La mitad de las personas en México miente en su CV para postularse a una vacante

ESPECIAL, feb. 18.- El impacto económico de la pandemia y el mal diseño de las vacantes han contribuido al crecimiento del uso de información falsa o arreglada en el currículum. En el último año, 100,000 personas fueron rechazadas al postular a alguna plaza por no cumplir con estándares mínimos de honestidad.

¿Has mentido en tu CV? Al menos uno de cada dos candidatos en México le «ha dado una maquillada” a su currículum en el último año, de acuerdo con un análisis de Midot. La información que suele alterarse con mayor frecuencia es la referente a la responsabilidad en los puestos anteriores, la antigüedad en trabajos previos y los objetivos alcanzados durante la trayectoria laboral.

“Esto se ha vuelto una práctica muy común y es debido a la crisis económica que vivimos y la desesperación por buscar un mejor empleo o asegurar un ingreso, lo que genera una tendencia importante a alterar en el currículum la experiencia, la antigüedad y las responsabilidades”, señaló en conferencia Fernando Calderón, director general de Midot México, firma especializada en evaluaciones de integridad.

En 2022, según el informe, al menos 100,000 candidatos fueron rechazados de un proceso de reclutamiento por no cumplir con los estándares mínimos de integridad. Además de las mentiras en los CV, cerca de 14,000 postulantes intentaron manipular las evaluaciones durante la etapa de selección.

Aunque el impacto de la pandemia en la economía ha impulsado estas conductas, Fernando Calderón reconoció que también hay una responsabilidad en las empresas y el diseño de sus vacantes. “Cuando los requisitos de una posición son contradictorios, esto no ayuda a que no se altere la información. La recomendación que se hace es que al momento de publicar una vacante, ésta cumpla con una realidad respecto a experiencia y posición para que los candidatos que apliquen sean aquellos que cumplen con los requisitos”.

Sin embargo, el crecimiento de los riesgos de integridad no sólo se refleja en las postulaciones a vacantes. Los actos deshonestos al interior de las empresas incrementaron 20% en el último año, de acuerdo con el análisis de la plataforma.

“Nadie puede asegurar actualmente que conoce a su personal. La pandemia del Covid-19 se transformó de un problema de salud a uno económico. Muchas personas durante la pandemia y los años posteriores a ésta perdieron su empleo, vieron recortados sus salarios o tuvieron que realizar gastos no planeados. La manera de pensar y los actos que probablemente jamás hubiesen cometido en contextos diferentes, hoy pudiesen verse tentados a cometerlos o verse beneficiados a partir de comportamientos incorrectos”, dijo Fernando Calderón.

Los hechos de corrupción más frecuentes en el último año fueron:

  • Suplantación de identidad
  • Acoso
  • Robo
  • Soborno
  • Malversación de recursos

“A veces pensamos que hay una gran diferencia entre pequeñas, medianas y grandes empresas. Pero la realidad es que en todas se presentan este tipo de acciones. Aunque se presentan en mayor o menor medida, ninguna organización es ajena a este tipo de acciones”, señaló el especialista.

Según el reporte de Midot, los actos deshonestos entre la fuerza laboral pueden generar una pérdida de hasta el 40% de la productividad de las empresas y una caída en el 10% de los ingresos anuales del negocio.

¿Quién es deshonesto? Rompiendo el mito

A decir de Fernando Calderón, existe la creencia de que los empleados de menores ingresos son los más propensos a tener comportamientos deshonestos, pero esto es un mito. El informe de la plataforma evidencia que el 26% de las conductas inadecuadas del último año son atribuidas a altos ejecutivos.

“Existe el paradigma que a menor ingreso, un colaborador tiene más tendencia a cometer este tipo de acciones. Pero este tipo de conductas se presentan a lo largo y ancho del organigrama de la organización”, subrayó. De hecho, agregó, la falta de integridad entre la alta dirección puede tener un impacto negativo mayor en el negocio “por la información y los medios que manejan dentro de las empresas”.

“Las organizaciones tienen una muy buena parte de este tipo de conductas y comportamientos. Parte de las recomendaciones que hacemos es evaluar y poner filtros en el reclutamiento, pero también hay que contar con mecanismos que regulen la operación como códigos de conductas, de ética, procesos y políticas que le den forma a las operaciones de cualquier área”, dijo el especialista.

Por Gerardo Hernández

www.eleconomista.com.mx

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