Responsabilidad en la educación
Generalmente el conocer al responsable o encargado de llevar a cabo un trabajo o una acción que tiene repercusión en nuestras vidas, nos genera una sensación de seguridad; cuando nos ponemos en manos de un médico, indagamos sobre su profesionalismo y experiencia, cuando nos vacunaron contra el Covid muchos de nosotros investigamos cual era la mejor vacuna y quien la había elaborado, para entonces autorizar su aplicación.
Cuando está de por medio algo tan preciado como nuestros hijos, con mayor razón realizamos consultas, buscamos información e investigamos a fondo, quien o quienes serán los responsables de su protección o cuidado, a que personas les confiamos la responsabilidad de formar y proteger a los menores de edad.
El primer día de clases, inclusive en algunos casos antes, muchos padres de familia se acercan a la escuela de sus hijos para indagar y conocer a sus maestros, a las personas que estarán al cuidado de los mismos, a las autoridades del plantel y con ello verificar que todo se encuentre en orden para tener la confianza necesaria y suficiente para mandar a clases a los niños.
Así como es importante verificar que la escuela cuente con la infraestructura necesaria (agua potable, sanitarios, aire acondicionado, etc.), que los maestros cuenten con la formación y capacitación suficiente para atender a los niños y en general que el plantel escolar tenga la capacidad para brindar un servicio de calidad; resulta trascendental la revisión de los programas académicos que se estarán impartiendo en el ciclo escolar.
El artículo 3° Constitucional establece, como parte del Derecho Humano a la Educación de todas las personas en nuestro país, que corresponde al Ejecutivo Federal determinar “los principios rectores y objetivos de la educación inicial, así como los planes y programas de estudio de la educación básica y normal en toda la República” y que dichos planes y programas deben elaborarse considerando la opinión de los Gobernadores y de los sectores sociales involucrados en el tema.
Recientemente se ha puesto a debate público y forman parte de procedimientos jurisdiccionales, los libros de texto que serán utilizados en el ciclo escolar que está por iniciar en todas las escuelas de educación básica del país. Con independencia de la calidad en el contenido de los libros, en cuanto al programa educativo que se pretende implementar, llama la atención como esta parte trascendental para la formación de los alumnos haya estado tan descuidada por los padres de familia.
Hoy que se puso ante la opinión pública el tema de la calidad del contenido de los libros de textos muchos se han preguntado ¿en manos de quien dejamos dicha responsabilidad? ¿Quién está formando y educando a nuestros hijos?
Lamentablemente la experiencia nos indica que si queremos que algo salga mal debemos dejarlo en manos del gobierno, el Estado nos mantiene en altos niveles de inseguridad, nos brinda servicios públicos de pésima calidad, nos presta un servicio de salud terrible, ¿Por qué confiar que algo tan valioso como es la educación de los niños estará en buenas manos si lo dejamos libremente en responsabilidad del Gobierno?
La responsabilidad de la educación y formación de los hijos es única y exclusiva de los padres de familia y curiosamente su participación en la elaboración de los programas y planes de estudio no se aprecia por ningún lado, parece que algo falta o algo sobra en nuestra legislación en materia educativa y necesitamos voltear a ver algo tan delicado.
LIC. JUAN MANUEL ESCALANTE TORRES