San Carlos, Sonora, donde el mar se fusiona con el paisaje desértico
Los mejores atardeceres del país, actividades al aire libre y una gastronomía a base de carnes y mariscos, hacen de este lugar un imperdible para el verano
ESPECIAL, mar. 23.- Amamos la Riviera Maya y Los Cabos, pero es hora de voltear un poco más al norte, concretamente hacia las costas sonorenses del Mar de Cortés, donde te esperan paisajes únicos y de ensueño, que se funden con las costas rocosas y desérticas del Desierto de Sonora.
Este rincón del noroeste mexicano es ideal para escapar de la rutina y de los climas tropicales de siempre, y de paso disfrutar por los mejores platillos de mariscos, pues recordemos que después de Sinaloa, Sonora tiene las flotas pesqueras más importantes y productivas del país.
Tu aventura debe empezar en Hermosillo, cuyo aeropuerto está conectado con las principales ciudades del país como Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México. San Carlos se encuentra a solo hora de la capital sonorense y está conectada por una moderna autopista de cuatro carriles.
En cuanto al hospedaje te sugerimos quedarte en Marinaterra Hotel & Spa, por mucho, el mejor “centro de operaciones” para descubrir este destino de playa, montañas y paisajes desérticos, pues se localiza justo en frente de la Marina de San Carlos.
Las instalaciones y el servicio de este hotel son únicos, pero las vistas que ofrece son —por mucho— lo mejor, así que estamos seguros que los amaneceres y puestas de sol desde sus balcones, serán el hit en tus redes sociales, sobre todo Instagram y Tiktok. Su club de playa, ubicado a 400 metros, tiene la mejor alberca del puerto y una playa rocosa única en el país.
Te aseguramos que no podrás dejar de ver el famoso Cerro Tetakawi, que también se puede subir acompañado de un guía experto en hiking, desde donde las bahías y caletas adquieren tonos rojizos que contrastan con el azul del agua.
Por nada del mundo debes perderte un paseo en yate. Los paisajes montañosos siempre se verán mejor desde el mar, por lo que te sugerimos pasar el día sobre las olas, en un bote que incluya mariscos, bebidas y carne asada, porque en Sonora, la carnita asada se hace porque se hace.
La mejor temporada para visitar San Carlos es durante los meses de abril y mayo. Junio, julio y agosto se recomiendan para quienes tienen alta tolerancia al calor y a la humedad. Como sea, las actividades acuáticas y al aire libre, siempre serán una buena idea, obvio bien hidratado, con una buena dosis de bloqueador solar, de preferencia con sombrero, y sí o sí con lentes de sol especiales para el desierto y la playa
No olvides salir a explorar los alrededores de San Carlos, com pueblitos pesqueros donde encontrarás restaurantes en la playa que también ofrecen cerveza artesanal, las típicas tortillas de harina, dulces de cactáceas y artesanías con el famoso palo fierro, una madera muy dura y codiciada en la zona.
Otra cosa que no se te debe pasar es llevarte un poco del sabor de Sonora hasta tu casa, a través de los famosos chiltepines, que aunque son muy pequeños, están hasta arriba en el parámetro de los chiles más picantes del mundo.
Ya sea en el spa, restaurante o el club de playa de Marinaterra o en los distintos restaurantes y espacios de San Carlos, te aseguramos que tu estancia en este lugar quedarán en tu memoria como una de las vacaciones más divertidas y menos convencionales que jamás hayas vivido.
Por María Cristina Barrera
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