Campañas huecas
Estamos a pocos días que terminen las campañas electorales tanto a nivel federal como local, una época en la que nos hemos acostumbrado a escuchar cientos de propuestas que, en teoría, mejorarían nuestro entorno, pero como siempre, nos quedamos en la mayoría de las ocasiones en el “que” pero no nos adentramos en los “como”.
La mayoría de las candidatas y candidatos pareciera que tienen bien diagnosticados los problemas del país, nos presentan propuestas concretas para mejorar nuestro sistema de salud, para garantizarnos una mejor seguridad, para ejecutar obras públicas y eficientar servicios, para combatir la corrupción y potenciar el desarrollo económico de las regiones.
Sin embargo, pocos son aquellos que nos hablan con datos duros y que demuestran tener un conocimiento pleno de la situación actual de las finanzas públicas, del presupuesto que contará para hacer realidad sus propuestas y de la forma en cómo se deben aprovechar mejor esos recursos para que alcancen a cubrir todas nuestras necesidades.
Actualmente las campañas electorales están diseñadas para presentarnos el lado “humano” de las candidatas y candidatos, por eso los vemos compartiendo imágenes y videos en redes sociales abrazando y platicando con la gente, tratando de generar simpatías a través de una supuesta empatía con los problemas sociales y escuchando a la ciudadanía.
Pocas ocasiones tenemos los ciudadanos de contrastar las propuestas que se nos van presentando por cada uno de los contendientes. Un ejercicio que tiene como objetivo la comparación de los proyectos que impulsa cada candidata y candidato es el debate, sin embargo, se realiza uno solo a nivel local, para los futuros alcaldes, organizado por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, en un formato que prioriza el enfrentamiento personal sobre la presentación de las propuestas.
El mencionado Instituto, que actúa como referí en el proceso electoral y que además cuenta con la obligación de promover la participación de todos los ciudadanos en las elecciones, debería fomentar con mayor medida este tipo de ejercicios de contraste de proyectos, acercar a la gente las propuestas concretas de las candidatas y candidatos para todos los puestos de elección popular que están en disputa.
Si el formato actual de los debates no está cumpliendo con el objetivo de brindar la información suficiente que ocupa la ciudadanía, resulta necesario llevar a cabo las reformas legales que modifique la forma y la cantidad de este tipo de ejercicios y que tomen en consideración otras opciones, que obliguen a los partidos y sus candidatos a participar en entrevistas o debates objetivos y profesionales que generen mayor información útil.
Los partidos y sus candidatas y candidatas se encuentran muy cómodos hablando de propuestas huecas, que no tienen una base solidad y que realmente no se pueden llevar a cabo; lo hacen porque consideran que es lo que la gente quiere oír y porque nadie les obliga a ir más allá. Es necesario que los ciudadanos cambiemos las cosas y obligarlos a decirnos lo que realmente nos interesa escuchar, basta de campañas huecas.
LIC. JUAN MANUEL ESCALANTE TORRES