Alianza 2024 Presidencia: ¡Es Xóchitl Gálvez, señores!

ESPECIAL, jun. 28.- El pasado lunes 12 de junio, la circunstancia política favoreció a Xóchitl Gálvez y mostró a un López Obrador miedoso con las mujeres que lo podrían increpar de frente. Ya ocurrió con Lilly Téllez, cuando AMLO se negó a ir al Senado por temor a ser enfrentado por la Senadora. Y al negarle el acceso a Xóchitl a Palacio Nacional, provocó dos cosas: primero, mostró públicamente su pavor a debatir, y segundo, proyectó a Gálvez como una potencial candidata opositora a la Presidencia de México. Un error estratégico costoso, sin duda, para el tabasqueño, quien se muestra vulnerable.

Hay una realidad: Xóchitl Gálvez le ha tomado la medida a AMLO, cosa que no es fácil. Al ganar la instancia jurídica para garantizar su derecho de réplica tras ser difamada públicamente por Andrés Manuel y plantarse de manera decidida a las puertas de Palacio, Xóchitl venció por dos vías: la legal, demostrando que se puede someter a López Obrador con las leyes en la mano, y la política, comprobando el temor que AMLO le tiene al debate público, y en especial, a las mujeres.

En un movimiento estratégico, inteligente y oportuno, la carismática Xóchitl Gálvez – la política descubierta por head hunters al arranque del sexenio de Vicente Fox, la no militante del PAN, la exitosa empresaria, la primera mexicana en ubicarse entre las 100 líderes globales del futuro por el World Economic Forum de Davos, la exalcaldesa en Miguel Hidalgo y la valiente senadora y opositora-, dio un salto enorme en los últimos días: de posible candidata a la Jefatura de Gobierno de la CdMx, a viable candidata a la Presidencia de la República por la alianza Va por México.

Vox populi, vox Dei:

#XóchitlVa.

#ElFactorX.

#Xóchitl Presidenta.

Más allá de reglas internas, encuestas y métodos definidos por la alianza Va Por México (PAN, PRI y PRD) para elegir al candidato o a la candidata a la Presidencia de la República, Xóchitl Gálvez -quien ayer martes proclamó en sus redes sociales: “Voy a ser la próxima Presidenta de México”-, tiene, de entrada, cuatro ventajas claras sobre el resto de los aspirantes opositores:

Primera: si resulta candidata unificada por los tres partidos, sus posibilidades y probabilidades para ganar la Presidencia crecerían de manera significativa y competitiva.

Segunda: sin necesidad de la alianza, bien podría ser la candidata presidencial del PAN.

Tercera: si los partidos le cierran el paso -lo cual sería un error opositor mayúsculo-, Xóchitl aún tendría la opción de ser candidata independiente, como lo fue El Bronco en Nuevo León. Y ganó. 

Cuarta: y tal vez, el elemento clave: es percibida por la población votante como una real candidata ciudadana, ajena a los intereses partidistas y a los vicios de políticos de anteriores y actuales administraciones. Una opción fresca.

¿Podría derrotar Xóchitl Gálvez a Claudia Sheinbaum en 2024 en la disputa por la Presidencia de México? La respuesta es sí. Sin duda.

¿Y por qué podría ganarle Xóchitl a Sheinbaum?

Por tres razones de peso:

Por ser candidata plural no partidista emanada de las filas ciudadanas (Sheinbaum pertenece al ala más radical de Morena bajo el sello del comunismo); por emerger de un proceso de selección democrático y transparente (Sheinbaum es producto del dedazo de AMLO), y por tener una trayectoria profesional propia, valiosa, reconocida y exitosa (Sheinbaum le debe su corta carrera política a López Obrador y solamente obedecería y respondería a AMLO, entiéndase maximato obradorista).

Para enfrentar la dictadura de Morena y derrotar a la “corcholata” Sheinbaum, Xóchitl Gálvez resulta mucho más atractiva que el resto de los competidores opositores: Santiago Creel, un panista valioso sin duda, de larga trayectoria, pero que no prende al electorado; Claudia Ruiz Massieu y Enrique de la Madrid, cuadros novedosos, sí, pero a quienes les pesa el apellido de estirpe priista y el PRI es el partido con menos atractivos para los votantes; Lilly Téllez, una mujer entrona y valiente, pero cuyos activos personales y profesionales en comparación a Xóchitl, se quedarían cortos para ganar la Presidencia. Y así con los demás aspirantes: Beatriz Paredes, Gurría, Alito Moreno. Por encima de todos, Xóchitl es mucho más viable y competitiva para ganarle a Morena la Presidencia en 2024.

Para enfrentar la dictadura de Morena y derrotar a la “corcholata” Sheinbaum, la alianza Va Por México no deberá equivocarse ni cerrarle el paso a Xóchitl Gálvez, la aspirante más atractiva y viable de la oposición. Si quieren ganar la Presidencia a Morena, allí está Xóchitl. No se equivoquen, señores Cortés, Alito y Zambrano. Está en juego el futuro de México.

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En un debate frente a frente, Xóchitl Gálvez haría pedazos a Claudia Sheinbaum. La hidalguense no tiene cola que le pisen, mientras Sheinbaum aún debe responder por los muertos de la Línea 12 provocados, en gran parte, por la falta de mantenimiento al Metro durante su administración; su arrodillamiento ante AMLO; su falta de personalidad política propia; su ausencia de carisma personal; su carencia de proyecto. Sheinbaum será una candidata vulnerable, apoyada, cierto, por la maquinaria electoral del obradorato, aunque el voto masivo ciudadano en la presidencial siempre ha sido veneno para la votación oficialista.

Xóchitl es candidata opositora viable.

Vencería a la corcholata Sheinbaum.

¡No se equivoquen, señores!

Por Martín Moreno-Durán

www.sinembargo.mx

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