Los idus de marzo

Por Aureliano Rincón Candelas

@navojeme

En la semana que acaba de concluir y la que corre, actores de la clase política de Sonora participaron de una tragicomedia, cuyo orden en mención no altera el producto y/o resultado de lo que son: piezas del cinismo, nunca de civismo.

I acto

¿El líder? priista Rogelio Díaz Brown viajó a la ciudad de México para interponer una controversia a lo aprobado  por el Congreso para que la elección a gobernador se empareje con la presidencial.

Luego se reunió en restaurante capitalino con Manlio Fabio Beltrones para dar el parte y después participó en el programa Atypical Tv del publi(ra)cista Carlos Alazraki.

Ahí, Díaz Brown responde sin rubor cuando se le cuestiona cómo fue que perdieron la elección del 2021 ante Morena si tenían un candidato como Ernesto Gándara:

“Pues híjole, sí hubo muchas sorpresas a la hora de la elección, nosotros estábamos metidos en la elección, andábamos por todo el estado (…) no entendemos el resultado tan abrupto, cómo fue aquello, pero sucedió”.

Algún interés tendría la gobernadora de que ganara Durazo, a lo que reacciona como si desconociera que su exjefa Pavlovich despacha hoy como cónsul: “No tengo claro que así lo fuera, pero los resultados sí fueron sorprendentes”.

La amnesia en todo su esplendor de un apóstol de la legión de Garizurieta (vivir fuera del presupuesto es vivir en el error) y que desde 2003 ha vivido del servicio público sin haber servido. Y con estos perfiles quieren regresar al poder.

II acto

Tras finalizar un evento en Cajeme, donde el gobernador puso la primera piedra de lo que será el parque industrial Skybridge, la secretaria de Economía es interceptada para conocer su parecer sobre una declaración del mandatario estatal.

Sin detener el paso, Margarita Vélez de la Rocha saluda, sonríe y responde buen talante a la reportera hasta que escucha que “

el  alcalde Javier Lamarque recibió una ciudad destruida…”

“Sí, todo el estado recibió destruido no solamente Cajeme”, ataja la funcionaria estatal mientras aprieta el paso.

Pero Cajeme sabemos que fue el gobierno de su esposo, Sergio Pablo Mariscal”, revira la reportera a la ex presidenta del DIF y aspirante fallida a sucederlo en el cargo.

Acorralada, Vélez de la Rocha, lanza un exabrupto para minimizar el tema y se escuda que los gobiernos morenistas de Célida López y Rosario Quintero también entregaron malas cuentas.

Una respuesta con ataque de franqueza que suena a consuelo de muchos para evadir una responsabilidad. Aun así la premiaron con una diputación plurinominal y luego una secretaría. Gatopardismo en el horizonte 4teíta, donde autocrítica quedó difuminada.

III acto

Circuló por las redes una fotografía del ex gobernador Guillermo Padrés Elías con un grupo de alumnos del sexto semestre de la carrera de Comunicación de la Unison, invitado por la academia de Opinión Pública

Se desconocen los detalles de la charla, pero Giurellmo Prades tiene vasta experiencia como para dar cátedra sobre el manual del perfecto año Hidalgo o las conjugaciones del verbo Carrancear (incluye diploma).

Hasta se dice que podrá ser distinguido con la mención de Doctor Honoris Farsa. Sus acólitos que le sobreviven están de plácemes por tanta libertad de cátedra al rescate de una reputación perdida de un ícono del PAN con la gente y de cuyo gobierno, por cierto, la militancia nunca marcó distancia ni hizo el necesario corte de caja.

¿Cómo se llamó la obra…?

Para el título recurro a una frase del general Plutarco Elías Calles que aparece como epígrafe en la novela Jefe Máximo de Ignacio Solares y que por lo visto no pierde vigencia:

“La política, mi amigo, es una cloaca, siempre lo ha sido”.

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