Julio César Chávez: «Hubiera muerto por las adicciones»
ESPECIAL, dic. 22.- Gracias a que hace 13 años Julio César Chávez González decidió darle la espalda a las drogas y al alcohol, es que ahora puede vivir el reconocimiento que más de 25 años de carrera profesional le han dejado. Y eso es algo que la leyenda mexicana no dejará de agradecer.
Hace unas semanas, Julio César fue reconocido con el Premio Nacional de Deportes, y por ese motivo admitió que todo esto no sería posible si hubiera seguido por el camino de las adicciones.
“Todo lo que me está pasando ha sido gracias a mi recuperación, porque si no me hubiera recuperado, esto no lo hubiera vivido, no lo estuviera gozando; yo me hubiera muerto porque en mi adicción tuve muchos paros cardíacos, estuve a punto de derrames cerebrales, estuve muchas veces en el hospital, vomitando sangre. Estuve a punto de quitarme la vida y ahora vivir todos estos reconocimientos en vida la verdad no tengo palabras. Te juro por Dios, pero sobre todo ese cariño de la gente que a donde voy es algo que no lo puedo creer y me lo llevaré a la tumba”, dice en entrevista con MILENO-La Afición.
Cuando empezaste, ¿te viste multicampeón? ¿ídolo?
Si soy honesto, no pensé que mi carrera sería así. Si yo hubiera sabido (lo que sería) no lo hubiera creído. Obviamente tenía el anhelo, soñaba con ser campeón mundial, soñaba… pero nunca creí que llegar hasta donde llegué. En ese entonces, lo primordial para mí era construirle una casa a mi mamá, pero las cosas se fueron dando, pelea tras pelea y cuando menos pensaba, me coroné campeón del mundo, luego después gané otro campeonato, luego vinieron otros campeonatos y luego peleas y peleas y cuando menos pensé llevaba ya 70 peleas invicto y no lo podía creer, luego 80 y 90.
¿Qué tanto pesa ser un referente del boxeo mexicano?
Sí pesa, ¿vieras? Porque siempre me están comparando con los nuevos valores, con todos los que vienen. “Que ese va a ser mejor que Julio”, “que esto y que lo otro”. Pero va a ser muy complicado, va a ser muy difícil con todo respeto; yo creo que ni tú, ni yo vamos a ver en esta vida que otro peleador llegue a 90 peleas invicto.
EN CONTRA DE LAS ADICCIONES
A pesar de los éxitos y reconocimientos, Julio César asegura que este año fue sumamente retador, pues tuvo que destapar parte de su pasado para ayudar a sus hijos.
“Parece que mis hijos (Julio y Omar) siguieron los patrones y para mí ha sido sumamente complicado y difícil, porque sé lo que es estar encerrado. Yo sé lo que es estar cuatro meses en un anexo. Ahora se la apliqué a Julio y lo mandé a un anexo, imagínate cómo me siento. He llorado lo que tú no te imaginas”.
¿Cómo fue todo ese proceso para ti como padre, y más porque tú tienes tus clínicas?
Es bien complicado y bien difícil. El tener que dar ese paso para meter a mis hijos ahí (al anexo), porque mis clínicas nunca les han servido, porque son mías, y hacen lo que ellos quieren. Sé lo que es estar en un anexo cuatro o más meses. O sea, teniendo tu casa afuera, a tus hijos, teniendo tus carros, tu dinero, todo… estando en un anexo comes verdura podrida y te levantan a las 6 de la mañana a bañarte con agua helada y a bañar a cabrones cagados, a no poder hablar con nadie.
¿Pero la recuperación va bien?
Vi en anexo a mi hijo Julio durmiendo en el suelo. Cuando fui a verlo me dieron ganas de llorar porque está durmiendo donde yo dormía; lo iba a sacar y me dijo ‘no, papá’ por primera vez en tantos anexos que ha tenido, le cayó un rayito de luz, así como me cayó a mí. Me dijo: “apa ya me cansé. Ya no quiero estar así. Me rindo. Aquí voy a entrenar, aquí voy a bajar de peso”. Eso para mí es una bendición. Es el regalo más grande que tengo ahorita. El aceptar Julio que tiene un problema, porque nunca lo había aceptado, nunca lo había querido aceptar que tenía un problema y ahora dará su testimonio de vida.
UNA NUEVA OPORTUNIDAD
Tras más de nueve meses internado, Julio César Chávez Jr. reapareció en las redes sociales de su ex pareja durante el cumpleaños de su hija Julia, y su padre espera que regrese a los encordados en el 2023 con un nuevo enfoque. Sí, para la leyenda mexicana hay todavía una batalla por ganar.
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