El éxito es la combinación de constancia, disciplina y mucha, ¡pero mucha pasión!
Cuando hablamos de éxito, todos quisiéramos que de una u otra forma hubiera alguna manera rápida y fácil de alcanzarlo, afortunadamente para nosotros no existe tal camino fácil, pero el camino difícil genera en nosotros no solo el carácter del triunfador sino gozo si es que lo que hacemos nos apasiona.
Los tiempos actuales donde los productos y servicios son rápidos y fáciles, genera en el ser humano una sensación de que el éxito en lo personal o profesional guarda las mismas características, lo cual no es así. Todos los ejemplos de grandes logros en la historia de la humanidad están matizados de la constancia y la disciplina en su consecución. Por más que algunas voces quieran vender la idea del éxito instantáneo, éste no existe.
Tal vez alguien señale los golpes de suerte, como sacarse la lotería, como prueba de que el éxito instantáneo existe, pero no es así y por una simple razón: el éxito no está en lo que se obtiene sino en lo que uno se transforma.
Analicemos esta idea. Cuando algo se te da de manera fácil ni siquiera es valorado, pero cuando conseguir una meta u objetivo implicó esfuerzo la misma adquiere valor. Pero en el inter hay algo mágico que sucede y es la creación de un carácter de triunfador en la persona. Ojo con esto: Conseguir una meta fácil no le da tiempo a la persona a desarrollar ese carácter de triunfador, le da lo que quiere sin que se lo haya ganado, pero peor aún, sin que se haya conquistado a sí mismo logrando la plenitud de sus capacidades.
Piensa en esto: si todos nos fuera dado fácilmente realmente nunca aprenderíamos ni creceríamos. Es por ello que todo logro que valga la pena necesaria y forzosamente requerirá de constancia y disciplina las cuáles como ingredientes extraordinarios generarán en nosotros la magia del cambio entre lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Pero esa constancia y disciplina debe estar aderezada por un ingrediente adicional: la pasión en lo que hacemos, de otra forma la constancia y la disciplina nos asfixiarán pues nos exigirán acciones en un camino no disfrutable.
Dalí, Picasso, Beethoven, da Vinci, todos ellos tenían algo en común: cuando estaban enfrascados en la creación de sus obras dormían muy poco, apenas unas horas cada día. ¿Te ha pasado que cuando estás haciendo o por hacer algo que te apasiona en extremo puedes prescindir del sueño e incluso a veces hasta de comer en forma?, entonces, ¿de dónde sale esa fuerza para emprender acciones tan dinámicas como cuando hacemos lo que nos gusta?
Cuando haces lo que te apasiona, tu, al igual que los grandes genios citados al inicio, se conectan con una fuerza dinámica que todos tenemos, que es superior y que solo se activa cuando lo que enfrentamos trae una mezcla de reto pero al mismo tiempo de gozo interno.
Así que si quieres una receta para el éxito recuerda que debes buscar aquello que te desborde de emoción cuando lo haces y aplicar en ello el rigor de la disciplina para llegar al dominio pleno tanto de tus potencialidades como de la meta planteada, después de todo el éxito es la combinación de constancia, disciplina y mucha, ¡pero mucha pasión!
Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial – Gestión Universitaria – Liderazgo Emprendedor
Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/4B1hcLDgVno
También puede descargarse gratis el libro “Primero lo natural, luego lo espiritual -Leyes mosaicas: Sombras de lo venidero – Volumen 4”, desde www.rocefi.com.mx (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)