Toc-toc … Grieta

Te traigo esta carta

Lo difícil de nombrar

El INEGI dio a conocer las principales causas de mortalidad en México el pasado 31 de octubre. En esa lista el suicidio aparece al lado de padecimientos como las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus, el cáncer ola COVID-19. Es una guerra en el interior de miles. Pero la libran más los jóvenes. Los registros muestran que en 2022 el suicidio fue la cuarta causa de muerte en la población de 10 a 14 años y la tercera en la de 15 a 24 años. Miles de presentes, en los que acaso hubo muchos sueños, expulsados al vacío.

En total, en la estadística del Instituto, esa forma de morir aparece con 8 mil 237 casos. De estos, mil 529 fueron de mujeres, en tanto que 6 mil 705 correspondieron a hombres.

Es una guerra que se libra sin cobijo. Entre 2013 y 2023 –una década en la que han gobernado Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador– más de 200 contratos por el concepto de “salud mental” se firmaron desde las instancias del Gobierno federal. Sumaron poco más de 133 millones de pesos, de acuerdo con una búsqueda en Compranet. El monto se vuelve mínimo en cuanto se le compara. Un solo ejemplo: cabe más de 9 mil veces en el costo de la Estela de Luz construida en el Paseo de la Reforma para conmemorar el Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana.

Los padecimientos de salud mental que desembocan en suicidio son una grieta que se va formando en México. Los datos muestran que la rotura avanza más rápido que la reconstrucción. El derrumbe se aproxima. La necesidad de contenerlo apremia.

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