¿Por qué la economía mexicana crece a pesar del entorno enrarecido?
A México le está pasando lo mismo que a EU: crecimiento por arriba de las expectativas, desempleo mínimo, con inflación subyacente elevada. ¿Qué tan sólido es este crecimiento?
Presidente de Bursamétrica
ESPECIAL, ago. 14.- En colaboraciones previas hemos puesto los reflectores del análisis en los factores que están contribuyendo a la reanimación de la actividad económica y a la persistencia de la inflación subyacente en Estados Unidos, y hemos hablado también de sus principales riesgos. Ahora nos enfocaremos en México.
A primera vista a México le está pasando lo mismo que a EU, está creciendo por arriba de las expectativas, con un desempleo mínimo, con una inflación subyacente muy elevada. Pero sus circunstancias son muy distintas a las de su socio. Pareciera lógico afirmar que el desempeño de México es el resultado de su integración con EU, pero no es solo por eso.
¿Cómo podemos explicar el crecimiento del 3.6 por ciento anual en el PIB de México en este primer semestre? Al ver los crecimientos de los sectores, sorprende el crecimiento del 4.0 por ciento anual en el sector de los servicios en el segundo trimestre. Los servicios son el mercado interno, representan más del 60 por ciento del PIB, lo que aparentemente tiene poco que ver con la economía norteamericana.
Si volteamos a ver los datos recientes de inflación, al mes de julio, el sector de los servicios es el que está presentando la mayor inflación, con lo que la subyacente se mantiene muy elevada. Si nos asomamos a ver el mercado laboral, se han creado más de 805 mil empleos formales en los últimos 12 meses, y la tasa de desempleo ha descendido al mínimo histórico del 2.7 por ciento de la PEA.
La explicación racional a este desempeño del mercado interno debe buscarse en primer lugar del lado de la inversión. El gasto de inversión empezó a bajar desde las amenazas del presidente Trump de salirse del TLC. En el reporte de la IFB a mayo pasado, se tiene un crecimiento del 15.1 por ciento anual en el gasto de inversión en su conjunto, con un incremento del 17.7 por ciento real anual en los gastos de maquinaria y equipo, y un 12.9 por ciento real anual de incremento en el gasto de construcción, dentro del cual la construcción no residencial está creciendo 24.1 por ciento real anual. Si cruzamos estos datos con los de la balanza comercial de junio, que son más recientes, las importaciones de bienes de capital están creciendo al 28 por ciento anual en dólares. Es decir, está habiendo inversión en manufactura, probablemente relacionada al nearshoring y en construcción, tanto de plantas industriales como de obra pública.
La Secretaría de Economía reportó que en el primer semestre del año México recibió 29 mil millones de dólares de IED. De este monto 22 mil millones corresponden a reinversión de utilidades. Solo 7 mil millones corresponden a inversión en adquisición de activos y creación de empleos.
Del lado de las exportaciones, en junio pasado las totales crecieron 1.1 por ciento anual, las no petroleras en 3.7 por ciento y las automotrices subieron 9.5 por ciento anual. Todavía tenemos un beneficio del crecimiento del mercado norteamericano. En el turismo el año pasado tuvimos 42 millones de visitantes, si bien se creció a doble dígito respecto al 2021, y en el 2023 pudiéramos superar las cifras del año previo, todavía estamos lejos del máximo alcanzado en el 2019. El crecimiento estimado por el INEGI para el PIB turístico del primer semestre es del 8.4 por ciento real anual.
Remesas familiares: otro motor de crecimiento se da en las remesas, que ante la caída en el tipo de cambio han venido subiendo en términos de dólares desde un promedio de envío de 300 dólares hace algunos años, a 380 dólares por envío. El flujo mensual ha promediado 5 mil 600 millones de dólares, equivalentes a 67 mil millones anuales. Más del 6.0 por ciento del PIB.
Todos estos factores nos ayudan a explicar el crecimiento que está observando la economía de México, y porqué se observa una presión de inflación en los precios de los servicios, que mantiene alta la inflación subyacente. ¿Qué tan sólido es este crecimiento?
México tiene todo para crecer a tasas mucho más altas de forma permanente. Desafortunadamente su modelo económico ha sido siempre incongruente e inconsistente, y eso le ha dado un crecimiento anémico y endémico. Totalmente insuficiente para reducir la desigualdad, y para aprovechar su potencial de una manera óptima.
Según la encuesta que publica mes a mes el Instituto Mexicano de Contadores Públicos en su Indicador Mexicano de Confianza Económica, el principal factor que afecta hoy en día a los negocios es la inseguridad, que impacta a casi todo el territorio nacional y a todas las áreas de la actividad económica. Junto con éste, la falta de un Estado de derecho, el bajo nivel educativo, la insuficiencia de agua y de energías renovables, las deficiencias en la infraestructura de comunicaciones, puertos y vías de comunicación, un esquema fiscal poco competitivo, un sistema financiero poco eficiente, y la corrupción, se presentan como los principales riesgos que afectan al clima de negocios en el país.
Por Ernesto O’Farrill Santoscoy
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