Miles de muertos y desaparecidos en Libia: por qué las inundaciones han sido tan mortíferas
Varias condiciones confluyen para que la tormenta Daniel haya sido devastadora en el país africano
ESPECIAL, sep. 13.- Las inundaciones están dándose en todo el mundo. Hace poco vimos sus consecuencias en Chile, Brasil, China y también en España. Pero las de Libia están siendo devastadoras.
Esto se debe a una mezcla de la naturaleza con las condiciones estructurales previas que había en el país, así como por la compleja situación política que atraviesa Libia desde hace décadas.
Desde que la tormenta Daniel arrasó en la zona, miles de personas han muerto (algunos conteos desde la zona hablan de 5 mil 300), 10 mil se encuentran desaparecidas y más de 34 mil desplazadas.
Estas son las claves para entender por qué han sido tan mortíferas estas inundaciones.
1.- La tormenta Daniel, un fenómeno extraño
Estas son las peores inundaciones que ha sufrido el país en las últimas cuatro décadas y han dejado a su paso ciudades completamente aisladas, represas y puentes arrasados.
La tormenta Daniel se desarrolló en Grecia donde también causó estragos, aunque de menor intensidad. Solo en 24 horas cayó el equivalente a 18 meses de lluvia, según reporta la Organización Meteorológica Mundial.
Grecia, que cuenta con mejores recursos, tuvo dificultades para hacer frente al poder de la tormenta Daniel. Casas fueron derribadas, se derrumbaron puentes, se destruyeron carreteras, se cayeron líneas eléctricas y se arrasaron los cultivos en la fértil llanura de Tesalia.
A medida que avanzaba hacia Libia, la tormenta Daniel desarrolló las características de un huracán. Es un fenómeno híbrido con algunas características de un ciclón tropical y otras de una tormenta de latitudes medias, un ciclón tropical mediterráneo.
Es un fenómeno que ocurre con más frecuencia en la parte occidental del Mediterráneo y no tanto en la costa árida de Libia.
Los expertos climáticos señalaron que el hecho de que las aguas de la superficie del mar estén más cálidas están intensificando las tormentas.
«Hay pruebas consistentes de que la frecuencia de los ciclones tropicales mediterráneos disminuye con el calentamiento climático, pero los que son más potentes se vuelven aún más fuertes», afirmó Suzanne Gray, del departamento de meteorología de la Universidad británica de Reading en Reuters.
Antes de que azotara la tormenta Daniel, el hidrólogo Abdelwanees AR Ashoor de la Universidad Omar Al-Mukhtar de Libia había advertido que las repetidas inundaciones representaban una amenaza para Derna, la ciudad de Libia más afectada por la devastación.
Ya en Libia, las lluvias torrenciales de entre 150 y 240 mm provocaron inundaciones repentinas en varias ciudades, incluida Al-Bayda. El Centro Meteorológico Nacional de Libia dijo que se trataba de un nuevo récord de precipitaciones.
En las 24 horas entre las 08:00 del domingo y las 08:00 del lunes, la universidad Omar Al Mujtar de Al Baida registró 414 mm de lluvia.
Para poner en perspectiva esta cifra, la pluviometría anual de la ciudad de Bengasi suele ser de 270 mm.
2.- El colapso de dos represas
Las fuertes lluvias que se registraron el domingo provocaron a su vez el colapso de dos represas y cuatro puentes en el río Derna, en la localidad del mismo nombre y que se encuentra en un valle, rodeada de colinas. Esto hizo que la ciudad quedara arrasada y sumergida en agua.
Primero colapsó una represa de unos 12 kilómetros, probablemente debido a un desbordamiento, según el ingeniero estructural Andrew Barr de la Universidad de Sheffield.
Esto hizo, cuenta Barr, que toda el agua almacenada se volcara hacia el valle rocoso del río hacia la segunda presa, mucho más cerca de la ciudad de Derna, colapsándola y provocando la inundación de la ciudad.
Todo provocó que se arrastraran “barriadas enteras con sus residentes hasta el mar”, dijo Ahmed Mismari, portavoz del Ejército Nacional Libio, que controla el este del país, en una rueda de prensa televisada.
«Me sorprendió lo que vi, es como un tsunami», dijo Hisham Chkiouat, del gobierno del este de Libia al programa radial Newshour de la BBC, y añadió que la ruptura de las represas del sur de Derna habían arrastrado a gran parte de la ciudad hasta el mar.
Chkiouat reconoció que una de las represas que reventaron no había recibido mantenimiento desde hacía un tiempo.
Un experto dijo a Al-Wasat, el principal sitio web de noticias de Libia, que las represas estaban en mal estado.
«El caos de seguridad y la negligencia de las autoridades libias a la hora de controlar de cerca las medidas de seguridad condujeron a la catástrofe», afirmó el experto Mohammed Ahmed.
Pero los expertos con los que habló BBC dicen que es demasiado pronto para decir si las precipitaciones extremas fueron simplemente demasiado para las represas o si el estado de las estructuras también influyó.
