Marcelo, el dedazo y su futuro

ESPECIAL, ago. 19.- Marcelo Ebrard asegura que ni se va al MC, ni romperá con Morena. No les va a dar gusto a los que lo quieren fuera del partido. Sobre todo a los partidarios y operadores de Claudia. Lo dijo ayer en una improvisada rueda de prensa que ofreció en el patio del INE. No se va porque, asegura, va a ganar la encuesta de las corcholatas. Nada más incierto. El voto que vale para ser el candidato presidencial del oficialismo lo tiene Sheinbaum. Es ella la que está en el ánimo del gran elector. Eso de que “se acabó el dedazo” está por verse, por mucho que Mario Delgado diga que el proceso interno “está blindado”. Marcelo lo sabe. No tiene un pelo de ingenuo. Pero hay otra poderosa razón por la que no romperá con Morena: su futuro.

Si no resulta ganador –lo sabremos el 6 de septiembre– tiene asegurada la coordinación de la bancada de Morena en alguna de las cámaras. Es lo que dice el “pacto de unidad” que firmaron los cuatro aspirantes de Morena frente al comandante en jefe, el pasado junio. Si el citado pacto se lleva a cabo, lo más probable es que Marcelo termine en el Senado. No vemos que baje a tercer lugar, a menos que le apliquen la misma dosis que a Ricardo Monreal cuando buscó ser candidato de Morena a la CDMX en el 2018. El hoy senador con licencia encabezaba todas las encuestas para ser el candidato a jefe de Gobierno, pero en la del partido quedó en cuarto lugar.

* Ebrard fue ayer al INE a pagar la multa de 10 mil pesos que le impusieron por presentar, en forma extemporánea, el plan de seguridad ANGEL. “Ya estoy haciendo mi guardadito, porque va a haber otras”, señaló el excanciller, al adelantar que seguirá hablando de los temas que son importantes para México.

Alberto Esteva, operador del Marcelo en la CDMX, se fue de avanzada al instituto. Hablamos con él y nos dijo: “Venimos a acompañarlo y no nos dejan entrar. Hubo hasta un conato de violencia aquí en la entrada. Hay afuera unas 300 personas”. Ya encarrerado, aseguró que se violó el acuerdo en Morena de contratar a las casas encuestadoras que se equivocaron por más de dos dígitos en el Estado de México y las que tienen contratos con los gobiernos de la Ciudad de México y federal.

“Les valió y las metieron. Tres de las cuatro seleccionadas son de estas encuestas que no debieron haber participado”, aseguró. Y más: “Estamos en posición de que se rectifique y que participemos en el proceso. No nos vamos a ir de Morena. Tenemos año y medio diciéndoles todo lo que está pasando y no hacen nada. Van a tener que corregir. No tienen alternativa”.

Ya que estamos, el senador Alejandro Rojas Díaz, representante de Monreal en el sorteo de las empresas privadas que harán las “encuestas espejo” para elegir al candidato, dio a conocer que su representado decidió declinar a la suya para que se sustituya por la que propuso Ebrard. “El objetivo es contribuir a la unidad de nuestro movimiento”, puntualizó.

Marcelo, por cierto, no dejó pasar la embestida de Fernández Noroña en su contra. De prepotente, arrogante y desesperado no lo bajó el petista, quien está molesto porque declaró que el tiro en la elección interna es entre Claudia y él. Noroña mandó al excanciller al MC, al que se refirió despectivamente como “movimiento desahuciado”. Ebrard reviró: “Sorprende que Fernández Noroña ahora pida mi expulsión, como si fuera el PRI de los años ochenta”.

* Llamó la atención que Beatriz Paredes cerrara su participación en el Foro de Durango, en el que estuvieron los tres aspirantes presidenciales del Frente Amplio por México, con el siguiente mensaje: “Sé que Santiago (Creel) estará con nosotros hasta el 3 de septiembre”. El día 3 se sabrá el nombre del candidato(a) del FAM.

En el equipo de Paredes nos explicaron: “Da la impresión que a Creel lo están presionando para que renuncie a favor de Xóchitl. ¿Es correcto pedir que un compañero del Frente sea presionado?”. Beatriz también dijo que la primera condición para combatir la corrupción es “no ser corrupto y no tener denuncias en tu hoja de servicios”. A Xóchitl la denunció Morena por enriquecimiento ilícito, pero no se le ha probado nada.

* Ya son más de 140 días sin Transparencia y el Senado sigue sin nombrar a los tres consejeros que le faltan al Inai. La SCJN acusó a los legisladores oficialistas de ser “omisos” por no nombrar a los tres comisionados que le faltan Inai, pero ni caso.  El desgaste es enorme en el “Instituto de la Transparencia” –así lo llama López Obrador–. El hartazgo empieza a cundir. A la imposibilidad de sesionar por falta de quórum –se requieren cinco comisionados y sólo hay cuatro– se agrega el anunciado recorte a su presupuesto anual en el 2024. Este hartazgo podría convertirse en esperanza el próximo 23 de agosto. Ese día, el pleno de la SCJN sesiona por segunda ocasión para determinar si el Inai puede sesionar con sólo cuatro consejeros. El problema de fondo, sin embargo, subsiste.

Por Francisco Garfias

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