Reforma electoral

                En 2006 surgió la famosa frase “Voto por Voto, Casilla por Casilla”, que representaba la solicitud para que la autoridad electoral volviera a contar todos y cada uno de los votos registrados en cada una de las casillas instaladas en la elección federal de ese año, la respuesta de la autoridad y el Tribunal Electoral fue negativa, basando su respuesta en un principio fundamental de nuestro proceso democrático, en México los votos los contamos los ciudadanos no la Autoridad. 

                Bajo el argumento del fraude electoral se ha tratado de generar la idea que es el INE quien cuenta los votos en cada elección, lo cual es totalmente falso; miles de ciudadanos acceden a participar como Funcionarios de Casilla, nuestros familiares, amigos o vecinos son las personas que vemos recibiendo los votos cada tres años, son ellos los que al final de la jornada y en presencia de observadores electorales y representantes de partidos políticos, cuentan los votos, levantan las actas y publican los resultados de esa casilla.

                A la autoridad electoral, en este caso al INE, le corresponde organizar las elecciones, ubicar las casillas, invitar a las personas a participar como funcionarios, capacitar a todas las personas involucradas, etc. Una gran labor que, lejos de irse facilitando con el paso del tiempo, la hemos complicado cada vez más.

                Se ha convertido en una tarea muy compleja para el INE que la gente acceda a participar como funcionario de casilla, que diga que sí cuando el personal de chaleco rosa lo visita y lo invita; la razón es muy simple, es muy difícil la labor que se desarrolla en una casilla; estar antes de las 8:00 am en el lugar donde se va instalar y permanecer ahí más de 12 horas continuas, clasificar y contar los votos, llenar muchas actas, la inseguridad, la presión de partidos políticos, son algunos de los factores que inciden en el poco interés en participar.

                Lo anterior ha generado el incremento en el abstencionismo en cada elección, cada vez es más la gente que no vota y un factor determinante para ello es lo complejo de nuestro sistema electoral, los electores, sobre todos los jóvenes, ya no quieren hacer una fila para votar, necesitan que el proceso se actualice para dar entrada a la tecnología, el voto electrónico, que podamos elegir desde la comodidad de nuestro hogar, a través de algún dispositivo o celular, esos son los temas que deben estar en discusión, facilitar las cosas al ciudadano para que pueda ejercer su derecho a votar.

                Lamentablemente la discusión de la autoridad y los partidos políticos está en otro ámbito, no está centrada en darles facilidades al ciudadano y transformar un sistema electoral que funcione con seguridad, certeza, legalidad y de una forma mucho más simple. Está centrada en el control y manipulación del árbitro electoral, en la forma como los partidos y sus candidatos tienen mayor facilidad para acceder al poder y en cómo seguir haciendo trampa sin que existan repercusiones.

                Si es importante defender al INE, fortalecerlo para que pueda cumplir con la importante labor que la propia Constitución le encomienda, pero más importante es promover la participación ciudadana, no habrá mejor reforma electoral que la generada a partir de la ciudadanía; así como los ciudadanos somos los que contamos los votos, somos nosotros los que debemos decidir y dictar las reglas del juego, mientras sigamos dejando esa labor a los partidos políticos y a la autoridad en turno, seguiremos contando con representantes que no nos representan.

LIC. JUAN MANUEL ESCALANTE TORRES

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