Peso Pluma derriba a Bad Bunny

Peso Pluma es temporalmente el número uno del planeta entre los músicos, según un ‘ranking’ de Bloomberg.

ESPECIAL, jun. 1.- Era de esperarse. Hoy es más escuchado, más visto que cualquiera en el mundo y Bad Bunny ya es el 11. Peso Pluma es temporalmente el número uno del planeta entre los músicos, advierte un ranking de Bloomberg que dejó para Harry Styles el segundo lugar.

Más atrás, Coldplay, Taylor Swift y The Weekend. La música mexicana gobierna tendencias.

“Los artistas más importantes del género aparecen en el nuevo Pop Star Power Ranking de Bloomberg, como lo han hecho en meses anteriores. Natanael Cano y Grupo Frontera aparecen en el top 25 con otra estrella, Peso Pluma, un tapatío de 23 años, reinando en el número uno”, escribió Ashley Carman en el artículo titulado Mexican Music is Taking Over the World. Ok, está en boga la música hecha aquí. ¿Y eso qué?

Esquiven ese tufillo a discriminación cultural para centrarse en lo objetivo: quienes hacen negocios internacionales desde México pueden aprovechar esta tendencia en el exterior.

¿Que Peso Pluma compone narcocorridos? Eso es criticable. Alude esa actividad ilícita y lamentable de vender drogas, pero no más que la música de raperos y representantes estadounidenses del hip hop. Sacudan la hipocresía..

Perdón por la obviedad, pero nadie puede ser más mexicano que un mexicano y si lo mexicano está de moda, puede ser hora de ofrecer… arte, turismo, influencia.

Quizás a ustedes no les gustan las canciones con letras similares a ésta:

“Compa, ¿qué le parece esa morra?

La que anda bailando sola me gusta pa’ mí

Bella, ella sabe que está buena

Que todos andan mirando cómo baila”.

A una mayoría relativa de humanos, sí. Ella Baila Sola ha sido escuchada y vista 195 millones de veces en YouTube. Peso Pluma, o Hassan Kabande, su nombre real, la cantó en Nueva York hace un mes en el show de Jimmy Fallon. La realidad no se anda con sutilezas.

Bloomberg clasificó a las estrellas pop más influyentes del mundo según seis criterios: ingresos brutos de los últimos tres meses de espectáculos en vivo; seguimiento de la venta de entradas de 30 días; ventas de álbumes de cuatro semanas; seguimiento de transmisiones de canciones digitales de cuatro semanas; interacciones totales de 30 días en Instagram y vistas de YouTube de cuatro semanas.

Los coreanos ya saben cómo

Desde 2012, cuando PSY rompió las listas con su Gangnam Style, hasta el fenómeno de BTS, el K-pop o pop coreano provocó un disparo en el número de personas que viajan al país peninsular para curarse.

Con canciones como Dynamite, esa música cantada en inglés parece convocar a la celebración de la vida, sin pensar en razones.

“Mírame traer el fuego y encender la noche

Ponte los zapatos, levántate esta mañana

Taza de leche, vamos a rockanrolear

King Kong, patea el tambor, rodando como un Rolling Stone”…

Ese positivismo vende bien.

“En una encuesta realizada por el Instituto de Desarrollo de la Industria de la Salud de Corea (KHIDI), se encontró que 49.7 por ciento de los mil 200 encuestados que se sometieron a tratamientos médicos aquí dijeron que su experiencia con la cultura K, incluido el K-pop, los animó a viajar a Corea y someterse a tratamientos, frente a 24.3 por ciento en 2021″, publicó The Korea Times, entre otros medios.

Ojo, los resultados no surgen por generación espontánea. Corea del Sur creó un instituto para desarrollar la industria de la salud, pero eso es otro asunto.

“Los encuestados formaban parte de 248 mil 110 turistas médicos extranjeros, según el Ministerio de Salud y Bienestar”, agregó la publicación.

El K-pop vende una visión muy estética y física saludable. Todo Seúl está lleno de gimnasios, estudios de yoga, pilates, destacó Alberto Ceballos, un emprendedor mexicano que ha estudiado durante años la cultura de negocios coreana. Ellos ya lo aprovecharon.

Otro emprendedor nacional, Luis Soto, fundador de Trebel, me advirtió hace un mes: los corridos tumbados, la banda, la están “rompiendo” globalmente. Él ya lo aprovecha. ¿Quién más se forma en la fila?

Por Jonathan Ruiz Torre

www.elfinanciero.com.mx

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