¿Ya tienen su triunfo amarrado Claudia y Xóchitl?

No sería sorpresa si Claudia Sheinbaum ganara la encuesta de Morena, pero tampoco es imposible, aunque sí improbable, que el resultado sea otro.

ESPECIAL, ago. 29.- El día de ayer, El Financiero presentó su más reciente entrega de los sondeos de preferencia entre la población para definir a quien encabece tanto la coordinación de Morena y sus aliados, como del Frente Amplio Opositor.

En realidad, se trata de los candidatos o candidatas presidenciales de ambas fuerzas, aunque por ley no se les pueda denominar de esa manera.

Claudia Sheinbaum, como ocurrió desde que comenzó formalmente este proceso, aparece adelante en las encuestas.

Esto implica que es la favorita en el sondeo que va a realizar Morena.

Sin embargo, debe insistirse en que las encuestas son un ejercicio probabilístico y por ello no pueden anticipar con plena certeza ningún resultado.

No sabemos qué pueda pasar en los siguientes días, si eventualmente podría cambiar la percepción de los entrevistados, en cualquier sentido. Tampoco conocemos –pues se ha mantenido en reserva– mayores detalles de la metodología, de la muestra y de la manera en la que se realizará el levantamiento.

No sería sorpresa si Claudia ganara la encuesta, pero tampoco es imposible, aunque sí improbable, que el resultado sea otro.

En el caso del Frente, anticipar el resultado es aún más complicado pues no se trata de un solo procedimiento de selección, sino de dos, que son completamente diferentes: una encuesta y una elección primaria.

La encuesta, al igual que en el caso de Morena, se aplica en principio a todos los ciudadanos, es decir, a todos los que acepten responder a ella.

La primera encuesta, en la que se definieron los tres finalistas (antes de la declinación de Santiago Creel), generó ciertas dudas debido a la diferencia tan grande entre las mediciones hechas a través de entrevista en vivienda y las que se hicieron telefónicamente.

En la domiciliaria, Xóchitl Gálvez obtuvo 32.8 por ciento de las respuestas favorables y Beatriz Paredes, el 29.6 por ciento. Una diferencia de tres puntos.

En la telefónica, Xóchitl capto el 51 por ciento y Beatriz el 17.5 por ciento. La diferencia fue de 33.5 puntos.

No es inusual que haya ciertas discrepancias en los resultados según el tipo de levantamiento, pero es altamente inusual que los resultados sean tan diferentes.

¿Es algo que se puede repetir en la encuesta que ya se está levantando?

No lo sabemos.

Pero, el tema más complejo lo ofrece la elección primaria.

Se trata de una elección limitada al listado registrado a través de la aplicación usada por los aspirantes del Frente mediante la cual se recabaron firmas, aunque luego siguió activa hasta el 20 de agosto.

Un estimado grueso indica que son algo así como 2.8 a 3 millones de personas.

El registro fue con la aplicación, pero la manera de votar será presencial.

La única forma de hacerlo será a través de mesas que aparentemente se instalarán en las cabeceras distritales, pero aún no hay claridad respecto al número y ubicación de éstas.

Dadas las circunstancias y las dificultades para votar no es imposible que tengamos una baja participación en el proceso, lo que ha llevado a diversos analistas a considerar que ganará quien tenga mayor capacidad de movilización de la población registrada.

Como el PRI, quizás con excepción de Morena, es la fuerza política con mayor presencia territorial, no sería raro que la candidata que proviene de las filas de ese partido, Beatriz Paredes, ganara la elección primaria.

La decisión final dependería de la posible ventaja de Xóchitl en la encuesta y de la de Beatriz en la elección.

Y, seguramente, habría un cuestionamiento respecto a si fue el mejor método de selección, al margen del resultado.

La conclusión, finalmente, es que, si bien Claudia y Xóchitl pueden considerarse favoritas, sobre la base de los resultados que arrojan la mayoría de las encuestas, están lejos de poder considerarse, ya de antemano, las triunfadoras.

Aún hay muchas cosas que pueden pasar en los siguientes días.

Por Enrique Quintana

www.elfinanciero.com.mx

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