibir el implante del dispositivo en 2018.
Arata, quien sufrió una lesión cerebral traumática en un accidente automovilístico durante su último semestre universitario en 2001, había experimentado una disminución significativa en su capacidad de concentración y memoria.
Tras la implantación quirúrgica del dispositivo en su cerebro, Arata pudo recuperar sus habilidades cognitivas perdidas, incluyendo la capacidad de recordar, concentrarse y controlar su temperamento.
“Desde el implante, no he recibido multas por exceso de velocidad”, compartió Arata. “Ya no tropiezo. Puedo recordar cuánto dinero hay en mi cuenta bancaria.
No podía leer, pero después del implante compré un libro, ‘Donde cantan los cangrejos’, me encantó y lo recordé. Y no tengo ese temperamento rápido”.
Este avance en el tratamiento de lesiones cerebrales se ha destacado por ser la primera técnica efectiva contra las deficiencias duraderas causadas por lesiones cerebrales traumáticas de moderadas a graves.
La técnica utiliza la estimulación cerebral profunda para restaurar las funciones cognitivas afectadas, adaptándose a las necesidades específicas de cada paciente.
El estudio, liderado por Jaimie Henderson, MD, profesora de neurocirugía y coautora principal, revela que más de 5 millones de estadounidenses viven con los efectos a largo plazo de lesiones cerebrales traumáticas, lo que resulta en dificultades para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
Aunque muchos pacientes logran recuperarse lo suficiente como para vivir de forma independiente, sus deficiencias les impiden regresar a la escuela o al trabajo, así como reanudar su vida social.
Henderson explicó que, en general, hay escasas opciones de tratamiento para estos pacientes.
Sin embargo, el hecho de que hayan salido del coma y recuperado cierta función cognitiva sugiere que los sistemas cerebrales que respaldan la atención y la excitación son relativamente preservados, aunque regulados a la baja.
Reparar el daño cerebral
La técnica se enfoca en comprender y dirigirse a estos sistemas cerebrales, que conectan el tálamo, una estación de retransmisión profunda en el cerebro, con puntos a lo largo de la corteza, la capa externa que controla funciones cognitivas superiores.
Aunque estas vías suelen estar mayormente intactas en pacientes con lesiones cerebrales traumáticas, la actividad eléctrica se ve afectada negativamente.
“Es como si las luces se hubieran atenuado y simplemente no hubiera suficiente electricidad para volver a encenderlas”, comparó Henderson.
Una región específica del tálamo, conocida como núcleo lateral central, desempeña un papel crucial en la regulación de diversos aspectos de la conciencia.
Nicholas Schiff, MD, profesor de Weill Cornell Medicine y coautor principal del estudio, destacó la vulnerabilidad de esta área ante lesiones multifocales, lo que puede resultar en una disminución significativa de la función cognitiva.
El dispositivo experimental de estimulación cerebral profunda actúa como un catalizador, restaurando la actividad eléctrica en estas áreas específicas del cerebro, brindando mejoras significativas en las funciones cognitivas de los pacientes.
Aunque el estudio está en las etapas iniciales, los resultados hasta ahora sugieren un cambio revolucionario en el tratamiento de las lesiones cerebrales traumáticas, ofreciendo una esperanza renovada para aquellos que enfrentan desafíos cognitivos duraderos.
Información de La Opinión