Cuidado, Sonora, con la frase: “El litio, el nuevo petróleo de nuestra era”

ESPECIAL, ene. 31.- El litio cuenta con grandes propiedades de conducción y de almacenamiento de energía, lo que explica que el sector tecnológico e industrial y todo aquel que requiera baterías se encuentra interesado en este oro blanco. Estamos hablando principalmente de la industria de autos eléctricos, de componentes de celulares y computadoras, además de las que se utilizan para el almacenamiento de energía. A nivel mundial los países que cuentan con las mayores reservas son (en millones de toneladas): Bolivia, con 21 millones de toneladas; Argentina, con 19.3; Chile, con 9.6; Estados Unidos, con 6.8; Australia, con 6.4; China, con 5.1; Canadá, con 2.9; Alemania, con 2.7, y México, con 1.7. De hecho, el mayor yacimiento de litio en el mundo se encuentra en el norte de Sonora.

En México ante esta nueva riqueza, que ya es comparada con la petrolera, se instrumentaron cambios en la legislación, para un tipo de nacionalización como la que en su momento se llevó a cabo con Lázaro Cárdenas en la industria petrolera. A través de una reforma a la Ley Minera se declaró al litio como “de utilidad pública” (DOF 20/04/2022), sentando las bases para creación de la paraestatal Litio para México, LitioMx (el nuevo Pemex blanco). Ante esta situación sobresale el Plan Sonora de Energías Sostenibles, en materia de explotación del litio y producción de energías limpias. Este proyecto ha tomado tintes binacionales, ya que los Estados Unidos van a sumarse a México para desarrollarlo con la creación de plantas de autos eléctricos, fábricas de baterías, parques solares y la explotación de litio. Fue tema en la pasada Cumbre de Líderes de América del Norte.

Hasta aquí todo suena muy bien, pero llaman la atención dos aspectos que debemos considerar: el primero es en relación con la nacionalización del litio, que parece más una carta de uso y explotación de exclusividad para los vecinos del norte y de restricción para otros países como Inglaterra, España, Alemania, China, India, etc.

Lo importante aquí no es la exclusividad de explotación conjunta que México le da a Estados Unidos, es saber ¿qué ganamos como país en estas negociaciones? Lo que está sobre la mesa no es cosa menor, es una riqueza comparable con la petrolera. ¿Negociamos una reforma laboral o migratoria?, ¿negociamos el pasar de un tratado comercial a un mercado común? Por desgracia no se ven beneficios directos para nuestro país, solamente cuentos y cuentas de vidrio.

En segundo lugar, ¿qué ganan los sonorenses? Sonora debe evitar ser víctima de la historia, para no repetir la desgracia que sufrieron los estados petroleros de nuestro país. Entidades como Veracruz, Tabasco y Campeche vivieron el auge petrolero, pero esta riqueza no se reflejó en su desarrollo y la calidad de vida de su población. No tuvieron ventajas adicionales para su avance y, en cambio, sufrieron la contaminación que produce la industria petrolera.

Al estado de Sonora le queda como única posibilidad el negociar para que un porcentaje de las utilidades que se generen por la explotación de litio sean asignadas para el desarrollo de la entidad. Esta medida ya se aplica en los Estados Unidos, donde la industria petrolera tiene que pagar un impuesto a la entidad en la que está instalada, por explotación y refinamiento. Cuidado, Sonora, con los idus de marzo, porque no todo lo que brilla es oro. Si la Federación y los Estados Unidos quieren tu litio, que empiecen por respetar a tu sociedad y que se definan los beneficios que te van a otorgar.

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