“La política lingüística es dejar que las lenguas sigan muriendo”

Entrevista a Yásnaya Elena Aguilar Gil

Por: Marisa Batalla Chacón

Fotos: Cortesía Yásnaya Elena Aguilar Gil

ESPECIAL, feb. 17 (ESP/NPN).- Yásnaya Elena Aguilar Gil creció hablando mixe (pronunciado mije). Su abuela le enseñó la importancia de las historias y le inculcó el amor por las palabras. Uno de sus tíos abuelo le hablaba en latín, idioma que utilizaba para rezos tradicionales y entierros. En los mercados de Oaxaca escuchaba chinanteco, zapoteco y español. Hasta los 6 años, cuando entró a la escuela, seguía siendo monolingüe. Ahí empezó a aprender formalmente español. Dice que, a pesar de ser licenciada en Lengua y Literatura Hispánica y máster en Lingüística, sigue aprendiendo “pues nunca se deja de aprender por completo una lengua”.

En México se hablan muchas lenguas, pero casi sólo se enseña una: el español. Dice Yásnaya que en  la construcción de la identidad nacional “un proyecto del Estado mexicano fue que las lenguas indígenas desaparecieran”. Justo antes de la independencia, en 1820, el 70% de la población hablaba al menos una, 200 años después, solo el 6,1% lo hace. Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la tendencia no ha cambiado: la promoción del béisbol tiene tres veces más presupuesto que el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.

Pero este fenómeno no es sólo mexicano o latinoamericano: estamos viviendo el mayor lingüicidio de la historia. En los próximos 100 años van a desaparecer casi la mitad de todas las lenguas del mundo. Para combatirlo, Yásnaya se convirtió en escritora, lingüista, traductora y activista. En el 2020 publicó el libro Ää. Manifiestos sobre la diversidad lingüística.

¿Se piensa distinto en mixe que en español?

Es un proceso. Personalmente está cruzada la lengua por los afectos que tenemos y las lenguas en las que nos comunicamos con esos afectos. Está también lo que aprendes en ciertas lenguas, cuando voy a hablar de ciertos temas que son muy propios, son muy occidentales, esas las aprendí a discutir en español. Pero otros temas de conocimiento del mundo mixe, me siento más cómoda en mixe. Tengo un equilibrio entre ambas lenguas, pero eso va cambiando a lo largo de la vida. Cuando empecé a aprender inglés me generó otro tipo de cosas. Había cosas que en inglés y mixe se parecían y otras que eran distintas. Es bien interesante los fenómenos multilingües que puede haber. Cuando hay políticas de monolingüismo nos los quitan.

¿Hay palabras mixes que en español no se pueden traducir ni explicar?

Todo se puede explicar, pero es posible que mientras que en mixe yo necesito una palabra, en español necesite una oración, un texto completo. Es más bien, qué significados empaquetamos en palabras,  esos nunca van a ser iguales. Los parcelamientos semánticos de la realidad son distintos siempre y eso pasa con todas las lenguas del mundo. Al final de cuentas el francés, el inglés y el español son lenguas muy emparentadas, muy semejantes, tienen el mismo ordenamiento de sus constituyentes básicos: sujeto, verbo, objeto. Pero te pasas al mixe y ya es otra cosa, la distancia de cómo ordenas los constituyentes de la oración básica va a ser distinta.

Siempre me pregunto cómo hablaría Yoda en mixe, porque si habla como habla para nosotros no se oye raro. Ese es el ordenamiento básico. Estas distinciones entre más de familias lingüísticas [lejanas] sean, hay más diferencias.  Por eso la categoría lengua indígena es una categoría política, no lingüística. El persa y el español que son lenguas muy lejanas, pero están emparentadas, son lenguas indoeuropeas, tienen más cosas en común que el zapoteco y el mixe. Ahí hay una distancia semántica y sintáctica muy amplia.

Cuando sólo impones una lengua, impones sólo una visión del mundo

¿Me puedes dar un ejemplo de una palabra que en mixe sea un concepto y que en español se necesite toda una oración para explicar?

Un ejemplo de intraducible es el pëy [pronunciado similar a push en inglés], es un adjetivo que significa cuándo algo, no sé si has cocido papas, entonces cuando quedan suaves con esa consistencia como de copo de nieve adentro, como muy suavecita, eso es pëy, pero no sé cómo se dice en español, no hay una manera de traducirlo con una palabra. Es como la palabra “estrenar”, no hay manera de traducirla al inglés ¿Usar por vez primera? Eso ya es una oración.

Como tocayo que no tiene traducción en inglés

Tocayo es un préstamo del náhuatl. Lo agarró de ahí. Claro, ahora ya es español.

¿Cuál es la relación entre la lengua materna y la identidad?

Es una relación compleja. La identidad es un fenómeno mucho más complejo que incluye lo lingüístico, pero no solo. Creo que si algo nos da una identidad centrada es la manera en la que piensas el mundo y piensas los otros, la manera incluso en que piensas tu identidad y la otredad. El contraste es necesario para tu identidad. Por ejemplo en mi lengua, no hay una palabra igual a indígena, entonces, es difícil construir una identidad en torno de eso. Lo que hay es mixes y no mixes. La lengua te provee del entorno semántico para hablar y pensar tu identidad, la configura.

¿Qué es el activismo lingüístico?

Hay varios tipos. Hay personas que hacen activismo para que el inglés sea la única lengua permitida en Estados Unidos, por eso pienso en hacerlo más específico: activismo por los Derechos Lingüísticos. Eso tiene que ver con el derecho que tienen todas las personas y los pueblos del mundo a desarrollar su vida y que no haya ninguna discriminación estructural ni racismo asociado a hablar en la lengua con la que has nacido y con la que te han enseñado.

