Aprobación masiva de reformas: la 4T, como en los tiempos dorados del PRI
CIUDAD DE MÉXICO, abr. 30.- Las reformas aprobadas por la mayoría de Morena y sus aliados en el Congreso, para modificar la estructura y funciones del gobierno, van encaminadas a la centralización de facultades que se habían delegado a organismos autónomos y descentralizados, así como al debilitamiento de los entes que han cuestionado los resultados del presente gobierno federal.
En línea con lo fijado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a quien fueron a ver la noche del viernes 28 a Palacio Nacional, tras la revuelta de los partidos de oposición que tomaron la Mesa Directiva, los legisladores oficialistas en el Senado avanzaban en la madrugada del sábado 29 con la aprobación de los encargos del titular del Ejecutivo, en una sesión realizada en la sede alterna de Xicoténcatl, en una continuación de lo hecho por sus colegisladores gobiernistas en San Lázaro.
El presidente López Obrador y sus legisladores en la Cámara de Diputados y en el Senado tenían urgencia de aprobar esas reformas ante la reducción del margen de maniobra de los oficialistas en el Congreso. A partir de septiembre, cuando inicie el próximo periodo ordinario de sesiones, Morena y sus aliados tendrán menos control de los órganos de gobierno de la Cámara de Diputados.
En menos de una semana los legisladores oficialistas aprobaron vía fast track numerosas reformas, que de concretarse tendrán profundas repercusiones para la política pública de rubros como salud, vivienda, ciencia y tecnología, financiamiento al campo y la regulación de la minería.
En el recinto de San Lázaro, luego de un maratón legislativo de más de 24 horas, la Cámara de Diputados cerró la segunda sesión de aprobación masiva de dictámenes, del 24 al 27 de abril, con un documento de la Comisión de Gobernación para transferir a los titulares de las unidades de administración y fiscalización de la estructura orgánica de la Secretaría de Hacienda a la Secretaría de la Función Pública.
Solamente en esa reunión del Pleno de San Lázaro, de martes 25 al miércoles 26 fueron avalados, de último minuto, ocho dictámenes, seis de los cuales no pasaron siquiera por la correspondiente revisión de comisiones y tuvieron dispensa de trámite para saltar el proceso legislativo, ejecutar el “madruguete”, y discutirlos de inmediato por decisión de la mayoría en la Cámara.
Premura legislativa
En los cuatro días de trabajo, contando los debates de madrugada, se aprobaron, entre los más controvertidos por la oposición, el dictamen que desaparece el Instituto de Salud para el Bienestar, el de la nueva ley de ciencia y tecnología y la desaparición de Financiera Rural, la reforma destinada a transferir el fideicomiso de derechos de visitantes extranjeros a los trabajos del Tren Maya y la Ley de Aviación Civil, que crea una paraestatal controlada por la Sedena para administrar aeropuertos y aerolíneas.
Uno de los puntos fundamentales de esta premura en la mayoría morenista, es que, según el acuerdo rotatorio de los órganos de gobierno en San Lázaro, corresponderá al PAN presidir la Junta de Coordinación Política, mientras que el PRI encabezará la Mesa Directiva, lo que podría obstaculizar el tránsito de propuestas que interesen al grupo de la mayoría, pese a contar con el voto ponderado para determinar los asuntos a incluir en las sesiones.
A decir del doctor en Administración Pública, Khemvirg Puente, este fenómeno de aprobación masiva y en fast track tampoco es inédito, pero solía ocurrir durante el primer periodo del último año de Legislatura, por lo que ahora se adelantó casi en cinco meses.
“Sí se ha visto en otras legislaturas, esta vorágine de aprobación de último minuto de una serie de proyectos de decreto, en distintas materias… ¿Qué es lo que pasó en esta ocasión?, que se adelantó… porque está muy adelantado el proceso de sucesión presidencial, y esto afectó la vida legislativa”, afirma el especialista.
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