Según sus observaciones, las presas probablemente estaban hechas de estructuras de enrocado (suelo o rocas arrojadas y compactadas) que no son tan fuertes como el concreto
“Estas presas son susceptibles de desbordarse (cuando el agua excede su capacidad) y, si bien las presas de concreto pueden sobrevivir al desbordamiento, las presas de enrocado generalmente no”, dice Dragan Savic, profesor de hidroinformática en la Universidad de Exeter.
Kasim Al-Qatani, un trabajador humanitario en la ciudad de Bayda, dijo al programa Newsnight de la BBC que era difícil para los rescatistas llegar a Derna ya que la mayoría de los caminos principales hacia la ciudad estaban «fuera de servicio debido a los enormes daños».
Contó a su vez que se ha iniciado una investigación para saber por qué las inundaciones pudieron causar tal devastación en la zona y que se donarán 515 millones de dólares para ayudar a reconstruir Derna y la ciudad oriental de Bengasi.
La periodista libia Noura Eljerbi, que reside en Túnez, le dijo a la BBC que solo descubrió que alrededor de 35 de sus familiares, que vivían todos en el mismo bloque de apartamentos en Derna, todavía estaban vivos después de contactar a un equipo de rescate local.
«La casa quedó destruida, pero mi familia logró salir antes de que las cosas empeoraran. Ahora están a salvo», dijo.
Qatani dijo que no había agua potable en Derna y que faltaban suministros médicos.
3.- La complicada situación política
A las condiciones climáticas adversas y a la debilidad de las estructuras, que han llevado a su colapso, se suma la frágil y compleja situación política que vive el país.
Libia ha estado en crisis desde que Muammar Gaddafi fue derrocado y asesinado en 2011.
Desde 2014, está políticamente dividido y gobernado por autoridades rivales: el Gobierno de Unidad Nacional (GNU), gobierno interino internacionalmente reconocido y con base en Trípoli (en el oeste) y, por otro lado, la administración de Tobruk (en el este), denominada Cámara de Representantes, que no reconoce al gobierno de Trípoli.
Recientemente, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unida remarcó la necesidad de Libia de cerrar el actual capítulo de fragmentación institucional y llegar a un acuerdo político que allane el camino para hacer elecciones pacíficas y transparentes.
Es justo en la zona este, donde la Cámara de Representantes, con apoyo del comandante Jalifa Haftar, ha nombrado su gobierno con autoridad en la región oriental, donde se han cebado las inundaciones que han devastado la ciudad de Derna.
A su vez, la ciudad era un antiguo bastión del autodenominado Estado Islámico durante la guerra civil posterior a Gadafi.
Antes de la tormenta, los rivales anunciaron medidas de precaución por separado.
Las condiciones climáticas, la estrucuturas debilitadas en el país y la crisis política hacen que la tormenta Daniel haya sido devastadora.
Las condiciones previas incluso a la muerte de Gaddaffi tampoco favorecieron a Derna.
Según explica a BBC el doctor Hani Shennib, actualmente residente en Estados Unidos, gran parte de la tragedia que se desarrolla en Derna se debe a la negligencia humana y se remonta a los 42 años del gobierno de Gadaffi.
“Derna es una ciudad que ha desafiado constantemente a Gadafi, por lo que lo castigó muy severamente. La ciudad se fue erosionando progresivamente: no había escuelas y los hospitales estaban en muy malas condiciones”, le dijo al programa Newsday, de la BBC.
Esta negligencia continuó después de la revolución de 2011, cuando Gadafi fue asesinado y el país cayó en una agitación política que continúa hasta el día de hoy.
Antes de la tormenta Daniel, Derna no tenía «ni un solo hospital en funcionamiento», explicó el médico, que también es presidente del Consejo Nacional de Relaciones entre Estados Unidos y Libia.
Aunque, a medida que la devastación total es evidente, se están viendo algunos ejemplos de solidaridad para ayudar a las víctimas de las inundaciones a través de divisiones políticas.
Por ejemplo, el gobierno de Trípoli envió un avión con 14 toneladas de suministros médicos, bolsas para cadáveres y más de 80 médicos y paramédicos a la zona este.
Esto todavía no es un avance político, pero es raro ver a enemigos acérrimos trabajando juntos.
Aun así, los países que quisieran enviar apoyo están teniendo problemas para negociar con las dos administraciones.
Trabajadores cargan un avión militar jordano con ayuda humanitaria con destino a Libia, en el aeropuerto militar de Marka, en Ammán.
Según el periodista libio Abdulkader Assad, el que haya dos gobiernos dificulta las tareas de rescate, ya que no tienen capacidad de responder con agilidad ante un desastre natural.
“No hay equipos de rescate, no hay socorristas capacitados en Libia. Todo en los últimos 12 años ha girado en torno a la guerra”, dijo a la BBC.
Naciones Unidas y varios países se ofrecieron a enviar ayuda, entre ellos, Francia, Italia, Argelia o Túnez.
Equipos de rescate de Turquía han llegado al este de Libia, según las autoridades, y Francia está enviando un hospital de campaña y personal capaz de atender a 500 personas al día.
Emiratos Árabes Unidos ordenó el envío de equipos de búsqueda y rescate, al igual que Qatar o Jordania, que anunció que prestará “cualquier ayuda que necesite Libia en esta circunstancia tan dolorosa”.
www.eluniversal.com.mx