Regresaremos a 2018… ¡en el 2027!

La última vez en la que un resultado sexenal del PIB había sido negativo fue en el sexenio de Miguel de la Madrid, entre 1982 y 1988.

ESPECIAL, dic. 10.- Estamos viviendo el peor sexenio en materia de crecimiento económico en tres décadas.

Pero, hay la oportunidad de que el próximo sea el mejor en medio siglo.

Déjeme explicarle.

Si nos ponemos optimistas, el nivel del Producto Interno Bruto por habitante con el que terminaremos este sexenio será 2.9 por ciento inferior al que teníamos cuando empezó.

Subrayo, eso si nos ponemos optimistas, pensando que creceremos 3 por ciento este año, 1.8 por ciento el próximo y 2.5 por ciento en 2024.

La última ocasión en la que un resultado sexenal había sido negativo en esta variable fue en el sexenio de Miguel de la Madrid, entre 1982 y 1988. En ese periodo, el retroceso fue de 11 por ciento.

Si creciéramos, como muchos proyectan, a una tasa media de 2.5 por ciento en el siguiente sexenio y el ritmo de aumento de la población fuera de 1.2 por ciento al año, estaríamos recuperando el nivel de 2018, ¡en 2027!

Tal vez cuando se ven estos números se entiende el porqué al presidente de la República le molestan las mediciones económicas.

El efecto negativo de estos años puede conducir a que, aun si en la segunda mitad del próximo sexenio se mantiene ese crecimiento medio de 2.5 por ciento, el PIB per cápita de México en 2030, sería apenas 4.9 por ciento superior al que tuvimos en 2018.

Es decir, el crecimiento promedio de esta variable en dos sexenios sería de 0.4 por ciento al año.

Para quienes dicen que los pasados gobiernos dieron peores resultados que éste, les recuerdo los siguientes datos en materia de crecimiento del PIB por habitante.

Luego del desplome que vivimos en el sexenio de De la Madrid, en el de Salinas el crecimiento fue de 14.1 por ciento; de 9.0 por ciento en el de Zedillo; de 3.4 por ciento en el de Fox; de 1.4 por ciento en el de Calderón; de 7.6 por ciento en el de Peña, y un estimado de -2.9 por ciento con AMLO.

Otra manera de visualizar las estadísticas es contrastando el resultado de los que ha calificado como “sexenios neoliberales”, de Salinas a Peña Nieto. En ese lapso, el crecimiento del Producto por persona fue de 42.8 por ciento, lo que significa una tasa anual de apenas 1.2 por ciento. Nada satisfactoria, pero que parece maravillosa si se compara con el -0.5 de caída promedio al año de la 4T.

Si hubiéramos seguido con el mismo ritmo de crecimiento del “periodo neoliberal”, al final del actual sexenio, el ingreso promedio de la población sería casi 11 por ciento superior al estimado para 2024.

Obviamente el crecimiento es algo que no es suficiente para garantizar el desarrollo, pero sí es una condición necesaria.

El próximo gobierno, sea de Morena o de cualquier otro partido, tendrá que acomodar las piezas de las políticas públicas para corregir el camino.

Como aquí le hemos comentado muchas ocasiones, la coyuntura internacional para México es quizás la más favorable desde que comenzó la operación del TLCAN.

Si la próxima administración se mueve con rapidez para crear las condiciones que le permitan aprovechar la reorganización de la economía mundial que está generando el nearshoring, regresando a las reglas que se establecieron en el sexenio anterior para competir en el sector de la energía y promover la generación con fuentes renovables; con inversiones eficientes en infraestructura para facilitar el transporte y las comunicaciones, y con mensajes claros de certidumbre así como de respeto a la ley, podríamos tener una etapa de crecimiento como ni siquiera la imaginamos.

Si esa circunstancia se aprovecha para promover la educación y la promoción del espíritu emprendedor, además de generar un colchón de bienestar para la población, podríamos estar en la mejor etapa de crecimiento del país quizás desde el desarrollo estabilizador.

Hoy estamos en el sexenio que ha entregado peores resultados en materia de crecimiento en los últimos 30 años.

Si aprovechamos las circunstancias, podría ser el próximo sexenio el de mejores resultados en el último medio siglo.

Por Enrique Quintana

www.elfinanciero.com.mx

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