Lamentablemente hay mucha violación de Derechos Lingüísticos porque un proyecto del Estado mexicano fue que las lenguas indígenas desaparecieran y se esforzó para lograrlo. Los efectos de esos actos todavía continúan y es por eso que las lenguas indígenas todas están en riesgo, en diferentes grados de riesgo, pero absolutamente todas.

¿Cómo ve la situación de las lenguas indígenas en América Latina?

Todas las lenguas que no son reivindicadas por un Estado Nación están en procesos complejos. Por ejemplo, las lenguas indígenas de Argentina. No sólo las del continente, sino todas las lenguas indígenas del mundo que han sido combatidas por un Estado. Lenguas regionales en Francia como el bretón también están en una situación de amenaza lingüística como nosotros.

El problema es que los Estados Nación, los países, eligieron casi siempre una sola lengua como oficial y la impusieron. Eso ha hecho que el resto de la diversidad lingüística esté en riesgo. Hay una predicción terrible, los especialistas lo ponen en los cálculos siguientes: en 2100, para cuando acabe este siglo, más de la mitad de las lenguas del mundo habrá desaparecido. Esto no ha pasado a pesar de que ha habido imperios, guerras, conquistas, todo lo que ha pasado nunca había amenazado a este punto. No es un fenómeno mexicano, es un fenómeno global. No solo es un fenómeno local ni del continente.

¿Hay algún estado latinoamericano que realmente respete y tutele el multilingüismo?

Por lo que vemos de números no mucho, pero creo que un caso interesante es el del guaraní en Paraguay que es una lengua oficial y hay mucha gente aprendiéndola.

¿Por qué las lenguas son políticas?

Siempre han tenido una dimensión política dado que lo político es lo común. Tiene que ver con la administración de lo común y las lenguas no existen en individuos, sino son hechos colectivos. Son individuales porque son personales cognitivos, pero no tienen sentido si no están en una colectividad.

El punto con los Estados Nación es que el modelo es muy homogeneizante, le gusta tener una identidad, una lengua, un gobierno central, un territorio, un solo cuerpo de leyes. No es amable con la multiplicidad de posibilidades de administración de lo político. En esta homogeneidad para crear la idea de un México, es una historia, un himno, una bandera y una lengua. Estaban obsesionados con una lengua, lo mismo con el Estado francés. Solo hay como 200 o 206 países en el mundo, todos los países han combatido a su diversidad lingüística interna porque el modelo de Estado Nación, a diferencia de otro tipo de estructuras sociopolíticas, está obsesionado con lo homogéneo.

¿Cómo se coloniza a través de las lenguas?

La colonización fue un proceso más complejo que no tenía una obsesión con lo lingüístico. Tenía una obsesión más fuerte con lo religioso, imposición de la religión católica. Con la lengua no tanto, de hecho una gran parte de la evangelización se hizo en náhuatl y en la Real y Pontificia Universidad de México era posible tomar clases en latín, en náhuatl, pero también en otomí, también en matlatzinca. Era posible hacer un juicio usando zapoteco. Eso ahorita, aunque la ley dice que es posible, es impensable en la práctica.

Creo que el asunto es cuando sólo impones una lengua, impones solo una visión del mundo. Es una falsa disyuntiva, el cerebro humano puede hablar muchas lenguas. No es como que, si necesitas aprender inglés, desinstalas tu mixe. El cerebro no te da para escoger, puedes hablar muchas lenguas. El problema es la capacidad de memoria más que de facultad. La idea, más que usar una lengua para colonizar, es usar la imposición de una sola. En ese sentido el perfeccionamiento de la colonización con los modelos de Estado Nación llegan con la independencia, el perfeccionamiento de un modelo colonial.

Promover el béisbol tiene más de tres veces el presupuesto que el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.

¿Cómo debería ser la legislación y las políticas públicas para respetar y valorar los idiomas indígenas?

En México desde 2003 está la Ley general de los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas de México. Es muy potente, pero el problema es la brecha de implementación. No hay, y menos con esta administración, una política lingüística fuerte. Al contrario, no hay una planificación lingüística ni política lingüística. O la política lingüística es dejar que las lenguas sigan muriendo.

Promover el béisbol, deporte que el presidente ama, tiene más de tres veces el presupuesto que el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas para todo el país. También recordar que además de lenguas indígenas en este país hay más diversidad lingüística: el plódich, la lengua de la población menonita, el rom o romaní que habla la población gitana. También está el Véneto, la lengua que se habla en Chipilo, Puebla, la lengua de señas mexicana y la lengua de señas Maya y otras que están siendo desarrolladas.

¿Qué podemos hacer las personas no indígenas para apoyar la sobrevivencia y valorización de las lenguas indígenas?

La primera y más importante es informarse porque es más probable que te enseñen los nombres de los ríos en Europa que las lenguas que se hablan en tu propio país. La mayoría de la gente no sabe ni siquiera que se habla mi lengua, aunque llevamos 500 años conviviendo. Esa censura se da en las escuelas.

Luego, denunciar todos los procesos de abusos lingüísticos y de violación de derechos lingüísticos. La otra es demandar. La afectada es la mayoría de la población mexicana, que ahora habla solo español porque no puede siquiera aprender náhuatl, no tiene espacios para hacerlo, ni de disfrutar de la diversidad lingüística de su país. Esto ha sido bien diseñado, en 1820 el 70% de la población hablaba una lengua indígena, después de 300 años. En la independencia ahora somos el 6.1%. Es reconocer la serie de violencias que arrebató que tú ahorita hablaras una lengua indígena.

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